Golden Black || ChanSoo [Terminada]

IV

Limpie el sudor de mis manos en mi pantalón, mire fijamente como mi lindo gatito olisqueaba la comida sobre la mesa. Sonrió, su sonrisa forma un corazón y sus ojitos brillan tan intensamente como las estrellas en el cielo. Es verdad, he caído por completo ante la belleza de Kyungsoo.

—¿Qué te parece, Soosie?

Su colita se movió de un lado a otro, apoyo sus codos en la mesa y me miró con dulzura.

—Es perfecto... nunca pensé que un gato callejero como yo sería... tan amado... y menos que tendría una cita, yo creía que esto era algo de solo humanos. Pero enserio me hace sentir muy feliz tener mi primer cita, mi primer beso, mi primer celo y mi primer bebe contigo. — Note el hermoso color rosa esparciendose por sus mejillas.

Un suspiro de alivio salió por mi boca, estire mi mano para consentir sus orejas.

—Ya no eres un gato callejero, eres mi familia... estaremos juntos por ahora y por siempre.

Kyungsoo asintió, mil mariposas parecieron aparecer en mi abdomen
Mi larga cola se movió con emoción de lado a lado, decidí soltar sus orejitas para poder comenzar a comer.

Había preparado pollo con salsas llenas de vitamina para gato la cual tenía una consistencia similar a la crema de leche, habían champiñones bien cocidos sobre el arroz, jugo de frutas especial para felino. Y para mí agua.

Durante la velada mi inquieto gatito se mantuvo hablándome de su vida, de lo que esperaba de nuestros cachorros, como sería la convivencia e incluso en su sueño de trabajar con niños. Le escuché con atención, me limité a asentir, sonreír o hacer un comentario cuando notaba que esperaba que lo hiciera.

Kyungsoo era maravilloso desde cualquier punto de vista, era la cosita más bonita y dulce del universo. Podría ser juguetón y un poquito propenso a hacer travesuras que hacían que los pelos de mi humano favorito se pusieran de punta, pero pese a eso nunca pensé que sería tan feliz.

Al finalizar la cena, la cita solo estaba comenzando. Prendí la música y con nerviosismo le extendi mi mano para poder bailar.

Kyungsoo maullo, salto a mis brazos enredando sus piernecitas a mi cadera. Me reí y sin exigirle que bajara sus pies comencé a bailar al ritmo de la música.

—Soosie... no me dejes nunca.

—No pienso dejarte jamás —acuno con sus pequeñas manitos mi rostro, repartió dulces y largas lamidas por mi piel. Esa textura rasposa me gustaba, solo atiné a ladear mi cuello permitiendo que mi Omega me marcara.

Sus afiliados colmillos se incrustaron en mi piel, la sangre viajo hacia mi entrepierna. Su caderita se movió de lado a lado y luego gimió.

—Yeollie... tu gatito quiere mimos...

Mordí mi labio, mire el sofá en la esquina y asentí.

—Metere de nuevo el nudo —dije, asintió eufóricamente.

Enserio, estoy muy enamorado.