VI

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—Hay algo entre tú y Minjeong—dijo Giselle con dificultad mientras se estiraba. Se encontraba en clases de educación física y, por obvias razones, Winter se encontraba en la banca jugando en su celular. Haciendo lo posible para no rascarse la venda que tenía en la nariz que le colocó su madre, en la mañana, entre miles de preguntas para que le explicara qué le pasó. Respondió cada una de ellas ¿Para qué mentirle?

Por otro lado, si había logrado escapar de las preguntas del colegio. No le fue fácil y recibió un poco de ayuda. Al entrar al colegio, todas las chicas curiosas que no la conocían ni conocían la palabra privacidad, se le acercaron y la felicitaron por su valentía por lograr sacar a un hombre del lugar.

Se había vuelto una celebridad por la primera media hora del horario escolar ¡Todas hablaban de ella! Eso le hacía tener ganas de vomitar y temía que luego no iba a poder concentrarse en la prueba. Conocía su cerebro. Ya se imaginaba mirando el ejercicio de matemáticas, uno que ya sabia como resolver porque la profesora solía usar los mismos ejercicios del libro. Se dedicaría a imaginarse que todo su alrededor la vería. La profesora no apartaría la vista de ella durante toda la prueba y cuando se levantara a entejárselo (aunque solía ser la primera en terminar, siempre era la cuarta de entregar para no llamar la atención) le preguntaría al frente de todo el porqué lo había hecho y aunque no respondiera la primera pregunta, agregarían otras y otras y otras muchas más hasta que el tiempo la obligaría a irse del salón. Luego eso se iba a repetir con los otros profesores y luego uniría las alumnas.

¡Iba a ser el peor día de su vida!

Sin embargo, luego de que muchas chicas se acercaran a hablarle y ella estaba a punto de llorar porque no quería tartamudear al frente de todos. La atención hacia ella desapareció luego de que Karina gritara en el pasillo.

—¿¡QUE ESTÁS HACIENDO!?—Un poco exagerado, en opinión de Giselle.

Una de las cosas que Karina notó rápidamente del colegio de mujeres es lo chismosas que son. Los colegios mixtos, los chismes no le llegaban a todos, los adolescentes estaban muy ocupados babeando por el género opuesto. En el colegio femenino, o al menos en el que ella estaba, los chismes eran fácil de expandir, pero también fácil de olvidar.

El rumor de que Karina estaba saliendo con Ningning y ella se besó con Giselle, tapó rápidamente el suceso de Minjeong. No había nada mejor que un drama amoroso, fue idea de Karina crear algo y a Giselle se le ocurrió hacer eso ¿Besarse con Ningning? No le encontraba nada malo. Sabía que la menor se burlaría del suceso, pero Ningning también sabía que ella lo haría. 

Luego de la primera hora de clase, Jimin escuchó desde sus propias compañeras que era imposible que algo así estuviera pasando ¿Ningning traicionando a Karina? La mayor llevaba poco tiempo en el colegio y ya había generado una imagen de ser parte de las chicas del fondo que se la pasan riendo. Se adaptó tan rápido que parecía que siempre estuvo ahí. Y Giselle no tenía la imagen de robarle la pareja a alguien ni Karina de tener una relación con Ningning. 

Ya no era un triángulo amoroso. No, eso era muy imposible para las personas que las escuchaban reírse a carcajadas todo el día. Ahora Karina se había convertido, ante los ojos del resto, una mujer homofóbica.

JA. Como si no viviera con Tiffany y Taeyeon ¿Que pensará Minjeong si escuchara eso? Pensaba que talvez soltara una risa, corta y tímida, con un poco de arrogancia. Como las que hace cuando su madre dice una estupidez en la cena. 

—Te gusta Minjeong—dijo Ningning y Karina dejó de estirar sus brazos para mirarla—No, no creo—susurró para sí misma—Se conocen desde antes, si es eso. Soy una genía ¡OH DIOS!—dejó de estirarse mientras sentía que su cerebro funcionaba a mil.

Super Shy [Winrina] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora