Acto 2 Normal.

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Actualmente me encontraba en la vida humana que decidí abandonar, apareciendo como un milagro latente en mi familia, descubriendo que el asilo cristiano te recibe de las manos abiertas al demostrar que los milagros existen, entre ellos aquel que me hacen ver que mi padre no perdió el tiempo dándome un hermano y una hermana.

A este punto después de aparecer en sus vidas, me volví una ciudadana con alergia al sol, no tanto para sufrir quemaduras de alto grado, simplemente un terrible bronceado en manchas negras e irritación que se compone con dióxido de zinc. Contaba con una habitación lo suficiente grande para quitársela a los dos esclavos.

Veía a mis dos enanos aparecer con una botella de refresco y una bolsa de papas. Ellos entregan siendo en busca de mi sudadera donde me pongo a repartir la propina, quedan viendo el billete con valor a cincuenta.

− ¿Cómo es que tienes dinero? −Pregunta Yuna− ¿No somos pobres?

−Lo somos, al menos ustedes.

− ¿Por qué tienes dinero? −Pregunta Yuno− ¿Cuál es tu trabajo?

−No trabajo. ¿Ya olvidaste que soy una jubilada? −Respondo a los gemelos misterio que me la complican poniendo escusas− Participe en la ultima guerra química de Anormales, ya sabes ácidos y godzilla.

− ¿Quién es godzilla? −Preguntan ambos.

−Señor, estos niños sin cultura... −Abanico para que dejen de mosquearme con sus preguntas sin sentido− ¿Qué no tienes algo que hacer? Como picarse la nariz o comer tierra... Muévanse.

Los niños que no saben que hacer un billete grande se encierra a su habitación para seguramente hacer su origami. Mientras disfruto del televisor con mi programa favorito de detectives, escucho el llamado de la puerta anunciando con un; ya llegué. Ladeando la cabeza dejo las frituras a un lado metiéndome a mi papel, viendo a mi madre entrar, acercarse y darme un beso de buenas tardes.

−___. ¿Cómo has estado? −Pregunta ella tocando mi frente− Que bien, tu fiebre ha bajado, perdona que te haya llamado para que recogieras a los mellizos.

−Está bien, de lo poco que gane de la universidad los lleve a comer algunas golosinas.

−No tienes que molestarte, desde que te cambiaste al turno nocturno.

−No es ningún problema.

Me pongo de pie fingiendo un poco de dolor, se supone que era una chica que fue salvada de su secuestrador, me costo meses armar una escena digna de un Oscar, con mi papel de amnesia y una chica que quiere seguir adelante cursando la universidad, en años humanos se supone que tengo veinte años y siete de vampiro.

Mientras ayudo a llevar las compras en el lugar veo a mi madre apagar el televisor, sus ojos puestos en el sofá pienso a que se debe a por lo que mande a los chiquillos de siete años a la tienda, pero un poco de espanto siendo al ver la cajetilla de cigarros.

La mujer de cabellos rubios gira para mostrarlo, a lo que yo hablo. Era un momento para ver a su par de demonios salir para saludarla.

−___. ¿Qué significan estos cigarrillos?

− ¡Yo sé! −Habla Yuno− Un niño mayor de mi escuela los vendía.

− ¡Sí! Mi hermana los tomo todos.

¿Qué? Estaba a favor a la venta local. Dejando el resto de cosas me acerco a la mujer de cabellera larga, haciendo a un lado con suavidad a los enanos le explico calmando su drama.

−Madre, un menor de edad estaba vendiendo cigarrillos, no tenía otra opción que quitárselos. −Comienzo a toser− He hecho una llamada de atención al guardia, esto no puede ser posible.

Buen Chico Chico malo [🍷] JinxJungkookYTúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora