Desprecio

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Vi Pov

La verdad es que siempre me gustaron las artes, en general, al igual que los deportes. Tengo mis preferencias, como la pintura, la escultura, y bailar de vez en cuando, aunque no lo crean. Pero, hay un arte en específico del cual me apasiona en demasía.

Yo amo cantar y componer.

Siempre fue mi gran sueño, ser una cantante reconocida, no importa la escala, solo quería que la gente escuchara mi propio arte, mi expresión más íntima. Porque, para mí, la música conllevaba un nivel de intimidad y encuentro tan profundo y sincero, que podría dar la vida por ello.

Me provocaba esa emoción tan sentida, porque cada melodía, cada letra, cada acorde, cada nota, todo tenía un significado importante en una canción, y siempre fui minuciosa captando el mensaje que buscaba transmitir cada una, sin llevarlo por el análisis crítico, sino, más bien, sintiendo la conexión emocional a través de una composición.

Me parecía tan espectacular todo lo que podías hacer con la voz y la escritura, que era mi aspiración más grande. Aunque, sólo lo sabía Powder.

Tenía un plan detallado en mi mente: tener, por lo menos, unas cinco canciones listas antes de contárselo a otras personas, pues necesitaba esa seguridad para dar el paso. Solo había un problema, y era que no tenía ninguna. Digo, tengo un par de frases, bastantes, pero ninguna letra entera. No le encuentro el sentido a esto, porque vengo escribiendo desde muy temprana edad, pero no logro tener una letra lista. Es fastidioso. Y muchas veces, me hace preguntarme si verdaderamente tengo talento para esto.

En fin, me encontraba entre tantas ideas, borrones, manchones y tinta gastada, que no me percaté del paso del tiempo. Hace aproximadamente, unas dos horas y media, había vuelto de la casa de la señorita Asami. Había sido un tanto complejo, pero llevadero, pude entender lo que me faltaba de la materia, y se sintió agradable.

Asami me caía bien, y no podía entender cómo es que ella, de entre todas las personas ruines en ese colegio, podía ser la amiga más cercana de Kiramman.

-¡VI! -gritó Powder, abriendo la puerta de golpe - ¿Me podes explicar qué diablos hiciste?

-¿Qué? ¿Por qué tendría que haber hecho algo? ¿Qué pasó? - pregunté, un tanto alterada, levantándome de la cama.

Pero, en cuanto visualicé a través de la silueta de mi hermana, otra, lamentablemente familiar, se posó frente a mis ojos. Pensaba que no podía ser cierto, que realmente no podía ser tan molesta.

-¿Kiramman? ¿Qué carajos haces en mi casa? - indagué, tanto extrañada como frustrada.

-Vine para advertirte, Violet - caminó ignorando a mi hermana, hasta llegar frente a mí, entrando a mi habitación, sin saber lo privado que era para mí aquel lugar - No me interesa que intenciones tengas con Asami, ni si te gusta o si solo la utilizas, pero te recomiendo alejarte de ella, si sabes lo que te conviene.

¿Realmente se creía con la autoridad de amenazarme? ¿En mi propia casa?

-Mirá, Caitlyn, me hartaste, realmente no puedo asimilar lo infantil, desubicada, altanera, cruel, y cualquier adjetivo que describa a un narcisista con todas las letras, que sos - me acerqué un poco más, haciendo que retroceda unos pasos, al parecer, logré sorprenderla - Tu actitud de mierda ya no la soporto, puedo reírme en clases, o en cualquier otro lugar, pero el hecho de que vengas hasta MÍ casa, y entres como si nada valiera, y tuvieras el derecho sobre todo me enferma.

Sin pensarlo mucho más, tomé a Caitlyn por el brazo, y salí rápidamente de mi habitación, para hacerle un recorrido personal hasta la salida. Caitlyn se quejaba, y forcejeaba de vez en cuando, pero mi mente hizo caso omiso a todo lo que pudiera llegar a hacer.

COMPLICATED [VICAIT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora