Pergaminos y lienzo (Xicheng)

Capitulo 005

CAPÍTULO 005

Al llegar a su apartamento Jiang Cheng se sentía emocional y físicamente exhausto. Se cepilló rápidamente los dientes y se dejó caer sobre la cama, hizo un gesto de dolor cuando su trasero entró en contacto con el colchón y se acomodó sobre su estómago.

Por primera vez esa semana, se quedó profundamente dormido en segundos y no se despertó hasta que la alarma sonó a la mañana siguiente.

Se balanceó precariamente en la orilla de la bañera, trató de ver cómo lucía su trasero en el espejo del baño. A pesar de lo que dijo Lan Xichen, temía que aún estuviera tan rojo como una señal de stop y que todos supieran lo que había ocurrido. Deseó haberlo mirado desde anoche, pero estaba demasiado exhausto.

Lan Xichen tenía razón, no había ni una sola marca. Su piel era del mismo tono que siempre, Jiang Cheng casi se sintió desilusionado cuando tomó una ducha con agua fría. Experimentando apuntó su esponja de baño hacia su trasero y se dio un azote.

—¡Ay!

Se le olvidó que dolía y que no le parecía excitante si él mismo se azotaba.

—¿Por qué demonios quiero hacer esto otra vez? —gruñó y luego esperó con desesperación no haberse dejado una marca. Se revisó relajándose cuando solo se encontró con un área rosada, sabía que se desvanecería para cuando llegara al trabajo.

El golpearse a sí mismo no le causaba emoción alguna. Pensó que debía ser algo relacionado con Lan Xichen. Cuando su atractivo jefe le daba una orden, enviaba una onda de emoción por el cuerpo de Jiang Cheng y se apresuraba a obedecer. Había algo increíblemente excitante en arrodillarse frente a Lan Xichen. Tendría que preguntar por qué le pasaba eso.

A Nie Mingjue le divirtió saber que un poco de la insolencia de jiang Cheng estaba de vuelta, aunque ya no era tan rebelde. De hecho, parecía brillar lleno de satisfacción, como un gato que había robado un poco de leche. Las enormes ojeras debajo de sus ojos habían desaparecido, por lo que solo podía sospechar que Lan Xichen le hizo algo anoche.

Nie Mingjue esperó con ansias poder hacer confesar a Lan Xichen, pero antes de intentarlo se dirigió al camerino, esperaba ver la reacción de jiang Cheng cuando viera la decoración que había hecho en el trasero de Markie la noche anterior, antes de follárselo hasta que ambos quedaron satisfechos.

Gabe pareció notar lo que Nie Mingjue tramaba y giró la silla de Jiang Cheng para que pudiera ver claramente cuando Markie se quitara los pantalones. Jiang Cheng palideció cuando notó las seis marcas moradas perfectamente bien distribuidas.

Markie miró sobre su hombro y sacudió el trasero.

—Pregúntame si tuve suerte anoche —dijo seductoramente.

—No necesito preguntar, maldito afortunado —dijo Gabe—. Luces como un hombre feliz.

—Lo soy —Markie suspiró e hizo un gesto de dolor cuando se sentó sobre una toalla en otra silla.

Nie Mingjue se alejó riendo suavemente.

Lan Xichen se encontraba en el estudio esperando a que los modelos estuvieran listos cuando Nie Mingjue entró riendo.

—¿Qué hiciste ahora?

—Absolutamente nada. Solo… fui a ver a Markie quitándose los pantalones, le dio todo un espectáculo a jiang Cheng —se carcajeó.

—¿Cuántas marcas? —Lan Xichen preguntó con una sonrisa sarcástica.

—Seis de las mejores. ¿Cuántas le diste a Jiang Cheng? —preguntó Nie Mingjue.