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3 horas antes.

— Papiguro. — Saltando hasta tomar a Toji por la espalda, Gojo asomó un ojo por la venda que cubría su visión. Sonriendo de la forma más dulce e inocente que encontraba, cosa que, claramente fue un salto de alertas para Toji. — ¿Estás muy ocupado? — Risueño le pregunto, sus manos tocaban el pecho del mayor, dejando el cuerpo recto de forma que pueda verlo en una similitud de estatura.

— No realmente. — De mala gana contexto.

— ¡Que bueno! Quiero tener una cita contigo está toda, hasta que amanezca de ser posible. — Su voz parecía ser galante, queriendo terminar arrastrando al mayor en su seducción.

— ¿Una cita hasta el amanecer? ¿Que tramas?

— Nada mi amor. Solo quiero estar un rato a solas, ¿No es eso normal en parejas?

— ¿Existe algo de normal en nuestras vidas?

— Esa no es excusa para no quererlo. Yo sé que empezamos muy con el pie izquierdo, bueno, más que eso, ¡Pero no es el tema! Me has tenido desatendido. Por favor acepta. — Riendo por lo bajo, acepto la propuesta del menor. — Salimos en 1 hora.

En la actualidad.

— Eres una mierdecita Gojo Saturó. — Llevada ya un rato moviéndose por todo el campo de la batalla, apenas en el lugar citado Gojo le lanzó un sed de armas a Toji para que se defendiera, era un ejército de maldiciones reunidas en un cementerio.

— Muere. — Lo que parecia ser un gusano salido del infierno con ganas de sangre se lanzó sobre Toji, de un puñetazo este le arrancó la cabeza.

— Este maldito a dónde fue. — Empezando a mover la cabeza en su brazo adoptó una pose defensiva buscando con la miraba al desgraciado que tanto adorada.

— Lo estás haciendo bastante bien, mi hermoso Papiguro. — Inclinándose sobre la cabeza de uno de esos gusanos, aún vivo, el rey de la brujería hizo acto de presencia.

— Tienes mucho descaro para decirme eso sí está es tu idea de una cita. No me quiero imaginar contra que enjembro me encontraré si nos llegamos a casar. — Bromeo. Dejando de ver a Gojo un segundo, su mano se extendió dejando volar la cabeza de forma que enrollara a 4 de esos, partiendolos a la mitad por la presención de su agarre.

— Qué bueno que te lo preguntés porque planes ya tengo. — Toji no podía creer que enserio dijera eso. — Solo te avisaré que allí si seré generoso, muy generoso contigo. El único enjembro que verás serán los viejos del clan Gojo y el clan Zennit. — Dios le dolía la cabeza de pensar en ese momento.

— Que el cielo y el infierno me libren. Al menos dime qué lograste poner la barrera para no llamar la atención, esto es un cementerio. — Sacando un cuchillo de su cinturón se lanzó de cuerpo a cuerpo contra varios, mientras eso pasaba, Gojo no pudo concentrarse en ser espectador porque varias maldiciones fueron a darle caza. Menos de 6 minutos se necesitaron para quedar decapitadas.

— Claro que lo hice. — De un salto quedó frente a Toji, sonriendo como niño pequeño.

— ¿Tengo que asumir que me vas a ayudar o te vas a quedar viendo?

— Claro que si. Quiero el resto de la noche contigo.

____

— Tengo la impresión que había alguien controlando estás cosas, y vaya que supo esconderse bien. No puedo cree que habían tantas. — Estirando sus cuerpos, (más Toji que Gojo) se vieron por relajados una vez el lugar quedó limpio.

— Y yo no puedo creer que me engañarás para esto. — Le respondió. Tomando las armás llenas de sangre, echándolas sobre su hombro.

— ¿Qué? No quería hacerlo solito. Aparté, cómo apenas son más de las 12, tenemos todo lo que queda de noche para los 2 solos. — Melosamente hablo, bando 2 pasos para acercarse a su Papiguro, esté por su parte le miraba exceptico. Sintiendo las acciones que lo llevaron allí como una completa canajada. — No me veas con esa cara.

— Perdóname por no poder evitarlo.

— Toji, yo no menti cuando dije que quería toda la noche contigo, solo aproveché está pequeña misión que tenía que hacer para traerte conmigo, así que, ¿Aprovechamos el resto de la noche? Si quieres ir a un motel vamos. — Ahora la única acción que Toji pudo tomar fue reír. Antes de sujetar el rostro de Gojo.

— Ven acá, pedazo de loco. — Acariciando su rostro le robó un fuerte y profundo beso. No tuvo pudor o vergüenza en meter su lengua en su boca, sujetando sutilmente su trasero con una mano.

— Wow. Que buen beso, ¿Vamos a un hotel?

— Lamento decirte que no tengo ganas, mejor vamos a una tienda por comida, tengo mucha sed por la agitación del combate. — Pidió.

— No me quejo entonces. — Y le siguió. — ¿Aún quieres aprovechar toda la noche juntos?

— Depende de que se te ocurra. ¿Quieres comida dulce o salada?

— Salaba. Ya me comí unos pankes antes de venir.

— ¿Cómo están tan flaco con toda esa azúcar? — Irónizo. Gojo se encogió de hombros sin barle importancia.

flufftoker 2023 TojiGo Versión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora