Capítulo 18

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Una alfa con una cachorrita
resultaba bastante atractivo
para muchas personas,
independientemente de su casta,
poder presenciar el estado más
sensible de los alfas parecía ser algo
que llamaba bastante la atención,
que enternecía los corazones y
dejaba una cálida sensación en
el pecho de aquellos que pasaran
cerca de alguno, lo cual sería
beneficioso para Wednesday, si no fuera porque estaba felizmente casada.

Yoko tenía una nueva misión, pero
esta vez se la había dado su mami
Ens mientras se despedía de ella
dando besos sobre su nariz, a veces
la bebé quería saber porque alguien
querría tanto llevarse a sus mamás,
pues sinceramente estaba algo
cansada de tener que intervenir, ¿es que no entendían que sus mamás ya la tenían a ella? Solo le daban más trabajo a la pobre cachorra.

Wednesday se paseaba por el último pasillo que visitaría ese día estando en el supermercado, echando al carrito unas cuantas compotas, sonrió al mirar el contraste de los envases de conserva de fruta triturada junto a sus botellas de cerveza, luego de convertirse en madre su único y verdadero placer era poder llevar unas cuantas a casa, como era bastante mandilona solo podía hacerlo cuando Enid lo permitía, pues se había vuelto bastante estricta en cuanto al consumo de estas en casa, empezando por el hecho de que la omega no lo hacía por obvias razones.

Rodó su carrito, con la intención
de formarse en una fila para poder
pagar los productos, podía sentir
muchas miradas encima, lo cual no
era nada extraño cuando salía sola
con su cachorra.

-Eres un imán de personas, ¿lo
sabías? - le susurró a la pequeña,
que se aferraba a su cuello,
babeando de vez en cuando la tela
de su hombro.

"Lo sabía"

Confirmó la pequeña, a pesar de
que realmente no tenía ni idea de lo
que era un imán ni por qué ella era
uno.

La fila avanzó con rapidez para
beneficio de Wednesday, la cual sintió la penetrante mirada de la cajera a partir del momento en el que comenzaba a colocar sus ítems
sobre la banda del cajero.

-¿Eres madre soltera?- Preguntó
y a juzgar por su voz, se notaba
bastante interesada- Siempre
es agradable mirar a una madre
interesada por su cachorrita.

Yoko la recorrió con su mirada,
como solía hacer siempre, le
gustaba echar una miradita solo
para comprobar que nadie era más
linda que sus mamás.

"Mira, no sé quién eres ni lo que
soltera significa pero no, mi mamá no lo es para ti"

La alfa rio con un poco de
vergüenza por sus palabras, más
que todo por lo incómoda que era la situación.

-Umm, no, estoy casada-
respondió, sonando bastante
simpática a pesar de romperle las
ilusiones a la jovencita que ya se
había creado un fanfic en la cabeza.

En ese oportuno momento su
teléfono sonó con el tono que
le había colocado a Enid, para
saber cuándo era su omega la que
estaba llamándola, se rió en su
mente al imaginar que su esposa
tuviera algún radar de zamurais,
para llamarla justo en el debido
momento, la chica le hizo una seña
a la omega contestando su teléfono
mientras seguía sacando las cosas
del carrito.

-Dime- dijo al contestar la llamada,
sosteniendo su teléfono con ayuda
de su hombro, siendo una tarea
difícil al sostener a la bebé con su
otro brazo.

-Weds trae supresores, ya no tengo, mi celo es pronto y no quiero apestar estos días- dijo la menor al otro lado de la línea.

-Enid, ya estoy pagando- respondió
la alfa.

Escuchó a la omega bufar en señal
de fastidio, realmente le importaba
poco la situación en ese momento.

-Lo necesito, Wednesday- siguió
insistiendo la menor.

Wednesday rodó sus ojos, ¿es que
pretendía que se devolviera a
buscarlo? Las personas en la fila
iban a molestarse por tener que
esperarla, solo porque su esposa lo
había exigido.

Fue en ese momento que la chica
miró una oportunidad donde no la había, pero todo movimiento era
considerado en el juego del amor
¿no? Entonces decidió intervenir.

-Puedo sostener a tu bebé y tú
vas a buscarlos más rápido, iré
pasando las compras, así no te
retrasas- propuso bastante amable.

Wednesday técnicamente no miraba nada malo en ello, así que con toda la confianza le dejó a la cachorra, la cual estaba bastante renuente a soltarla.

"¿Qué haces? ¿No sabes que no me debes dejar con extraños? ¡Por eso me gusta venir más con mami!"

-Espera a mamá, es solo un
momento, ya vuelvo- dijo esta
dejándola finalmente en brazos
ajenos.

Juró oír el grito que sobresalía del altavoz de su teléfono, un "¿Con
quién mierda estás dejando a la
bebé?" De su adorable mami Enid.

La enfurruñada cachorra miró a la
mujer que la sostenía, concentrada
en pasar la compra de su mamá
bajo la atenta mirada indignada
de los otros clientes, que muy bien
sabían el porqué de su favorcito.

-¿Y cómo te llamas preciosa?
- le habló con una voz bastante
juguetona, pero ella decidió
voltear su cara con intenciones de
ignorarla.

"Permíteme avisar que en este
momento estoy haciendo popo
encima de ti"

Así era, Yoko se tomaba muy en serio cada una de sus misiones, y hacía lo que tenía que hacer para poder cumplirlas.

Minutos después la mujer le
devolvía a la niña con el problema
en el pañal, simulando una
amigable sonrisa, Wednesday agradecía por el gran favor.

-Y entonces ¿me dejas tu número?-
preguntó la chica.

Wednesday simplemente rió por el
atrevimiento de la mujer.

-¿Para qué?

"Ay mami, lo que tienes de guapa lo tienes de tontita también ¿verdad?"

BABY THOUGTHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora