¿Quién queda? (Harem x Bakugou x Tú +18) ( Pausa )

cap 26

Tú habías regresado al instituto después de una ausencia prolongada. Gracias a la ayuda de Kirishima, tu vida había experimentado un giro inesperado. Había encontrado claridad en sus pensamientos y ahora sentía que, si necesitaba respuestas, debía buscarlas directamente de Kaiser, una figura misteriosa en el instituto. Su regreso representaba una nueva oportunidad, aunque en el aire se percibía una tensión latente.

Mientras se aproximaba a la entrada del instituto montada en la gran moto de Kirishima, sintió una mirada intensa posada sobre ella. No era otra que la de Bakugou, cuyos ojos destilaban furia. Al parecer, su llegada en la imponente moto de Kirishima no había pasado desapercibida. A pesar de los intentos del chico pelirrojo por calmar a Bakugou, este último, conocido por su temperamento explosivo, no estaba dispuesto a escuchar razones. Con determinación, te ayudó a bajar de la moto.

Tu: ,nerviosa, bakugou no es necesario...

Su toque con sus grande manos y sus músculos te hacían perder el control querías besarlo ahora mismo además te gustaba un poco verlo celoso

Temerosa de que la situación se volviera violenta, tú intentas explicarle a Bakugou que solo Kirishimate te estaba ayudando. Sin embargo, la mirada amenazante de Bakugou la dejó en silencio por el miedo.

No obstante tu notaste cómo Bakugou fijaba su mirada en la nuca de tu cuello, donde había una mordida. Aprovechaste la oportunidad y le susurraste su oído.

Tu: Kirishima ya sabe que soy una chica, Bakugou. Acabo de decírselo, y prometió protegerme. (Tocas con tu palma de tu mano la mordida, como si aún te doliera, esperando que eso lo hiciera entender).

Bakugou, sorprendido, se acercó a Kirishima y le dijo sarcásticamente: "Así que tú también le vas a dar protección, ¿eh?"

Kirishima, con una sonrisa cómplice, respondió en voz baja: "Por supuesto, Bakugou. Todos tenemos nuestras maneras de protegerla."

Queriendo evitar un conflicto mayor, tu protagonista recordó que las clases estaban a punto de comenzar y los instó a dejar de pelear.

Tu: Las clases ya empiezan. No deberíamos pelear aquí.

Bakugou, mirando a Kirishima con desprecio, declaró: "Soy mejor para ella, Pelos de Mierda. Puedes irte tranquilo con tu 'protección'."

Sin previo aviso, Bakugou tomó el rostro de la protagonista y la besó apasionadamente, dejándola sorprendida y preocupada por si alguien los veía. Kirishima, sin quedarse atrás, hizo lo mismo. Ambos parecían competir por su atención, sin prestar atención a las consecuencias.

Tu: (Molesta y ruborizada) ¿¡Se creen que pueden hacer lo que quieran!?

Tú te alejaste de ellos y se dirigió al aula, visiblemente enojada. Mientras caminaba hacia la puerta, se preguntaba cómo esta situación afectaría su regreso al instituto y los secretos que rodeaban a Kirishima, Bakugou y Kaiser.

Estás en el aula, enfadada, cuando Denki se acerca tímidamente hacia ti. Te sorprendes.

Denki: Hey, Kaiser bro, ¿qué te pasó? No sabíamos nada de ti.

Tú: ¿Qué se mete la chusma?

Te ríes, ya que Denki no sabe quién eres y tienes que mantener todavía el personaje, pero tienes ganas de decirle todo. Por ahora, te conformas con su presencia. Aprovechas y le preguntas qué sucedió cuando no estabas y te pones al día con las tareas. Luego de un rato, Bakugou y Kirishima regresan con moretones y sangre, y ya sabes lo que ha pasado; se han peleado por ti. No quieres saber más sobre eso, los ignoras y sigues con Denki, quien se ha protegido de los golpes de su pandilla.

Entra el profesor.

Profesor: Buenos días, estúpidos.

El profesor te mira y suspira.

Profesor: Kaiser, gracias a tu personal me avisó que estuviste ausente por una alergia. Te salva de las faltas, pero eso no debería hacerte feliz, ya que tendrás que rendir un examen de todo lo que te perdiste estos días. Con esto, sigamos la clase.

Tú te quieres matar, además de que tienes que hablar con Kaiser sobre si seguir en el instituto. Todavía tienes que seguir estudiando, y lamentas interiormente. Sientes la mirada de Bakugou en tus hombros y de Kirishima que ojeaba cada rato. Estás agradecida de que no le dijeran a nadie que eres una chica, pero... ¿realmente no lo saben? Tendrás que hablar sobre eso más tarde.

Sales del aula suspirando por un tema en particular.

Tú (pensativa): Si quiero hablar con Kaiser. El problema es que no sé cómo contactar con él. No tengo su número, tampoco conozco la dirección de su casa. Él sabe todo de mí, y yo no sé nada de él, y eso me inquieta un poco.

Mientras vas caminando, ves a lo lejos a Aaron sentado en una escalera.

Sonríes y te sientas a su lado. Ustedes no se dicen nada, porque no es necesario, y apoyas tu cabeza en su hombro, ya que no había nadie. Tienes ganas de decirle todo, pero no en el instituto.

Tú: Hey, Aaron, ¿me ayudas a estudiar? Estoy en aprietos.

Aaron se echa a reír y te dice que no. Tú le haces muecas y le das golpes para que te ayude. Se habían mantenido al día luego de la pelea. Quieres saber cómo estaba, y los dos se van a sentar en el césped. Aaron estaba dormido con un libro en la cabeza, y tú estabas estudiando con los manuales que te dio el profesor. De repente, se nota una sombra adelante de ti. Miras quién está tapando el sol.

Bakugou: Ey, enano de mierda.

Tú: ¿Qué quieres?

Tratas de tratarlo de la misma forma que siempre para que Aaron no sospeche nada, pero te resulta muy difícil. ¿Cómo puedes tratar mal a la persona que te gusta?

Bakugou: Ven conmigo, quiero hablar contigo.

Tú miras a Aaron, que está recostado en el césped disfrutando del sol.

Tú: Bueno, pero quiero seguir disfrutando del sol. Así que vámonos a esa parte de allá.

Le señalas lo más lejos posible de Aaron. Bakugou asiente, y te vas con él. Por suerte, es un rincón con césped a los alrededores, parece una guarida secreta, y no pasa gente a esa hora, así que puedes hablar tranquilo con Katsuki. Tratas de mantenerte seria, pero te empiezan a temblar las piernas. ¿Qué querrá Bakugou esta vez? Siempre es una sorpresa cada día.