Capítulo: 9

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  Me desperté algo desorientado, lo último que recuerdo es que estaba viendo películas. Me traté de levantar pero siento que algo me está abrazando, miro los brazos que me rodean y veo a Tom, mi respiración se empezó a volver pesada, me comencé a sentir un poco sudoroso, me puse peor cuando sentí su respiración en mi nuca.

  Parece que cuando yo me alejaba él se aferraba más, me sentía muy nervioso, nunca pasé por lo que estaba sucediendo, nadie me tenía como una almohada, era raro y me sentí algo incómodo.

  Vi como él se removió y empezó a subir su mano a mi pecho por entre la ropa, comenzó a dar caricias y luego comenzó a bajar su mano a mi vientre, de un momento a otro saco su mano y se removió, luego se intentó levantar pero uno de sus brazos estaba debajo de mi.

  Cerré los ojos como si estuviera dormido, él me empezó a dar leves cachetadas para levantarme.

—Marco despierta, ya es de día— susurró en mi oído.

  Yo abrí levemente mis ojos, mientras me movía un poco en forma de estiramiento.

—Buenos días, ¿cómo dormiste?

—¿Tom?— fingía que me acababa de despertar, ya que si no lo hacía, no sabría como mirarlo después— ¿Qué haces en mi cama?

—Estamos en la sala, acostados en el sofá.

  Me levanté un poco rápido y vi que él tenía una expresión neutral.

—Dormimos juntos— sonó más como pregunta que afirmación.

—Si Marco, dormimos juntos y me estabas aplastando el brazo— lo último lo dijo con una sonrisa.

—L-lo siento, no era mi intención— baje la cabeza, ya que comencé a sentir mi cara caliente.

—No te preocupes, sé que el sueño te gano y que también tienes el sueño algo pesado jaja.

—Y ¿Star?— cambié de tema antes de ponerme como tómate.

—No lo sé, se que debería estar aquí. Ahora que lo pienso, ¿no deberíamos estar en el instituto?

—Es sábado, ayer era viernes— respondí.

—Mmm.

—Entonces, ¿qué hacemos?

—Hay que acomodar el sofá, cepillar nuestros dientes, desayunar y ahí si vemos que hacemos.

—Lo dices como si nos fuéramos a tomar mucho tiempo— sonreí, el también le salió una sonrisa.

—Bueno, si no le molesta señorita me iré a cepillar— dijo con una sonrisa burlona.

—¡Oye! No me digas así, no soy ninguna señorita.

—Como digas madame.

—¡Tom!— dije con voz amenazante.

—Perdón, pero no puedo evitarlo— dijo, poniendo una expresión a mi parecer tierna.

   Volteé la cabeza, había sentido caliente mi cara. Tom salió de la sala, yo me dispuse a ordenar el mueble, cuando termine vi que Tom caminaba en dirección a donde yo estoy, veo que se detiene delante de mi.

—Vete a cepillar y luego come— ordenó.

—Esta bien.

  Creo que no me molesta que él actúe así, más bien me gustó la manera en la que me trata, es raro, pero no me desagrada en lo absoluto.
 
   Luego de hacer lo dicho, me senté en el comedor y desayune con la presencia del demonio de tres ojos.

   Luego de el desayuno, vimos que Star entraba y saludaba.

—¿Como durmieron anoche?

—Bien, ¿tú cómo dormiste?— inquirio Tom.

—Bien. Marco ¿tú dormiste bien?— me miró seria.

—Si— respondí, y recordé lo ocurrido más temprano, sentí mi cara enrojecer— ¿Donde estabas?

—Los vi durmiendo, entonces me puse a medio limpiar, me cepille, me duche, desayune y salí, me encontré con Janna y pasamos el rato juntas, hablamos de temas serios— lo último lo dijo con una sonrisa laciva— ¿Que hicieron ustedes?

—Nada fuera de lo común, solo nos levantamos,yo calente el desayuno que hiciste, Marco ordenó el sillón, y desayunamos juntos.

—Ok. No se les olvide que hoy vamos a acampar en el bosque con los chicos.

   Solté un suspiro, miré que hora era, eran las diez y quince.

  Ordenamos con más profundidad la casa, hicimos juntos el almuerzo, comimos, jugamos,a las dos salí a mi entrenamiento de karate, luego fui a mi casa, acomode lo del campamento. Escuche que alguien tocaba mi puerta.

—¿Quién?

—Star.
 
  Fui a abrirle la puerta para que pasara, ella entró con una sonrisa de oreja a oreja.

—Marco, mi querido amigo, necesito que me respondas con total sinceridad— cambio su expresión a una seria.

—Seguro.

—Muy bien, ¿te gusta alguien?

—¿Que?

—¿Te gusta alguien?

—¿Por que de repente te interesa? ¿Por qué la pregunta?

Suspiro— Marco, responde— demandó.

—Esta bien— me puse a pensar, note que la única persona que se me viene a la cabeza es Tom, me comencé a poner rojo— Tom— susurre muy bajo.

—¿Que dijiste?

—Tom me gusta— volví a susurrar, pero esta vez lo suficiente alto como para que ella me escuchara.

—¡Haaaaa!— no había escuchado un grito como el que Star pegó.

   Le tape la boca para que dejara de gritar,  lo cual funcionó.

—¡¿Están bien?!— entró pateando la puerta un Tom todo agitado.

—Si estamos bien, no te preocupes— tranquilice.

—¿Por que el grito?

—Es por qué Marco es alguien genial, me consiguió algo que estaba buscando hace mucho tiempo.

—Mmm, ¿puedo saber que es?

—No, es algo que Marco y yo entendemos, no vas a entender.

—Bueno, seguiré empacando— dijo mientras salía de la habitación.

—Bien, Marco, ¿cuando te empezó a gustar?

—No lo sé, sé que había comenzado a pensar un poco más en él, que me gusta mucho hablar con él, y que me gusto lo que...

—¿Que?— dijo alargando la e.

—Nada, olvídalo.

—Marco, dime que paso.

—No pasó nada.

—¿Enserio? Dime por favor— dijo arrastrando las palabras.

—No voy a hablar, sabes que si yo no quiero, no puedes obligarme, a mi ni a nadie.

—Esta bien.

—¿Por que te emocionaste?

—Por que ya no te gusta Jackie, alguien más tomó su lugar.

—Bueno, como tu digas. ¿Y cómo te va con Óscar?

—Mmm, siento que en realidad es mejor si nos quedamos con pura amistad.

—¿Y eso?

—Es que si es bueno, pero después de hablarle, jugar con él, pasar pasaron algunas cosas con él, no siento que podamos ser algo más que amigos. ¿Qué hago Marco?— suplicó.

—Bien, lo que puedes es dejarlo como amigo, no necesariamente tienes que tener una relación con él, y si le gustas lo puedes hablar con él— expresé.

—Gracias, Marco— sonreímos, nos abrazamos

El baile de la luna rojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora