Buen Chico Chico malo [🍷] JinxJungkookYTú

Acto 11. Servicio comunitario.

Era una salida a la supuesta universidad del turno nocturno, que me tiene caminando a dirección al subterráneo, siendo a penas altas horas de la tarde, entro al primer local hacia abajo, justo en la estación de tren donde son afilados los voluntariados para controlar y revisar los empaques alrededor de los distritos.

Kim Namjoon había sido claro conmigo a la responsabilidad que se le asignaría, seria el encargado de empacar las entregas de los donantes, en cada uno de los vagones cubiertos por el mismo hospital, entre otros utensilios. Fue la primera semana en la que el chico se encamino a su nuevo empleo, seguido de los siguientes días, que no recibí ninguna queja del joven.

Parecía que iba a barrer un récord, como el resto de madres desesperadas esperan a que den a punto de las siete para darle de cenar a sus muchachos, ellas entran en la gran cafetera llena de café y tabaco, que consumen los jóvenes desesperados.

Era mi joven Jungkook que se encontraba aun en la espera, al verlo le muestro su lonchera a lo que el se apresura a alcanzarme con una sonrisa en su rostro, seguido que yo al ir andando. Es en mi malestar, después de una molida de tripas, lo que me hace retorcerme, a esperarme una caída Jungkook me sostiene de la cintura.

− ¿Estas bien? ¿quieres que llame a Hoseok?

−No, parece que me salte una vitamina.

−Oh, pues te conseguiré algo de jugo para que te la tomes.

−Gracias, cielo.

Mientras el va en busca de un poco de agua en la cafetería, yo aguardo asiento en una de las mesas dejando la lonchera para cuando Jungkook regresa con un vaso lleno de jugo de naranja, tomo mi analgésico para beber el juego, siendo Jungkook quien abre su lonchera, viendo su bolsa de sangre manipulada por calmantes que le receto su psiquiatra y un incentivo que encargan a las madres desesperada.

−Dios, te pedí una cena, no un banquete. −dice haciéndole agua en la boca dando el primer bocado− Es mi maruchan, mis frituras y mi jugo de fresa.

−También te traje algo que puedas comer más tarde, y que puedas compartir con tus compañeros.

−No hace falta, con esto es suficiente y no tengo todavía amigos.

− ¿Ah no?

−No, dicen que tengo de novia a una maldita de la policía. −Comienza a sorber gustoso los fideos con rastro de sangre− Hm. Pero hice lo que dijo Namjoon, si hay alguien que quiera partirle la cara, debo consultárselo antes a él.

−Eso es bueno.

−Sí, pero me dice que no lo llame en cada momento. −Saborea ahora su jugo con el que muestra una sonrisa− Gracias por traerme de comer, dicen que al terminar de la siguiente semana recibe un sueldo.

−Me alegra mucho por ti.

−Si. ¿Sabes? Cuando te esfuerzas en algo, recibes tus recompensas.

−Estoy orgulloso de ti.

−Sí, bueno. Ahora que ya entendí la lección. ¿Crees que pueda ya renunciar? −Pregunta el con sus ojos luminosos, sosteniendo mi mano− Ahora que estoy en el modo nocturno, es imposible que pueda estar contigo... Necesito cuidarte, protegerte... Déjame al menos hacerme cargo de mis errores.

−Ahora estas haciendo, Jungkook. Vas bien tesoros.

−Fue divertido mientras duro, pero estoy cansado de tomar café. Necesito mis horas extras para dormir y no puedo vivir sin ti, eres mi oxígeno.

−Sí, el mismo oxigeno que le diste a Lord Mark por tus artimañas. Aun después de darte y recalcarte cada una de tus penitencias, debes quedarte hasta que aprendas la lección o termines el servicio.