Pétalo Morado.

Capitulo 4

Saludé a una mujer joven al entrar a la empresa - ¡Buenos días! Disculpe - voz segura y amable-. Levanta la vista - Buenos días- sonrió - ¿Quién es? ¿cómo puedo ayudarle? -.
- Oh si mi nombre es Song Luana - la joven escucha atenta a Luana - quiero preguntar por la señorita Bae Su-ji, yo soy hija del señor Seung - aclaró, para recibir respuesta -. - Claro- dijo en pie se inclina - Mucho gusto - Luana también responde inclinándose - Nuestra gerente hoy no llegará temprano- Luana se veía desconcertada al recibir la noticia - pero puede observar toda la empresa me preguntó ¿Tiene tarjeta para estar dentro de la empresa y explorar? -.
- ¡Si! - dijo Luana segura-.
- ¡Bien! - pronto, suena el teléfono en el escritorio y daba la impresión de que está ocupada-.
- Gracias - dijo Luana y continúo avanzando.
Luego de conocer a esa chica se enorgullece más de que sea está su empresa siendo parte de la empresa. Luana se dirige a las áreas de diseño, de lejos observa por un momento pero se acerca más, le parecía que se esforzaban bastante, sin dudas su presencia nunca antes observada atrajo la vista de los presentes.
- Espero que estar aquí no sea inconveniente- sonríe de manera prudente - mi nombre es Luana, me pareció interesante por eso observo lo que hacen-.
- Bueno, mucho gusto, puede observar si así lo quiere - dijo amable, Luana sonrió-. 

Estaba el grupo creando nuevos estilos para la ropa, en ese momento luego alguien llamó a mi teléfono, no era alguien que conociera — Hola — dije con incertidumbre—.
Rápido responden con amabilidad.
— Hola joven Luana, soy secretaria de la gerente Bae Su Ji, se dio cuenta gracias a nuestra diseñadora gráfica que usted está en Side part, estaré ahí para acompañarla—.
— Muy bien, gracias — .

La llamada termina rápido, a Luana dejó sorprendida y agradecida. Parecía que la secretaria del gerente, sabe dónde está ella, fue luego a buscarla justo donde se encuentra.

La señorita Luana sonríe, se ve un poco incomoda << ¿ No será muy sociable? >> Se preguntaba. 
— Hola mucho gusto yo soy Yu Miho, secretaria del gerente— murmuró con cortesía—.
Luana sonríe — Mucho gusto — luego de terminar su comunicado instantáneamente observa a Yu Miho prestando atención en ella. 
— Puedo mostrarle la empresa —. 
— Me parece bien —  estando de acuerdo fueron juntas — ¿Trabaja ya hace tiempo en Side part?— pregunta Luana—.
— Tengo seis meses trabajando aquí, eh escuchado que es usted la verdadera dueña de la empresa—.
— Es cierto- dijo sin arrogancia-.
Yu Miho murmuró instantáneamente a Luana quién pensaba un poco infeliz —  Por supuesto que el que cuida de la empresa y dirige a grandes logros actúa como verdadero dueño — dijo con seriedad, dirige la mirada a Luana y acelera el paso, Luana frunció su rostro observando con seriedad a Yu Miho pero no estaba molesta solo pensaba en : a qué se debían sus palabras.

— Aquí está el área de corte y confección están cortando y cociendo las prendas, adelante — Yu Miho guía a ella —. Como a sido desde poner sus pies en la empresa, Luana se ve muy feliz, se acerca dónde está un vestido casi listo — Es hermoso — observa encantada el vestido—.
— Si, lo és — sonríe observando luego a Luana que se ve deslumbrada. El señor que está a cargo de este equipo escuchó recientemente  también que Luana es la verdadera dueña de Side part.
— Bienvenida — dijo —  como puede ver tenemos prendas asombrosas aquí —.
— Así es — afirmó ella con sensatez—. El señor habla tranquilo, se veía cansado pero daba la impresión de tener un buen lazo de unión con su equipo. — ¿Cómo es hacer vestidos de miles de dólares? — preguntó con sensatez y interesada, imaginando que es complicado —. El señor observa a su equipo, parecía que querian decirle algo, pero no hubo una sola palabra además de las suyas — Hacemos esto en equipo o algunas ocasiones individual, siempre trae muchas  responsabilidades, debe de ser algo con lo que estemos satisfechos, ver las tendencias y tener tiempo limitado para los lanzamiento en venta, causa desvelos, correr y esforzarse demás y, si se complica horas extra de trabajo — se mostraba orgulloso, feliz por su trabajo y  sin dudas cansado—. Lo comunicado puso a pensar a Luana.
Observe los rostros de los que están en la habitación, todos observan con sigilo a su líder y yo me encontraba confundida — ¿Sucede algo? — pregunta indagando —.
— No nada. No suceda nada — dijeron unos y su líder también, sentí sus penas, expresadas de todas esas formas que trataban afirmar que no ocurría nada—.
Luana insistió luego de formular esa idea.