Quinto

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Escencia de todo sentimiento

- Mmm... No... No... O si ... Tal vez - La pelirrosa se encontraba dando círculos por toda la sala del palacio en busca de satisfacer su propio sentimiento de angustia.

Daishinkan, como es propio del gran sacerdote se encontraba srealizando todo labor, cuando vió a su esposa de aquella manera.

- ¿Cariño? ¿Te pasa algo? -

Sakura observó como su esposo se acercaba
- Oh Dai, es solo que... me gustaría ir a la tierra, necesito ya sabes visitar a mis conocidos - Desvío toda mirada mientras jugaba con sus dedos , el de piel celeste no parecía del todo convencido
- Entiendo, voy a terminar de revisar los universos y te acompaño para dejarte con tus padres -

- Gracias Amor - Sakura se lanzó en abrazarse de su esposo, mientras que el poseedor de los ojos lila mantenía con toda su fuerza el evitar perder el equilibrio, para que no exista complicaciones o daños en el cuerpo de su amada.

- ¡Sakura-Chan! - Ambos esposos se voltearon encontrándose con Zeno Sama que volaba hacia ellos.
- Pequeño Zen, ¿Cómo vas? - Preguntó la pelirrosa separándose de su esposo
- La verdad muy bien, los juegos que has traído de la tierra son geniales y muy divertidos. Aunque estoy un poco triste - Agachó su cabeza.

Ambos Haruno se miraron entre si
- Ahora ya no puedes jugar tanto conmigo, porque tu barriga está muy grande y redonda - El rey de los universos señaló con su pequeño dedo el vientre abultado de Sakura.

- Eso es normal pequeño Zen, es natural que mi barriga esté así porque estoy embarazada - Con una tierna y contenta sonrisa, la poseedora de ojos esmeralda acarició su vientre
- Por cierto como vas con Spike y la familia - Cambió de tema
- ¡Son muy suaves! ¡Corren mucho y es más divertido! ¡Duermo con ellos! - Zeno Sama parecía haber cambiado de energía, y volaba por todo lugar

- Me alegra mucho eso -

- Cariño... Zeno Sama, es un placer - Daishinkan-San hizo una reverencia y se fue hacia la salida, esperando a que su esposa lo llame para llevarla a la tierra.

- ¿Vas a ir a la tierra? -

- Así es, ¿Quieres que te traiga algo? -

- Su comida es muy deliciosa -

- Es un trato -
Con el dedo meñique sellaron su promesa.

El dios de universos se despidió con la mano levantaba de ambos.
- ¿Por qué quieres ir a la tierra? - Nuevamente preguntó Daishinkan
- La verdad me gustaría saber algo muy serio sobre... bueno... cosas - Sakura estaba más nerviosa que nunca, y eso su esposo lo sabía con facilidad.

Sakura era muy mala mintiendo

Sakura era muy mala mintiendo

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Sangre del Linaje SacerdotalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora