Weasley's y Lockhart.

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N/A: Se que es pequeño, pero realmente creí que si lo alargaba perdía un poco su gracia xD ¡A leer!

P.D: Muchos preguntaron por qué Ron fue en el viaje en busca de Harry; el cap no lo dice, así que lo aclaro acá. Los gemelos lo chantajearon porque pensaron que Harry no tenía encogido el baúl, también pensaron que vendría Hedwing. Por lo tanto, sí, lo querían usar como mula de carga C:

-o-O-o-O-o-

Llegaron a lo de los Weasley apenas despuntó el sol. La casa estaba tan destartalada y animada como siempre; Harry pudo apreciar algunas gallinas y demás animales correteando en el descuidado jardín antes de aterrizar. Fred y George le sonrieron al mismo tiempo que bajaron del auto.

-Está es nuestra casa- Dijeron –Le pusimos 'La Madriguera', porque...realmente no sabemos por qué- Rieron, Harry ya sentía el gran nudo en el estómago, pero igual les sonrió.

-Ahora- Comenzó un enfurruñado Ron –Más te vale no hacer ni un solo ruido, Potter- Y se calló para abrir la puerta mientras el azabache ponía sus ojos en blanco y los gemelos reían disimuladamente; no llegaron muy dentro de la casa para cuando los tres hermanos adquirieron el tono más pálido que les había visto.

-¡Ah!- Dijo Fred.

-¡Dios mío!- Le secundo George.

-Mamá- Completó Ronald ya con su madre a cuatro pies.

-Buenos días, mamá- Saludó George con una voz y sonrisa que él creía encantadoras.

-¿Saben lo preocupada que he estado?- Preguntó con voz funesta. Harry comenzó a analizarla: su rostro parecía más joven que nunca, su ceño opacado por rabia y ambas manos agarradas de su cintura, en la cual llevaba un delantal estampado por donde se podía ver su varita sobresalir de uno de los bolsillos.

Potter se sintió completamente fuera de lugar e incómodo al instante.

-¡Las camas vacías! ¡Ni una nota! El auto desaparecido... Me he sentido morir, ¿acaso les importa? Un disgusto así jamás me lo dieron ni Bill, ni Charlie, ni Percy...- Siguió gritando.

-Percy el perfecto- Murmuró Fred con reticencia incluso al nombre.

-¡Podrían seguir su ejemplo!- La cosa parecía durar para horas; Molly parecía una desquiciada para cuando se giró hacia él, quien retrocedió varios pasos –Me alegro de verte, Harry, querido, pasa a desayunar- El chico quería decir 'no, gracias' e irse de allí lo más rápido posible, pero los gemelos no le dieron tiempo a nada, arrastrándole hasta la pequeña cocina de los Weasley.

Allí estaba su típico reloj de una sola manecilla, los libros de cocina mágica, y la radio anunciando, en vez de a los desaparecidos, que comenzaba la hora de las brujas, con la cantante Celestina Warbeck. Harry se sentó en una de las sillas, escuchando a la señora Weasley rumiar por lo bajo, antes de que saliera de la cocina y le sirviera de ocho a nueve salchichas.

-No te culpo a ti, Harry- Dijo con sartén en mano –Pero, realmente, cualquiera los podría haber visto volando el cielo con ese coche ilegal-

-¡Estaba nublado, mamá!- Dijo Fred, rodando sus ojos.

-¡No hables con la comida en la boca!- Lo interrumpió ella.

-¡Lo iban a matar de hambre!- Se quejó George.

-¡Tú tampoco!- Gritó, para luego ponerse a rebanar pan, ¿acaso era bipolar como su hija? Y, hablando del diablo, Ginny entró en ese momento a la habitación, agarrando un pedazo de pan, sin darle ni siquiera una mirada.

-¿Quién es ese?- Preguntó mordaz.

-Harry- Sonrió Fred.

-Harry Potter- Dijo alegre George; Ginebra pegó un chillido al verle bien y salió corriendo como un tomate escaleras arriba. Ambos gemelos rieron –Esa es Ginny, nuestra hermana- Dijo luego de parar de reír.

Reviviendo una vida: Cámara Secreta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora