V

1.7K 211 10
                                    

Nada. Nada de nada. Luego de dos semanas, no había logrado avanzar nada con Minjeong. Si algún día lo lograba, esperaba no olvidarse en felicitarle por las habilidades que tiene para alejar a la gente. La única oportunidad que tenía para hablar con ella era antes de dormir, pero sentía que si decía algo más que un "Buenas noches" iba a irse a dormir al sillón y no quería perder la poca cercanía que tenía. 

Le había dicho que tenía solo dos días para adaptarse para luego obligarla a hacerse cercana y ni siquiera podía dar el primer paso. Sentía que Somi se sentiría muy decepcionada si la viera con dificultades en hablarle a alguien. 

—¡ADIÓS!—gritó Ningning y Giselle mientras Winter se iba del salón. 

Minjeong soltó un largo suspiro. Había logrado hacer un gran paso desde las dos semanas con Karina. Había dejado de fingir que dormía. Estaba muy orgullosa de sí misma y feliz de que ninguna de las tres ruidosas le hablara. En la mitad de la primera clase, levantó la cabeza, sacó su cuaderno y comenzó a hacer sus apuntes. ¡Lo habia logrado! Por fuera parecia tranquila, cansada, como si se hubise despertado de una mala siesta. Por dentro, la tormenta se habia transformado en un estadio lleno de inchas de futbol. Un bando estaba celebrando a gritos y el otro seguia asustado ¿Y si Ningning le hace una broma? ¿Y si Karina le decia algo?

Sacó de su bolsillo unas monedas, ese logro merecía su recompensa por lo que iría a una máquina de comida a comprarse unas papas. Bajó las escaleras casi saltando de la emoción. Al llegar a su casa se lo contaría a su madre. No, mejor no, la iba a retar por no ponerle atención a las clases. Se lo diría a Tiffany. 

Se detuvo al llegar a la entrada del colegio. Se encontraba un hombre bien vestido que reconoció rápidamente. Retrocedió un par de pasos y miró hacia atrás ¿Y ahora qué? Miró como el hombre hablaba con una profesora, el hombre parecía ser amable, muy amable para creerle. Guardó las monedas en su bolsillo. No podía escapar de él. Tragó saliva y la tormenta de su interior parecía ser capas de destruir todo un país. Dio un paso hacia adelante ¿Qué le iba a decir? Dio un paso hacia atras. No tiene la menor idea, pero ahora iba a paso seguro a enfrentarlo. 

—Disculpe—dijo Minjeong con voz calmada y amable, poniéndose al frente de la profesora para sacarla de la conversación—¿Puedo pedirle que se vaya inmediatamente?

—¿Quién eres?—dijo el hombre, totalmente confundido. Minjeong notó como estaba comenzando en enojarse. 

—Amiga de su hija, por eso sé que usted no debe de estar acá. 

—Ser su amiga no te da derecho de intervenir en estas cosas—hablaba con los dientes juntos. Minjeong notó que en cualquier momento iba a explotar.

Su madre ya le había dicho que era un hombre que no aguantaba nada. Un peligro que debía de ser alejado de Karina. Miró hacia su alrededor, cuatro profesores parecían estar atentos a lo que pasaba. Minjeong ya se lo imaginaba murmullando entre ellos "¿Que hace esa chica con el?" "¿No que esa chica es tartamuda?" "Pensé que era muda"

—Bueno, no es como que usted tenga más derecho en venir—se acercó al hombre para susurrarle—escuché que tiene una orden de alejamiento—dijo mientras veía que más profesores se acercaban.

Eso le asustaba, estaba llamando mucho la atención para su gusto, luego de eso le iba a pedir a Taeyeon que le suba a la dosis de su calmante por una semana. ¿Y si la expulsan? No quiere vivir otro primer día y menos en su último año escolar.

—Es mi hija. 

—Me importa una mierda—dijo al alejarse. Levantando levemente una parte de su labio al decir "mierda".

—No le puedes hablar así a un adulto—su cara se estaba volviendo roja por el enojo.

Winter notó que tenía los puños apretados, controlándose para no golpearla. Un pensamiento pasó por su cabeza, era un plan extremadamente malo, malisimo, pero era mucho mejor que seguir tratando en convencerlo en sacarlo del lugar. Ni siquiera sabia como seguir esa conversación.

Super Shy [Winrina] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora