4

609 61 0
                                    

— ¿Megumi? — En voz baja él hombre mayor se acercó a su hijo, viendo si estaba dormido. Llevándose la imágen de este tranquilamente terminando sus tareas de la sscuela. — Ya me voy, confío en que puedo dejarte solo unas horas y cuando regrese estés dormido ¿Verdad?

— Puedes ir tranquilamente. — Sin barle mucha importancia le respondió. Toji no sabía si tomar esa respuesta tan seca como una señal negativa pues su hijo ya estaba entrando en la adolescencia. A la final, creía que otro niño preguntaría al menos preguntaría a dónde iría.

— Tu hermana ya está bormida. — Y sin decir más, tomo las llaves y se fué.

Antes de salir de casa tomó un largo suspiro, creyendo y esperando que sea una salida tranquila, un sentimiento que no sabía le duraría de manera muy fugaz.

A veces podía pensar en lo mucho que cambió su vida desde conocer al hombre de cabellos blancos.  Y era bastante decir porque Satoru no era precisamente una persona muy… Centrada. Extraño, extravagante, podían funcionar para definirlo, aveces incluso lo definía como muy loquito. Pero tal vez era justamente eso lo que le llamó tanto la atención. Era raro de describir su relación con él por todos los eventos que la crearon, por lo menos a sus ojos.

El momento en que lo conoció estaba planeado para terminar siendo solo un simple viaje de ida y vuelta donde no hablaría con nadie y no llamaría la atención, pero contra sus desgracias personales se terminó encontrando con él nuevamente, tiempo después y de manera que no se lo pudo despegar.

Quiso verlo como algo pasajero que terminaría una vez hayan tenido sexo. Termino muy equivocado en su hipótesis, porque allí estaba, nuevamente en una relación más seria.

— Tardaste. — El de cabellos blancos casi salto al verlo, extendiendo sus brazos a él. Bandole un pequeño beso en labios mientras iban adentró del local.

El y Satoru se habían encontrado a comer, una cita los 2 solos sin nadie o algo alrededor, ese era el plan. Toji por cortesía pidió 2 debidas, mientras traían la comida y en menos de 5 minutos apenas Satoru se debió la suya el miedo recorrió sus venas.

— ¿Satoru? Estás tosiendo mucho, ¿Que mierda te pasa? — Su miedo se agradó cuando vómito. — ¡¿Señora?! — Llamo a alguien para que lo atendieran.

— ¿Esto tiene alcohol? — Aturdido preguntó, levantando el vaso que había tomado estándo por la mitad, se sentía fuertemente mareado. — Soy muy intolerante al alcohol.

— Si tiene, es una debida a base de fruta y Sake de arroz.  — Le respondió el responsable.

— Eso lo explica. — Volvió a toser. 

— Lamento la molestia, pero me lo tengo que llevar. — Sacando su cartera entendió que no podían comer con Satoru en ese estado, estaba prácticamente ebrio.

Y con un solo trago el muy desgraciado… Simplemente pago para llevarse a su novio.

— No es necesario Toji, podemos seguir… — Dijo antes de desplomarse al suelo cuando se intentó poner de pie. El contrario, se inclinó hasta tener el cuerpo del albino sujetado a él, y poder sostenerlo lo mejor posible de regreso a  su casa.

— Te llevaré a mi casa. Seguro Megumi aún estará despierto así que, me hubiera gustado que lo vieras no borracho. — Comento para sí mismo sin saber si su compañero lo escuchada o no.

— Uhm. Sujetarme bien, papi ~ — De un momento a otro y una vez estaban lo suficiente lejos de los demás, pareciera que algo en la mente de Satoru hizo "click" su otro brazo rodeado a Toji por el cuello, mientras su rostro rojo por el licor debido miraba muy cerca el rostro de Toji, tomando a este por sorpresa. No creía que su novio estaba tan ebrio como para no caer en cuenta de sus acciones, sabiendo lo descaradamente coqueto que era sobrio, simplemente le complació. Tomando de sus piernas lo alzó del suelo caminando lentamente mucho más cómodos.

Satoru se acurrucó lo más cerca que pudo al cuerpo del hombre que lo sostenía. Perdiendo su mente del mundo a su alrededor, solo escuchando una puerta que se abría.

— Acuéstate aquí. — Lo llevo hasta su cuarto, teniéndolo en su cama. — Iré a buscar una medicina y algo para completar la cena, ¿De acuerdo? — Le hizo saber, Gojo asintio.

— ¿Secuestraste a alguien? — Megumi, claramente aún despierto, viendo que su padre regreso en menos de 15 minutos fue a verlo creyendo que lo dejaron plantando, sin saber que hacía un hombre en la cama de su papá.

— ¿Que imagen tienes de tu padre pequeño mocoso? — Estaba indignado. — Solo tuvimos un contratiempo, así que lo traje, ¿Aún tienes hambre como para comer cuando regrese?

— Depende. — Toji lo tomó como un si, pidiéndole a su hijo que sea discreto con Gojo por su mal estado.

Al regresar, tenía un Takoyaki en manos, unos refrescos y unas pastillas para la resaca.

— Lamento arruinar nuestra cita. No sabía que eras así de débil con el licor. — Volvió a hablar, sentándose al lado de él. — ¿Desde cuándo está Tsukimi despierta? — Preguntó al verla a un lado de Gojo.

— Solo vino a verme. Es una muy buena niña.

— ¿Que tanto te dijeron?

— Un secreto entre los 3. — Eso preocupada más a Toji de lo que lo calmaba. ¿Que habrán hecho estos niños?

— Igual nos dijo que están saliendo.

— Bueno. Ya era hora entonces. — Río por lo bajo. — En la mañana llevaré a Satoru a su casa, está noche dormirá conmigo.

flufftoker 2023 TojiGo Versión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora