Había salido muy temprano por la mañana. Quería despejarse un poco y de paso aprovechar para comprar algo rico para su hermanito.Se sentía avergonzado por lo que había sucedido horas atrás, pero no podía negar que se sintió muy bien dejarse cuidar por unas pocas horas. Su hermano poco y nada podía hacer para luchar contra sus demonios internos, pero apreciaba demasiado que lo intentara.
Le hacía sentir una calidez en el pecho a la que no estaba acostumbrado, pero le gustaba la sensación.
Estaba mucho más calmado mientras iba de regreso, pero sintió como todo se desmoronó cuando escuchó voces dentro de su departamento. Y no tardó en notar que se trataba de Jeon.
¿Qué diablos hacía ahí?
Si el día anterior se había contenido de matarlo no estaba muy seguro de poder lograrlo ahora.
Suspirando pesadamente puso un rostro serio y entró a su hogar, su hermano y Jeon permanecian sentados en la sala hablando cómodamente hasta que notaron su presencia.
— Hyung estás aquí. — el menor le sonrió enormemente, como cada vez que le veía llegar o pasar por el a la escuela. Jimin tenía el ligero presentimiento de que su hermano temía ser abandonado por el. — tu amigo llegó hace poco le hice pasar.
— Claro, está bien. — dejó las compras en la mesa pequeña del comedor sin dirigirle ni una mirada a Jeon. — ven a almorzar yo hablaré con mi amigo.
— ¡Pero hyung! ¿Por qué no almorzamos los tres juntos?
Joder. Jimin se maldecía por no poder negarle nada a su hermanito.
Sin más remedio asintió y los tres se sentaron para comenzar a comer los deliciosos postres y malteadas que había comprado.
En el lugar solo se escuchaban las voces de su hermano y de Jeon, quienes hablaban animadamente sobre un programa de televisión que tenía vuelto loco al menor.
Jimin permanecía en silencio maldiciendo tanto como podía a Jeon en su mente. Trataba de respirar profundamente para no armar una escena frente a su hermano, por el y solo por el se estaba controlando.
Una hora más tarde mandó al menor a comprar unas cosas para que finalmente les dejara solos.
— ¿Qué haces aquí?
— Tenía que hablar contigo. Ayer te fuiste y no me permitiste darte una explicación sobre lo que realmente pasó.
— ¡No necesito una explicación! Las cosas están más que claras. Querias utilizarme para sacarme información o algo que les sirviera para atacarnos.
— Nada de eso Jimin. — responde molesto, viendo fijamente el rostro del más bajo. — ¿no lo recuerdas? ¡tu te acercaste a mi aquella noche, tu me diste tu número de teléfono y fuiste tu quién mencionó lo de no hablar de cosas personales como familia o trabajo! ¿se te olvidó acaso?
Park se quedó en silencio. Aquello era cierto. Pero no podía descartar del todo que todo estuviera planeado desde un inicio por Jeon y su gente.
— ¿Y que quieres?
— Yo jamás te utilicé para nada Jimin. — toma los brazos del chico y comienza a acariciarle suavemente. — admito que sabía quién eras y para quien trabajar por ello no quería acercarme desde un inicio, pero tú seguiste insistiendo y yo realmente pensé que era algo de una sola vez. Luego las cosas siguieron escalando más y más.
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no one else › kookmin au
Fiksi PenggemarDónde Jungkook y Jimin pertenecen a mafias enemigas y viven un amor prohibido. › social media y narraciones