I

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-Tienes que limpiar la cocina-Minjeong apartó por unos segundos la vista hacia su computador, poniéndole pausa a la serie que estaba viendo para así mirar su celular con odio.

-¿Desde cuándo ordenamos cuando vienes con tu novia?-

-No viene sola-susurró.

-Oh- -soltó y sintió como sus orejas se calentaban-Limpiaré todo el primer piso-dijo al levantarse de la silla.

-Y si te sobra tiempo, también tu habitación-

-No te aproveches, mamá-escuchó la risa de su madre y esta le colgó la llamada.

Miró con atención su habitación, su corazón se aceleró al recordar la conversación que tuvo con su madre. No le molestaba la idea de vivir con la pareja de su madre, la conoce hace ya seis años. Aunque eran una pareja que se separan meses para luego volver como si nada, su pareja es muy amigable.

Por otro lado, estaba su hija. Lo único que sabe de ella es su nombre y que tienen la misma edad. Eso no le agradaba, no le gusta sociabilizar con gente de su edad.

Bajó al primer piso y se asustó al darse cuenta de que estaba hecha un desastre. Hace poco cocinó un plato algo complicado y no quiso limpiar lo que usó. Soltó todo el aire de sus pulmones y al rellenarlo de nuevo, caminó hacia el lavaplatos para lavar todo lo que viera.

Cuando su madre le habló sobre la posibilidad de que su pareja con su hija comenzara a vivir con ellas, no le tomó mucha importancia, no porque no le importara, sino que se lo dijo mientras ella estaba concentrada en algo más. Sabía que si su madre se lo hubiera dicho en un momento que le podía poner atención, no iba a poder dormir por unos días.

Terminó de limpiar la cocina y fue la sala de estar. Había ropa sin doblar, por lo que lo hizo lo más rápido posible.

No podía molestarse porque su madre traiga a una mujer sin su permiso, ya que tenía sus razones. Había escuchado a su pareja contando la historia de su hija que vivía con su padre. Escuchó que ese hombre no era muy agradable por lo que estaba haciendo lo posible para sacarla de ahí, pero ella no tenía un hogar para cuidarla.

-Tengo que irme-dijo su madre mientras se arreglaba para salir. Ella se encontraba en la sala de estar mirando una serie-Jimin está en el hospital-dijo antes de salir.

Eso fue hace una semana. Se sintió una estúpida por no pensar que podría venir a su hogar.

Analizó el lugar. Estaba ya todo ordenado y limpio. Observó la hora para darse cuenta de que su madre llegará muy pronto. Sin saber como controlar sus nervios, solo se dedicó a caminar por toda la casa.

Sus manos sudaban, su corazón estaba acelerada y estaba mareada. Recordó el día que conoció los hijos de la pareja de su padre, en ese momento no se sentía así, ya que su padre tan solo llegó sin avisar con esos niños. Vivió un tiempo con ellos antes que su madre pudiera comprar una casa y fue totalmente desagradable.

No quería vivir esos momentos de nuevo.

Se limpió las manos, respiró hondo para calmarse y dejó de caminar para no marearse más. Se intentó animar pensando que si su madre es agradable, su hija también lo sería. ¿Pero quién le podía asegurar eso? Su madre era una de las personas más sociales que conocía y luego estaba ella... que ni siquiera tenía amigos.

Sus pensamientos paranoicos se detuvieron por un segundo al escuchar el motor del auto de su madre. Bajó corriendo hacia la puerta y sus pensamientos se volvieron peores.

"Sigo en pijamas"

Miró su reflejo en la ventana para darse cuenta lo desarreglada que estaba. Con un pijama ya antiguo que tenía unas cuantas manchas de cosas ya ni recordaba ¿Cloro? ¿Café? Levantó sus manos para arreglarse un poco el cabello, pero se dio cuenta de que detrás de su reflejo estaba una mujer parecida a la pareja de su madre, saludándola con una sonrisa.

Super Shy [Winrina] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora