flufftoker 2023 TojiGo Versión.

11

— ¡Profesor Gojo! — Un joven ahogado en cansancio perseguía a su maestro. Yuuji había querido hablar con Satoru todo el día. Literalmente lo había estado buscando pero solo ahora en la noche podía darse el lujo de buscarlo.

— Yuuji. ¿Necesitas algo? — Como señal de respuesta el joven Itabori dió un fuerte gemido tomando aire. Cansado.

— He querido preguntarle algo en relación a algo que escuche de Nanami.

— Me encanta lo bien que han congeniado ustedes 2. Nanami es tan serio, a veces no me hace caso así que temí que te ignorara. ¡Pero veo que te adora! — Exclamó logrando que Yuuji diera un paso atrás por el sobresalto de vergüenza que tuvo.

— ¡Eso no tiene nada que ver ahora! Y… Supongo que gracias. Lo que pasa es que, bueno, ¿Y los padres de Megumi? Nanami habla como si usted fuera su padre.

— Más que padre soy su tutor. Y ese es un tema largo, ni Megumi sabe de eso por su completo nulo interés. A su ojos su padre es un desgraciado que lo abandonó, aunque no sea toda la historia.

— ¿Le molestaría decirme? Quiero saber más de Fushiguro aunque no me hable tanto. — Dentro de Yuuji, Sukuna mostraba mucha atención igual de interesado en información acerca de su presa y su exótica auto aislación. Al punto de cumplir él decir de "pegar la oreja"

— Eres bueno guardando secretos ¿Verdad? De ser así podría decirte unas cosas, aunque omitiendo detalles.

— Si por favor. — Moviendo la cabeza le pidió que caminara junto a él. Originalmente tenía planes de ir por comida y a su casa, pero tener a Yuuji de compañero sonaba bien. — Espero tengas hambre. Bien, ¿Por dónde empiezo? Así. Su padre era un puto animal, un perro malparido y desvergonzado. Pero un enemigo formidable.

— ¿Ahhh? — Tanto Yuuji como Sukuna tenían la misma reacción. — No estoy entendiendo nada.

— Algunos clanes tienen tanto reglas como expectativas muy extremistas, por lo que, al no  tener quien las cumpla, imaginarás lo que pasa. El padre de Megumi fue así. Nació sin energía maldita, lo que lo llevó a un camino raro.

— Bueno. Eso tiene algo de sentido. Pero, un segundo, no entiendo. ¿Si era un enemigo formidable y no tiene energía maldita, eso significa que peleó con usted y le ganó?

— Eres un mocoso intuitivo. — Declaró. — Más o menos. Antes de morir me pidió que cuidará de Megumi, ha sido casi un hijo para mí y lo he cuidado como ese hombre no pudiera hacer ni vivo. — Yuuji estaba severamente consternado. No entendía nada, bueno, estaba más consciente de un par de cosas pero bastante en la conversación le confundía.

— La verdad me va algo de lastima. Saber esto, es hasta triste.

— Creo que depende de quien lo vea. Tenía crímenes, pero objetivamente talento para la batalla.

— Si usted lo hubiera conocido antes, ¿lo hubiera podido ayudar? Ósea, creó que me hubiera gustado conocerlo si era tan fuerte. Creo que pudo ser un mentor interesante y bueno, el padre de Megumi.

— ¿Uhm? Él era bastante mayor que yo. Pudo pasar mucho entre los 2 en otros casos, tal vez ser enemigos, tener una rivalidad, evitar el nacimiento de Megumi, pero ayudarlo, es difícil de saber. A lo mucho creó que hubiéramos sido aliados a regañadientes.

— ¿Está seguro?

— Lo suficiente. Aunque me provoque lastima su destinó porque conozco a su clan, era el camino más seguro que pudo tener, después de todo. Nació como nació. — Se quedó callado después de decir eso. Caminando en silencio con Yuuji a sus espaldas.

Por primera vez en años genuinamente pensó en ese tema. Aunque sonará ácido contra Toji, las preguntas de Yuuji aunque partieran de una Inocencia basada en su poco conocimiento estaban movidas por la curiosidad de su amigo, eran preguntas genuinas.

— ¿Qué hubiera pasado si el destinó nos pone antes frente a frente? — Toda la noche pensó en eso aunque no le gustará. Sabía lo fuerte y, aunque no lo quisiera admitir ni en sus pensamientos. Muy atractivo, de su gustó quizás.

La realidad era muy difícil de saberse realmente. El solo tenía conjeturas. Yuuji Inconsciente parecía haberle instalado un sentimiento extraño que no podía descifrar.

Tal vez solo era lástima de un hombre con la peor de las suertes.