Cinco días habían pasado desde que vio a Hongjoong. Cinco. Largos. Tortuosos, y horribles días que le parecieron años.
La pequeña sensación de ansiedad que antes había estado sintiendo previa a la última noche con Hongjoong, se habían amplificado a magnitudes alarmantes. A veces cuando estaba en su habitación, se encontraba con el celular entre sus manos mirando el chat abierto y completamente vacío de Hongjoong, por horas, con la idea loca de mandarle un mensaje, y tal vez si el otro chico quisiera, empezar una conversación trivial. ¿No era re loca esa idea? ¡Era super loca! ¿A quién se le podría ocurrir algo así?
Y en un lugar como la cocina, más específicamente en la cocina de un restaurante, con gente yendo y viniendo con cosas en sus manos, y con cosas peligrosas por doquier, Wooyoung debería haber estado más atento. Gracias al cielo que era un viernes al mediodía, donde el ambiente era mucho más tranquilo que un viernes a la noche, y solo había la mitad de empleados.
_ ¡Wooyoung-ah, cuidado! _ El grito de su padre se escuchó en todo el lugar, cortando todo movimiento, y acallando todos los sonidos característicos de una cocina en funcionamiento, y con ello también las voces.
Lástima que para Wooyoung el grito de advertencia fue un poco tarde, cuando de la nada, choco con algo, o más bien con un montón de cacerolas con lo que alguien parecía haber decidido hacer malabarismo en el medio de la cocina. Las cuales, sin poder evitarlo, decidieron aterrizar todas encima de Wooyoung. Pero para mala fortuna de él, un asa particularmente filosa, aterrizo a pocos centímetros por encima de su ceja, y con suma saña, como si nunca le hubiese caído bien, y hubiese aprovechado la ocasión para golpearlo en el rostro. Wooyoung se dejó caer al piso sentado, mientras un dolor pulsante comenzó a expandirse de ese lugar a toda su cabeza.
_ Carajo _, gruño adolorido y molesto. Sintiendo algo caliente y húmedo comenzando a caer por el costado de su cara, llevo una mano a la frente, y haciendo una mueca al tocarse, sus propios dedos se humedecieron de rojo _. Sangre.
_ ¡Oh, Dios mío! Wooyoung-ssi lo siento mucho _, dice la persona sumamente apena repitiendo las palabras una y otra vez, mientras hacia una profunda reverencia _. Realmente lo siento.
_ Hijo, ¿cómo te encuentras? _ Pregunta el padre de Wooyoung agachándose a su lado, y percatándose de su herida por encima de la ceja derecha. Poniendo unos dedos debajo de su barbilla, empuja levemente para poder ver mejor su rostro.
_ Señor Jung, lo siento tanto _, dice más angustiado que antes al ver la sangre en el rostro de Wooyoung, y vuelve a hacer una reverencia, más profunda que antes, donde casi su frente toca su rodilla.
_ Felix-ah, tranquilo, todo está bien. Por suerte nada grave ha pasado _, dice con voz serena y apaciguadora al pobre chico, que parecía a punto de desmayarse _. Te diría que tuvieras más cuidado la próxima vez _, mirando a su hijo a los ojos _. Pero viendo el comportamiento distraído de mi hijo hoy, la culpa fue de él. Me sorprende que no haya ocurrido ningún accidente antes de esto.
_ ¿Qué? ¡Papá! _ Grita ofendido.
_ ¿Qué, no lo fue? ¿No lo estabas? ¿Me vas a decir que la culpa fue de Felix? _ Pregunta levantando una ceja.
_ Claro que no... Aish, bueno sí. Me declaro culpable de todos los cargos, ¿feliz? _ Dice con un puchero en sus labios, para luego pasar a una mueca de dolor, y estando a punto de tocarse la herida inconscientemente, su padre lo toma de la muñeca para impedir que lo haga.
_ Felix _, el chico lo mira con los ojos abiertos cual platos, y las facciones contraídas por la preocupación y la culpa.
_ ¿Si, señor?
_ Tráeme el botequín de primeros auxilios, por favor.
_ Enseguida _, y sale corriendo en dirección del objeto.
_ Me duele papá _, se queja Wooyoung como un niño pequeño.
Frunciendo el ceño, y viendo más detenidamente la herida dice, _ creo que vas a necesitar unos puntos. Unos centímetros más abajo, y hubiese sido una tragedia para tu ojo _. Dándole unas palmaditas en su hombre, _, vas a tener que ir al hospital, Wooyoung-ah.
Completamente exaltado Wooyoung grita un, _ ¡NO! _, asustando a su padre, que lo mira con los ojos bien abiertos por unos segundos.
_ Vas a ir, tienes que recibir algunos puntos. No es para tanto hijo, pudo haber sido mucho peor _, sentencia con voz firme.
Viendo a Felix regresar apresuradamente con una caja blanca con una cruz roja en ella, la toma entre sus manos cuando el objeto es extendido hacia él. Abriéndola, toma un pedazo de algodón, y vierte un poco de agua oxigenada para limpiar el rastro de sangre del rostro de Wooyoung. Luego hace exactamente lo mismo tomando otro pedazo de algodón limpio, y muy cuidadosamente, tratando de no lastimar de más a su hijo, limpia el borde de la herida, apenas tocándola en profundidad. Y finalmente, coloca un poco de gasas sobre el corte, para tratar de detener la pérdida de sangre, poniendo cinta para la piel para sostenerla.
Controlando lo hecho, y satisfecho con el trabajo, mira a Felix que estaba parado a unos centímetros de ambos Jung.
_ Felix, ¿puedes acompañarlo al hospital? Va a necesitar unos puntos. Y en este momento no puedo dejar el restaurante solo.
_ Sí, claro señor, puedo hacer eso con mucho gusto _, asiente con una reverencia.
_ ¿Felix? _ Llama Wooyoung al chico, él posa sus ojos enormes y culposos en él. _ Felix, lo siento. No fue tu culpa, así que tranquilízate, ¿quieres? _, Wooyoung mira al chico que se había quedado en estado de shock, y le regala una sonrisa suave y tranquilizadora. _ Relájate, ¡Dios!, no es para tanto.
Felix larga todo el aire de sus pulmones que no sabía que estaba conteniendo.
_ Gracias Wooyoung-ssi _, dice para después devolverle una dulce y hermosa sonrisa.
_ ¿Sabes manejar, o pido un taxi? _ Pregunta el padre de Wooyoung mientras se pone de pie, y ayuda a su hijo a hacer lo mismo.
_ Puedo manejar. Tengo auto, señor.
_ Perfecto _. Con un suspiro de alivio acaricia la espalda de su hijo. _ Wooyoung-ah, cualquier cosa me llamas. ¿Quedo claro? _ Pide con voz inflexible.
_ Si, papá _, dice con sarcasmo, aunque quedo medio tonto porque... bueno él era su padre.
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Derribando muros
RomanceWooyoung ha resguardado su corazón para no enamorarse de nadie, con demasiados muros, demasiado fuertes, demasiado tiempo para que cualquiera pueda traspasarlos. Pero no contaba con que Hongjoong sin apenas intentarlo, los derrumbara poco a poco, u...