flufftoker 2023 TojiGo Versión.

13

Pasando un pedazo de tela por su nariz sentía que el frío le estaba afectando de una forma que le incomodaba, maldiciendo por lo bajo ese golpe de desgraciada suerte. Afuera parecía querer nevar, cosa que aunque seguramente sería del agrado del chico Yuuji, que parecía estar más familiarizado que él en esos ambientes, le generaba más inconformidad que emoción.

Viendo eso se movió por la cabaña buscando leña, como tenía 3 chicos a su cargo y uno era su hijo, no sabía que tal estaría la calefacción si una tormenta de nieve se hacía presente, la tendría preparada para algo más aparte de los planes de fogata y chocolate caliente que tenían Yuuji, Satoru y Nobora.

Si mal no recordaba la leña estaba guardada en el fondo de la casa, tardó en encontrarlas, notando que había la suficiente para esa noche no obstante no sabía ni estaba convencido de si era la necesaria para una tormenta.

Con cansancio suspiro mientras se pasaba la mano por el cabello. No le encontraba sentido a esto y eso se lo dijo a Gojo desde el inicio. ¿Que tendría de diferente pasar el invierno en una montaña que pasarlo en su casa? Más por el frío, todo lo que podrían hacer acá lo podrían hacer allá. ¡Si hasta internet tenían allí!

Una vez termino de revisar sé movió por la cabaña buscando con la mirada a los 3 menores y a su hijo. Pareciera que lo invocó ya que Satoru no tardó en lanzarse a abrazarlo por la espalda.

— ¿Pasa algo PapiGuro? Te noto como tigre enjaulado. — Cerca de su oreja le dijo, ronroneando. Rodeando con ambos brazos dl cuerpo del mayor.

— Estoy buscando un hacha, parece que nevara y no pienso correr el peligro de dejar que se me congelen las bolas por el mal clima al que me obligaste a venir.

— Sobre lo primero, para eso tienes mi boca. ¿No te parece? Si no quieres la oferta traje ropa muy abrigadora de tu talla. — Exclamó. Soltando a Toji para en lo que casi fue un salto mirarlo de frente. — Y sobre lo último. No seas exagerado, aquí si bien llega a nevar nunca ha llegado a esos extremos. Ya tenemos la leña para la fogata, no es necesario más de las que está guardaba.

— Prefiero no arriesgarme.

— Toji, te lo diré así. No hay ningún hacha acá, si quieres hacerlo tendrás que hacerlo con los brazos, cosa que no te dejare, estamos de vacaciones por el invierno. Relájate o, esperamos a que los chicos se duerman y te hago entrar en calor.

No era mamá propuesta, pensaba Toji. Sonriendo de medio lado al considerarlo.

— Te deje en claro que no deseaba venir e igual me arrastraste, así que tendrás que ir preparando ese blanco culito para mí.

— Que triste que te tenga que sobornar así para que me acompañes a mi a tu hijo. — En un tono más sarcástico le llevo la contraria solo por molestarlo. Ambos hombres parecían a nada de querer besarse como si fueran a comerse la boca.

— Así es la vida.

— Lastima, porque tendré que enseñarte a divierte acá. Tigre enjaulado. — Irónizo.

Un pequeño golpe en la pared los trajo devuelta a la realidad. Recordando que había 3 menores con ellos.

— Recuerdenme ponerme audífonos las noches que estemos acá. — Nobora hablo, volteando lentamente a sus amigos, Yuuji estaba entre asqueado e impresionado mientras Megumi, decía mucho que parecía estar serio.

>> ¿Se ponen así bastante? Pareces acostumbrado.

— Más de lo que quiero decir. — Rodando los ojos se dió media vuelta buscando lo que necesitaban.

— Ese hombre conoce el infierno. — Nobora la acompaño, dejando a Yuuji allí parado e incómodo. Sukuna dentro de él no hacía más que reírse conociendo lo que era el sentimiento de la risa y alegría genuina ante la desgraciada ajena.

— Íbamos a comprar unas cosas para pasar la noche. No los molestamos más. — Rojo por la vergüenza se fue con sus compañeros.

— Genial... — Irónizo el mayor en la sala. Comtesndose para ir por agua queriendo ignorar el bochorno.

De un momento a otro Satoru le saltó encima, besándolo de sorpresa pero que Toji acepto. Apretando la cintura del albino contra su cuerpo, liberando la tensión que tenía y olvidándose de lo pasado por unos segundos.

— Volviendo al tema. Tengo varios planes para esta semana que estaremos acá, y sé que vas a disfrutar más de 1. — Besando su rostro se despidió. Toji no encontró tiempo para responder, solo suspiro con pesadez.

Ya que estaba en la cocina, haría chocolate caliente para los más jóvenes cuando regresen. Algo tenía que hacer mientras esté allí. En menos de media hora, Satoru regreso entregándole un abrigo más grande. No dudando para ponérselo.

Nuevamente se besaron, siendo un beso más corto que el anterior. Para cuándo los 3 más jóvenes volvieron cada uno detallo a su manera a los adultos, acercándose lentamente a ambos. Toji les ofreció chocolate, mientras Gojo les pidió que descansarán bien porque iban a salir en la mañana.

— ¿Han patinado sobre hielo? Es una experiencia única. — A Yuuji y Nobora parecía que se le iluminaron los ojos.

— ¡Siempre quise intentarlo! — Exclamó la castaña. — ¿Ustedes saben? Porque disfrutaré aprenderlo.

— Si. Yo lo hice en mi niñez con mi abuelo, es muy divertido. Más cuando dominas unos trucos, uno se siente genial.

— Vaya, no sabía que nuestro adorado Yuuji dominará el patinaje artístico. — Gojo exclamó. — ¿Te molestaría mañana enseñarle a este grandulón unos trucos? Me encantaría verlo patinando.

— No sé mucho pero puedo intentar. — Nervioso y avergonzado dejo saber.

— Prometo ser un buen alumno, pequeño Yuuji. ¿Mañana en la mañana?

— Haré lo mejor que pueda también. Nunca he intentado ser profesor.

— También se patinar, así que puedo hacer algo. — Megumi comento haciéndose el desinteresado.

Gojo sonreía satisfecho viendo el panorama.