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tus labios parecían suaves y carnosos en tu espejo compacto mientras te aplicabas un brillo labial recién comprado.
su sabor contenía toques de vainilla, liberando una sutil sensación cálida en tus papilas gustativas, junto con un dulce sabor a fresa.
chasqueaste los labios.
con dos bebidas en la mano, tu novio, heeseung, regresó y se reunió contigo en la mesa afuera del pequeño café donde estabas sentado.
— gracias, cariño —, dijiste con una sonrisa antes de inclinarte automáticamente para besarte.
tus labios se encontraron con los suyos brevemente antes de alejarse con una sonrisa emocionada, la atención ya se había desviado de él mientras estabas lista para tomar un sorbo de la refrescante bebida.
— mmm, sabes bien —, soltó, haciendo que tu cabeza girara en su dirección. su comentario te tomó por sorpresa. — ¿qué es eso? —.
dejando que sus palabras asimilaran por un momento, sonreiste ante el cumplido, — nuevo bálsamo labial —.
— tienes un sabor increíble —, expresó de nuevo, casi en trance esta vez mientras se encontraba inclinándose por más.
y lo que comenzó como un simple beso casi se convirtió en un beso apasionado si no fuera porque tú lo alejaste.
— ¿qué estás haciendo? — te reíste. — hay gente alrededor —.
— sabes bien, me gusta mucho este nuevo sabor que tienes. ¿de qué es? —.
— fresa y vainilla —, respondiste alegremente.
— eso es lindo —, afirmó, sus ojos incapaces de encontrarse con los tuyos, solo fijos en tus labios. probablemente ni siquiera estaba escuchando tus palabras ya que su enfoque estaba claramente en otra parte en ese momento. — ¿puedo besarte de nuevo? —.
pensándolo bien, sería demasiado fácil si simplemente te rindieras... así que decidiste meterte un poco con él primero.
— no —, volteaste la cabeza y te llevaste la bebida a la boca para tomar un sorbo, refrescando tu cuerpo del calor del clima cálido.
y la mirada de heeseung solo permaneció en tus labios mientras bebías el líquido.
— ¿pero por qué? — frunció el ceño, moviéndose ligeramente para finalmente mirarte a los ojos y acercarte más.
— bebé, dije que hay gente alrededor. si te dejo seguir besándome, ¿quién sabe a qué conducirá esto? —.
— entonces- — comenzó mientras formaba una idea en palabras, susurrando la siguiente parte de su oración al oído, — ¿por qué no llevamos esto a otra parte? ¿como en otro lugar como en casa? —
