10.¡Shhh! ¡No puedo vivir sin ti!

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De pronto sentía como las lágrimas caían por mis ojos, tenía miedo, estaba sola y aun Paul no llegaba, lo quería cerca mío; sin más remedio me encamino ese hombre hacia el lado contrario de donde yo iba hacia una camioneta negra con vidrios ahumados en la esquina de la cera.

De repente Paul sale detrás del encapuchado y lo lanza al piso de una patada, golpeándolo en el estómago atroz lleno de furia y el de negro lo golpeo en la mandíbula y el ojo izquierdo dejándolo un poco aturdido, pegándole en la entrepierna como yo hice hace un rato ¡Pero que tienen con su erección! Golpeándolo allí. Bufé en mi mente.

No podía moverme, estaba llena de miedo y Paul cada vez se veía más débil, lo golpeo en la cara levantándolo y tirándolo de nuevo al piso con un pisotón fugaz que lo dejo inconsciente. Se me prendió el foco y salí de mi temor le tendí la mano a Paul para salir corriendo tomados de las manos, corrimos lo más rápido posible y nos escondimos en unos grandes árboles a una calle de mi casa, estábamos exhaustos agachados, pasaron en la camioneta los encapuchados pero gracias a Dios no nos vieron. En un rato corrimos a mi casa y entramos, parece que estaban dormido excepto Edward que rondaba por allí comiendo pizza con música a volumen.

-¿No que Paul se iba? Son pasadas de las 11:00pm. -Dijo Edward con una ceja alzada y nosotros no decíamos nada.

-Creo que mis padres están dormidos y no tengo llave. -Dijo Paul desconcertado con la cabeza baja.

- Si quieres puedes quedarte, pero sin que tus suegros se den cuenta. -Sonríe Edward como con cara de *Por esto tendrás que pagarme muy caro hermanita*

- ¿Lo dices enserio? -Lo fulmine con la mirada anonadada.

- Puedes quedarte en la sala, antes del amanecer y despierten te vas, pero sin que se den cuenta o sino estas en serios problemas Jasmin Caine. -Subió las escaleras con su pizza y su celular a todo volumen. -No hagan nada malo ¿vale?

De pronto Paul me abrazo, consternados fue así por un par de minutos, no quería soltarlo, aún estaba llena de miedo, con tan solo pensar que no estuviera aquí en este momento a su lado y mi familia.

-Lo siento Jass.. Fui un idiota por descuidarme de ti por un momento. Lo siento. -Me abrazo más fuerte pegándome más a su cuerpo ante el abrazo. -Con tan solo pensar de que te hubiera pasado algo. -Buscaba la palabra correcta suspirando. -No me lo perdonaría nunca, te quiero demasiado.

-Me sentía con miedo y aun lo tengo, si te hubiera pasado algo Paul, No sé qué hubiera sido de mí. Lo bese en la mejilla y vi sus raspones ante la pelea- ¿Te sientes bien? -le dije observando su bello rostro.

Qué bien que Edward no se dio cuenta creo que por la oscuridad de la noche no lo noto; pero se las pagare luego, así me cae bien ese bufón.

-¡Estoy bien! princesa, te quiero mucho más, no me descuidare de ti más nunca, fue un error lo siento. -Me soltó del abrazo y tenía el cabeza abajo suspirando, con las manos en la cara como decepcionado.

Le agarre la cara con las yemas de mis dedos y le acaricie sus heridas con ternura.

-No te preocupes, estoy bien y más si es a tu lado. Mira lo que tenemos aquí, señorito vamos al baño, te curare.

Asintió y caminamos con cuidado sin que nadie se despertara por las escaleras hacia mi habitación directo al baño, en mi botiquín de urgencias.

En un papelito le unte alcohol y lo pase por sus heridas levemente mientras el gruñía del dolor, luego un parche pequeño en cada herida, eran como 5 en hombros y caras, me dolía el corazón verlo así.

Paul narra.

Fue algo muy horrible lo que acabo de presenciar, mi mayor temor seria estar sin Jass, me dolería demasiado, solamente llevamos casi dos meses de estar saliendo y es como si fuera mi mundo gire en torno a ella ¡Guao! Es agradable.

Fue muy gentil departe de Edward dejarme dormir aquí no obstante estoy en la habitación de Jass con ella sentados en el piso de su cuarto.

-Por cierto enserio ¿No tienes llaves de tu casa? - Exclama Jass con el ceño fruncido intentando no reírse.

-Si , ¿No me crees? - Puse mi mejor cara de lamento- ¿A tu adorado novio? Me lastimas. -La abrase y me tire al piso.

-¡Claro que no te creo! ¡te conozco! - husmeó en mi bolsillo y yo quejándome hasta que encontró mis llaves. - Yo no nací ayer adorado noviecito.

-Pues se me había olvidado ¿sí? No te enojes.

-No estoy enojada.

-Bueno eso espero, solo quiero estar aquí, así contigo.

Ella seguía en el piso pero sentada parecía molesta, me levante; sin parpadear la bese y así fue por un rato, intente con todas mis fuerzas no sobrepasarme, por más tentación que tenía en mi ser no la iba a perjudicar nunca, ¡Era un hecho! Mientras la besaba caímos acostados en el piso de la alfombra rosa, ella encima de mí tocándome las mejillas y mi cabello oscuro por mí nuca, mientras yo sostenía su cintura pegada a mí y abrazándola. Se escucharon unos pasos desde el pasillo afuera y nos percatamos de ese acontecimiento y nos separamos tratando de no reírnos.

- ¡Nos atraparan así! -Anais parecía asustada como de una película de terror. -Paul, baja la voz de tu risa ¡mierda! -se tapó los boca con sus delicadas manos.

-Shh.. tranquila. -De pronto su madre entra en la habitación. -Me esconderé. -prende la luz y la observa extrañada mientras estoy debajo de su cama.

Jasmin narra.

-Hija ¿Estas bien? -entro en mi habitación prendiendo la luz, explorando mi rostro.

Asentí sonrojada.

-¿Por qué estás en el piso a esta hora?

- Emm porque tengo frio mami ya dormiré. -mentí.

-Bueno ¡duerme ya, es tarde! Descansa. -Me sonrió y se fue.

¡Uhg! Por suerte, que alivio, nunca había pasado por ese susto ¡casi me atrapa! Pero estoy bien, eso creo.

-¡Paul sal de donde estés!

-Aquí estoy preciosa. -Salió debajo de mi cama y me asuste haciendo un gritito.

-¿Sabes que te amo?

Oh nunca nadie que quisiese tanto.. Estaba frente a mi sonriendo como un niño pequeño con su amuleto que no quisiera desprenderse de tal nunca.. ¿Sera esto un sueño? Solo me queda vivir los momentos pero a veces es muy difícil confiar.... Es como presentir algo y no saber que es.
Pero aun no dejo de pensar en esa llamada inesperada ¿Quien habrá sido?

Un Engaño Duele Mas que una IlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora