Duodécimo

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Infeliz Aniversario

- Kus,Vados, Mojito y Cucatail favor de ayudarme con lo planeado - Pidió el sumo sacerdote
- Por supuesto - los nombrados asintieron y fueros detrás de su padre
- Whis, ¿Nosotros que vamos a realizar? - Preguntó curiosa Bulma, al momento en dónde iba a responder el ángel de dicho universo, unos pasos y carcajadas se escucharon detrás de él

- ¡Qué alegría volver a verlos a todos! - Todos observaron aquellas voz femenina.
Se trataba de una rubia de ojos castaños. Era la madre de Sakura según recordaban.

Y quién estaba a su lado era un hombre de cabellos blancos y de ojos negros.
- ¡Abuela, Abuelo! - algunos angeles corrieron para abrazar a estos dos personajes.
- ¿Son tus invitados, Whis? - Preguntó el de cabellos blancos

- Son los invitados de madre. Chicos quiero presentarles a Tsunade Haruno y Jiraiya Haruno, padres de Sakura Haruno - Ambas partes se inclinaron en señal de respeto y saludo
- Mucho gusto - respondió la pareja con una sonrisa.

- Sakura-Chan ya nos contó todo acerca de el torneo, me alegro mucho que hayamos salido victoriosos y que hayan pedido un deseo tan puro y honesto - Y con ello llevó su mano a la altura de su pecho con una sonrisa sincera.

Goku miró a todos lados y se acercó a los padres de la rosada
- Disculpe, sabe dónde se encuentra Sakura - Cuestionó el sayayin
- Oh, descuida, mi hija tuvo que salir. Ella también quiere darle un regalo a su esposo - Jiraiya soltó carcajadas, mientras Tsuna solo asentía un poco seria.

- Pero pasen, por favor - Todos los presentes subieron a la terraza de aquella familia.

- Señor Bills, ¿Qué cree que hace el gran sacerdote y los demás angeles? - Preguntó Milk cargando a Goten
- Aún no tengo idea, están así desde que hemos llegado aquí - Se cruzó de brazos.

Al llegar al tejado todos pudieron observar que en el cielo se encontraban los ángeles y el gran sacerdote
- El gran sacerdote está creando su regalo a su esposa - dijo Kaiō Shin
- ¿Qué quieres decir con eso, Whis? - Decidió buscar la respuestas al ser más cercano
- Ya lo verán dentro de poco - sonrió

Mientras que la mayoría estaba concentrado en lo que hacían, algunos ayudaban a los esposos Haruno con los preparativos o en la decoración.

Whis decidió bajar al primer piso en dónde se sentó en el pasto de la entrada.
-  Algo muy malo va a suceder, los lazos se van a romper, los corazones no van a revivir, el daño le va a matar y el abuso va a comenzar - el pez oráculo quien aún se mantenía sereno y descansando estaba diciendo una premonición, y a los oídos de Whis sonaba una muy mala.

Un mal destino.
Un mar de dolores.

- Ya estoy en casa - Una voz suave, feliz y delicada se hizo presente.

Whis quien aún mantenía sus ojos sorprendidos y todo su cuerpo empezaba a sudar de apoco.
- Whis, hijo, que te ocurre estás todo sudado - Sakura se acercó a él y dejó caer en pleno camino un pequeño obsequio pequeño.
El ángel la observó y empezó a regular su respiración mientras se calmaba, tomó la mano de su madre y sonrió
- Estoy muy bien mamá, es solo el calor - Y con ello se paró nuevamente, tomando aquel pequeño regalo y colocándolo en las manos de su madre.

Sangre del Linaje SacerdotalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora