Me sentía como una niña tonta entre tus cálidos brazos.
Siempre que entraban en contacto con mi fría piel provocaban un remolino de confusiones.
Sentía la abrumadora y a su vez placentera sensación del tiempo detenido cuando a mi lado te encontrabas.
Como si quisiera que disfrutara y grabara tu dulce aroma.
Como si quisiera que aquel momento se quedara en mi retina y asi doliera más saber que al final te irás.
Yo por ti sentía amor.
Uno que me consumía por dentro.
Aunque no podría recordar si para bien o para mal.
Uno que terminó antes de que yo pudiera olvidar la sensación que provocaba tu piel al tocar la mía.
O la del tiempo que no avanzaba cuando estaba a tu lado.