Capítulo 8

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HONNE

Los verdaderos sentimientos y deseos de una persona.

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

...

Capítulo 8. La ineludible y confusa verdad.

—Entonces no es tan comprensivo y sensible como ella nos lo describió.

—De cierta forma lo es, pero no hubo explicaciones que consiguieran convencerlo del todo, señor.

Kakashi había escuchado con mucha atención cada detalle que Iruka le dio respecto a su visita a Kioto y le pareció sumamente interesante como podía formarse diferentes imágenes mentales de Sasuke Uchiha dependiendo de quien lo describiera.

Mientras que, en palabras de Sakura, el muchacho era la cúspide de la caballerosidad y la perfección humana, luego de escuchar de Iruka la forma en que perdió el control y le gritó a su prometida por lo que había hecho, sin darle oportunidad de explicarse primero, a él le pareció un jovencito inmaduro, posesivo y capaz de desconfiar incluso de ella.

Lo cual trajo a su mente otros defectos que tal vez pudiera tener y que se sentía con la urgencia de saber.

—Ya me ocupare de sus inquietudes luego, pero, sé sincero Iruka... ¿Él es malo con ella de alguna otra forma?

—No diría que lo es. En realidad, parece amarla al mismo nivel que ella lo quiere a él y Sakura-chan se siente genuinamente segura y feliz de estar a su lado — la mano derecha del emperador le dio un sorbo a su té mientras rememoraba cada detalle visto de la relación de aquel par de jóvenes —. Es decir, sí, es un joven bastante hermético y frío, pero luego de esa pelea que tuvieron la trató con una dulzura y gentileza que un hombre de su tipo solo estaría dispuesto a usar con su cónyuge.

—¿Te refieres a cosas como tomarla de la mano o llamarla con algún cursi apodo?

—Más bien son gestos sutiles, como la forma en que la mira, le habla o la mantiene cerca de él — a través de su periferia, Iruka alcanzó a ver que Kakashi fruncia el ceño ligeramente —. Aunque también fue capaz de ser totalmente explicito, pues al despedirse le dio un prologando beso que haría sonrojar hasta a un demonio. En definitiva, no quería separarse de ella.

Ese último comentario lo había hecho con el propósito de conseguir una reacción mucho más expresa de su emperador y le funcionó de maravilla, pues el peliplata soltó un pesado suspiro y después se giró a ver por la ventana con la cabeza recargada en su mano.

Una acción que siempre realizaba cuando recibía noticias que le disgustaban.

—Sakura se veía muy feliz cuando regresó por lo que entonces podemos concluir que esa pequeña discusión no significó nada para ella — el soberano apuntó con un tono de voz aburrido.

—No, pero fue bastante útil para confirmar que era verdad lo que le contó acerca del extraño vínculo que la une a ese amigo de la infancia que ahora llama "prometido" — por el rabillo del ojo, Kakashi notó la forma en que su allegado se cruzaba de brazos y ponía una expresión reflexiva —. Verá señor, como usted me pidió, deje en Kioto un par de hombres para que vigilaran a Uchiha-kun y no nos habíamos alejado mucho en nuestro camino de regreso aquí cuando uno de ellos me informó que el lugar donde ese muchacho vivía se incendió misteriosamente.

—¿Misteriosamente? — remarcó la palabra con incredulidad.

—Naturalmente hice averiguaciones y, en efecto, no se encontró nada que indicara que se trató de un accidente ni tampoco que hubiera sido provocado — el vasallo hizo una pausa para que su acompañante digiriera lo que eso quería decir y tras un par de segundos continuó —. Y cuando se le preguntó a Uchiha-kun si tenía alguna teoría sobre lo sucedido él sólo dijo "hay circunstancias de las que no se puede escapar".

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