Capítulo 8

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-¡Hola hermosa! ¿Me extrañaste?
Porque yo sí y mucho mucho -la
chica intentó tomar a la pequeña
pero esta se aferró al cuello de su
madre y volteó su carita para no
darle la cara- ¡Vamos linda algodón
de azúcar!

"Ya sáquese de aquí"

Yoko tomó la cadena que colgaba
del cuello de Wednesday con curiosidad, llevándola a su boca de inmediato, y por supuesto ignorando a aquella chica que luchaba por obtener su atención, a veces era de esas bebés que se hacen de rogar, aparte era bien sabido que la adorable omega
no le caía del todo bien.

-¿Por qué tu hija me odia?-
preguntó a Enid que volvía de la
cocina comiendo de una bolsita de
galletas de chispas de chocolate.

"No sé, no me caes bien, tú te
llevabas a mi mami lejos de mí y me dolía el pechito por eso... Bueno a veces tía Marilyn también lo hacia pero a ella le perdono todo"

-No lo sé, realmente creo que eres
a la única que ignora de esa forma
- contestó la omega pasándole una
galletita a la bebé y dejando una en
la boca de Wednesday.

Larissa hizo un puchero, desde
que la pequeña Addams había nacido procuraba caerle bien, pero al parecer nunca se iba a dar, siempre la ignoraba o lloraba cuando la tomaba.

"Oye, pero ahora estás como media panzona"

Yoko babeaba la galleta sin poder
comerla como desearía debido a
su corta edad y poco conocimiento
sobre comer cosas sólidas, pero
también había quedado anonadada
por la panza de Larissa, ¿por qué
estaba tan gorda? Son cosas que no
tenía manera de saber aún.

-¿Y será niño o niña?- preguntó
Wednesday dando el último mordisco a su galleta.

-Aún no sabemos, preferí esperar
un poco más, antes de saberlo
-respondió la más bajita, sentándose ya en el sofá, pues sus hinchados pies ya estaban cansados.

-Con Yoko lo supimos apenas a los cuatro meses, ella era una
desvergonzada, cuando el doctor
empezó a hacer la ecografía abrió
las piernas- comentó Enid con una
sonrisa, viendo a la bebé con la cara sucia debido a la galleta aún no consumida.

-¿Quisieras tener una primita
o primito?- preguntó su madre,
quién la tenía en su regazo, ambas
sentadas en el sofá junto a Larissa.

"¿Y para qué quiero yo una prima?"

-Mira Yoko, aquí vive tu primita o
primito- Enid se acercó a su bebé
y tomando su manita la colocó en
la panza de Larissa, sintiendo casi
instantáneamente un movimiento
debajo de su pequeña palma.

"¿Hablas de algo así como una
esclava?"

La idea la hizo feliz, aplaudiendo
de inmediato, sería un pequeñito
a quien adiestrar, siempre había
querido uno de esos, pero no sabía
cómo pedirlo.

-Aww, creo que le alegra tener
compañía, seguro serán buenos
amigos- comentó Larissa, viendo
como la niña fascinada se acercaba
a tocar su panza.

"¿Entonces también tienes
leche? Podrías ser mi reserva de
emergencia"

Enid y Wednesday sonrieron
enternecidas hacía su cachorrita,
no sabiendo sus más oscuros
pensamientos.

-Llamaré a Marilyn- dijo Enid.

"¡Si, si, si!"

-Así salimos las tres juntas, Wednesday puede cuidar de Yoko.

"Espera ¿qué?"

BABY THOUGTHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora