"Una doble Vida". (EDITANDO)

Capítulo 33

Caí al suelo y el hombre dio una patada justo en mí estómago sacándome el aíre.
Quise incorporarme pero fue inútil, mis piernas flaquearon y caí al suelo de nuevo.

-Dónde esta la víbora? -dijo el hombre con burla.

La sangre me hirvió en un abrir y cerrar de ojo.
Comencé a buscar a Joseph y el aún seguía luchando.
Vamos Roberta, no eres débil, puedes soportar ésto. Me decía mi subconsciente.
Puse una manó en el suelo y con la otra tomé mi estómago, dolía como el infierno.
Miré al hombre que me observaba con cautela y sonreía con una sonrisa asquerosa.

-Qué miras hijo de puta ?-pregunté molesta.

-Es que nunca me había tocado ver a una víbora tan lenta- contestó el hombre riendo a carcajadas.

Saqué el cuchillo que tome de Joseph y comencé a luchar con el hijo de puta, estaba tan enojada el hombre me tiraba golpes y con facilidad los esquivaba, giré mí manó y el cuchillo entro en la garganta de aquél hombre, ahogándose por la sangré.
Miré a Joseph y a este lo tenían 3 hombres golpeandolo a la mismo tiempo.
Corrí asía donde estaba Joseph y brinqué arriba de la espalda de uno de los hombre, el hombre giraba y daba golpes para que bajara, lo tomé del cuello e hice una llave, lo estaba ahorcado, tomé el cuchillo y lo degolle.
El hombre calló sin vida.
Miré a Joseph que aun peleaba con el último hombre.

Narra Logan Smhit.

Estaba atado de manos y pies en una habitación muy iluminada, Kenia estaba igual que yo, ambos fuimos golpeados con brutalidad, uno de sus ojos estaba de un color morado, su labio estaba destrozado y su cabello revuelto por los golpes.
Mis ojos ardian por los golpes y de mi nariz no paraba de salir sangré.

Por la puerta volvió a entrar el mismo hombre que nos golpeó y tras el venía otro bombre que no había visto.

-Ya me dirán dónde esta esa perra? -preguntó el hombre, la sangré me hirvió al escuchar como llamaban a Roberta.

-Ya te dijimos que no sabemos donde está- contesté con los dientes apretados.

El hombre impacto otro golpe en mi rostro que hizo girar mi cabeza con brusquedad.

-Dónde está? -volvió a preguntar.

-Hijo de puta -grite- que no se donde está y si supiera no soy tan idiota como para decírtelo.

El hombre dejó de mirarme y miró a Kenia.

-Y tu hermosa? -dijo acercándose a ella.

-Yo no se donde esta -contestó con la voz agitada.

Escuche disparos uno tras otro.

-Ahí esta Víbora- dije con una sonrisa.

-Oh -dijo el hombre intentando imitar que temblaba- que miedo, ahorita la mataran- dijo restandole impotencia.

Como por 4 minutos se escucharon los disparos, mi corazón latia con fuerza, no podía imaginar a Roberta herida.
Los disparos pararon .

-La han matado- dijo el hombre con burla.

Mi cara quedo sin ninguna expresión.
El otro hombre que estaba en la habitación salió y a los pocos minutos entro otro hombre.
Voltee a ver a Kenia y ella me miró con los ojos llenos de irá.

-Que tal agentes? -preguntó Carlo.

-Bien -contesté con sarcasmo -disfrutando como nos golpean.

-Donde está esa perra? -dijo con asco.

-Cállate idiota -grito Kenia- esa perra como tu la llamas te ayudo a ser quien eres ahorita- respiró profundo y apretó los dientes- sin ella no fuiste nada y le pagaste mal.

Carlo se acerco a ella y su puño impacto el rostro de Kenia.

-Golpéame hijo de puta -gritó- sabés que es cierto.

La sangré me hervía estaba atado no podía ayudarla, Carlo seguía golpeandola y Kenia gritaba, por un momento pensé que la mataría a golpes.
Un disparó sono en toda la habitación y Carlo se quedó inmóvil.

-Deja a Kenia en paz -ordenó Roberta.

Su cara y su cuerpo estaba golpeado, un ojo morado, la nariz sangraba y de su boca igual.
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Esperó que disfruten mí trabajó, yo disfruto junto con ustedes.
Besos y abrazos de osos.