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𖦹 — hee- hee, despierta —. lo sacudes, tratando de despertarlo. jabías estado dando vueltas toda la noche, y la repentina necesidad de sentir los labios de tu novio sobre los tuyos te abrumaba. se mueve y gime, parpadeando para quitarse el sueño de los ojos. — eh- ¿qué hora es? — golpea con la mano la pequeña mesa al lado de la cama de tus chicos, buscando su teléfono. maldice cuando se encuentra con una luz brillante que lo cega y su teléfono indica las 3 am. él te mira fijamente, y cuando le haces pucheros, sus ojos se suavizan. — ¿qué ocurre bebe? — te sonrojas, dándote cuenta ahora de que tal vez tu razón fue estúpida. se sienta, empuja el cabello hacia un lado de tu cara y acaricia tu mejilla. — yo... sólo quería un beso —. ambos parpadean y él se ríe ligeramente. te picotea los labios, pero regresa por otro, profundizándolo. sonríes en el beso, sintiéndote contenta. — ¿estás bien ahora? — él pregunta y tú asientes felizmente. — ¿eso es todo lo que querías? — él pregunta y tú asientes tímidamente. él se ríe divertido y te acerca a él para que te recuestes. — eres tan linda —.
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𖦹 sabías que era una idea estúpida. uno porque probablemente no despertaría. o dos, estaría enojado y molesto. sin embargo, a esa pequeña parte de ti que ahora lo estaba despertando no le importaba. él gimió, tratando de ahuyentar tu mano. ya tenía un puchero en su rostro y el ceño fruncido. — jay. por favor despierta —. él suspira y levanta la cabeza, mirándote de reojo. — qué —. su cabello se levanta en diferentes direcciones y sus ojos ni siquiera están abiertos, pero parece disgustado. — ¿puedo tener un beso?— ante la pregunta, el rostro de jay muestra una expresión de confusión. — no —. se da vuelta, sosteniendo las sábanas. — jay, bebé, por favor —. jay siempre tuvo debilidad por ti, pero no le gustaba que incluso ahora no pudiera decirte que no. con un largo suspiro, se da vuelta y te mira. le das una sonrisa tímida y aunque debería estar enojado no puede evitar encontrarte tan linda. antes de que puedas decir algo más, te besa el tiempo suficiente para que lo profundices. — ahora ve a dormir —. dice abrazándose contra ti.
