CAPÍTULO XXII Lirios

15 5 0
                                    


PARA TODO AQUEL QUE NECESITÓ REDENCIÓN Y LE FUE DADA.

Mt. 6:14

CAPÍTULO XXII

Lirios

El desayuno transcurrió sin más sobresaltos, mantuvimos conversaciones variadas y la mayoría relacionadas con la cita de la noche, decidimos ir a bailar y pasar la noche todos juntos, cuando Paola dijo que iría al baño, todas la seguimos preocupadas.

-¡Por fin estamos solas!- la abracé apenas nos encerramos.

-¿Estás bien?

-Sí Mary, tranquilas- nos sonreía- no ha pasado nada malo, sólo me molesté porque él escuchó todo lo que les conté y ahora más tranquila, me parece bien que haya sucedido, él merece sentirse avergonzado por haberme juzgado con tanta facilidad.

-Y de una forma tan equivocada- rematé- ¿qué piensas hacer?

-Llegó súper temprano a mi apartamento, acababa de llevar a Samuel y cómo no lo dejé subir, allí en la acera se arrodilló y me pidió perdón- sus ojos brillaban por las lágrimas contenidas.

-¿Se arrodilló?- Sofía estaba impresionada al igual que todas.

-Sí, me dijo que escuchó mi versión de lo que pasó y que está muy arrepentido por haber creído las palabras del estúpido de mi primo, además me contó que no sabía que eramos primos porque describió detalladamente mi cuerpo, ese imbécil asqueroso me miraba siempre pero jamás imaginé que haya llegado a espiarme desnuda las suficientes veces cómo para saber cuantas lunares tengo en la espalda, o ese que tengo enmedio de los senos- su rostro mostraba repulsión.

-¡Qué asco! es una basura.

-Sí Mary, ha sido repugnante escuchar a Juan decir todas esas cosas.

-Pero ¿en qué momento te dijo todo eso?

-Apenas se arrodilló, comenzó a soltar ese montón de verdades- sin duda eso que contaba nos dejó sin palabras- lo bueno fue que tuvo conciencia y lo dijo en voz baja, sólo yo pude escuchar, las personas que pasaron a esa hora por la calle creyeron que me estaba pidiendo matrimonio o algo por el estilo.

-Sinceramente, no sé qué decir, Juan siempre ha sido tan odioso que no creo nada de lo que dices.

-Ruth- Paola tenía en su rostro una expresión desconocida para nosotras, brillaba- hace años, cuando lo conocí él era así, cariñoso y romántico, sólo que muy poco demostraba delante de los demás, siempre fue muy reservado.

-¿Osea que este Juan es el mismo del que te enamoraste hace tantos años?

-No- negó al comentario romántico de Sofía- este Juan es un hombre totalmente diferente, porque por muy cariñoso que fue en el pasado, nunca habló abiertamente de sus sentimientos ni lo escuché pedir perdón, era orgulloso y mucho- todas asentimos atentas a lo que contaba- en cambio hoy me pidió perdón- hizo una pausa y nos miró llena de dudas- no quiero aceptar todo lo que ha dicho así de una vez, no me parece justo.

-Aquí lo más importante es lo que tu sientes- Mary la interrumpió- ciertamente no es justo que lo perdones con tanta facilidad, ha sido malo contigo, pero dinos Paola ¿aún lo amas?

-No necesitas preguntarle- dije emocionada- es evidente- ella comenzó a llorar.

-Juan ha sido el único hombre que he amado, llevo años haciéndolo en silencio, son muchos años sufriendo por él, tratando de borrarlo de mi mente, mi cuerpo y mi corazón, es por eso que no sé qué hacer.

¿Y SI DEJO DE PENSARTE?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora