CAPÍTULO 21. UNA SORPRESA DE LOCOS.

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"No me gustan las sorpresas, son algo que no puedo controlar. Suponen un peligro que no veo venir"

~ Elena Ramírez. 

La tarta estaba buena, y aun así me sabía mal estar celebrándolo, no sólo por el hecho de aquel día, sino porque acababan de morir cinco personas

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La tarta estaba buena, y aun así me sabía mal estar celebrándolo, no sólo por el hecho de aquel día, sino porque acababan de morir cinco personas. Asesinatos por los que nos habían dado el resto de la semana libre en el instituto para que la policía pudiese hacer su trabajo.

Después de almorzar todos juntos, Billy había anunciado que tenía que viajar un par de días a la ciudad para unos asuntos del trabajo, y tía Beth hacía guardia toda la tarde y la noche, por lo que en la casa lo único que se escuchaban eran los gritos de miedo de Enoc mientras veíamos Expediente Warren.

Me estaba muriendo de aburrimiento, sin embargo, en ese justo momento llegó mi carismática Maddie para darle vidilla al asunto.

— ¿Qué hay, tontos del culo? — Esa era su forma de saludar a los hermanos, quienes la miraban con los ojos entrecerrados. Aunque el gesto de Judas cambió a uno picarón. ¡Ay, gorrión! — Hola, hermosa. Tenemos planes. Tú, yo y una tarde de chicas.

No sé qué era peor, una tarde de compras o seguir viendo películas de miedo que no causaban en mí ningún tipo de emoción.

— Te lo acepto.

Ella sonrió inmediatamente.

— ¡Ay, me apunto! ¡Me apunto! ¡Me apunto! — chilló emocionado Enoc saltando de un brinco del sofá.

— ¡NO! — alzaron la voz Judas y Caín al mismo tiempo que tiraban cada uno del brazo de Enoc para sentarlo de nuevo en el sofá. ¡Coño, qué escena tan violenta!

Jope, pues no — se cruzó de brazos en un gesto infantil.

— Vente, si quieres — le animé mirando mal a los mayores de los Darkrow. ¿Quiénes se creían para hablarle así a su hermano pequeño?

— Nah, da igual. En verdad tengo ganas de continuar con la siguiente película —¡Ya claro! Me encogí de hombros dando a entender un "haz lo que te dé la gana".

🗡🗡🗡

— ¿Qué te parece este? Es muy sexy —Me mostró Mad un vestido corto negro de tirantas con la espalda abierta y una abertura en el muslo que llegaba casi a la cadera.

— Demasiado descubierto —puntualicé entrecerrando los ojos.

— Pruébatelo —me ordenó lanzándomelo.

—Pero...

— Calla y hazlo ya.

Me adentré en el probador para hacer lo que exigió con el objetivo de no tenerla toda la tarde comiéndome la oreja para que lo comprase, de esta manera vería que me quedaría fatal y me dejaría en paz.

DEMENTE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora