¿Y SI DEJO DE PENSARTE?

CAPÍTULO XXX ME DECIDÍ

CAPÍTULO XXX

ME DECIDÍ

-Juan acaba de decir que eres su prometida- Sofía se le acercó curiosa.

-Porque en el baño me dijo que me haría su esposa, me dijo muchas cosas que me sorprendieron y aunque no lo crean, eso me sacó de ese lugar- su mirada seguía triste.

-No creo que ese hombre haga promesas en vano- añadí sorprendida.

-Le dije que era una locura, porque su familia jamás me aceptaría y simplemente me dijo que sus papás no se meten en sus decisiones porque saben que él no haría nada que lo dañe y que en caso de hacerlo, él se puede resolver sólo.

-Bravo por Juan, a mi no me fue tan bien con Carlos, está dolido conmigo, me dijo que él llevaba años enamorado de mí y que no era la primera vez que cruzaba palabras con mis papás, pero que él los respetó siempre por mí y que esto ha sido el colmo, porque manchó la reputación de su familia, dijo que lleva años sin necesitar de sus apellidos y tuvo que recurrir a sus padres para callar la arrogancia de los míos, me dijo que debía ser valiente y dejar de permitir que ellos gobernaran sobre mí porque sólo me causarían daño, luego me pidió que le diera alguna demostración de mis sentimientos a ver si soy capaz de luchar por él, aunque cuando le dije que había dejado todo, se calmó.

-Está herido, tus papás fueron muy crueles, yo leí todo lo que publicaron en sus redes, lo llamaron ladrón, escoria, mentiroso y lo peor de todo fueron las fotos, tenían fotos de él, muchas con su overol de mecánico sucio y las manos llenas de aceite, fue terrible.

-Lo sé- Sofía comenzó a llorar al oír todo lo que Mary contaba- debo corregir ese error, él tiene razón, por eso me fui de la casa, no quiero nada si es bajo esos términos, sé que de niña sufrí un intento de abuso, pero yo se lo dije a ellos desde el primer momento y me creyeron sólo cuando Susi me apoyó, creen que soy estúpida y me menosprecian.

-Carlos no es malo, si Juan se ha portado así y por años creí que era un bastardo, su hermano no puede ser malo, sólo dale tiempo- Paola trataba de sonreír.

-Por ahora la prioridad eres tú- le dije a nuestra morena amiga- necesitas superar esto.

-Me aterroriza pensar en eso, cuando llegaron quería herirme y dejar de sentir ese asco, pero Juan dejó que lo lastimara sólo para no hacerme daño, me pidió que me mudara con él y acepté aunque le pedí un espacio propio, así que me dijo que tenía una casa, que nos iríamos a ese lugar.

-Estos hombres son una caja de sorpresas.

-Sí Ruth, ahora Pao, si necesitas hablar, aquí estamos y mientras pueden ayudarme a convencer a Carlos de mis sentimientos.

Luego de todo ese tiempo en la estación de policía, de la participación activa del abogado y de habernos desahogado, cada quien volvió a sus casas, quisimos acompañar a Paola a recoger sus cosas pero ella no lo permitió, quiso ir sóla con Juan, el tío estaba siendo buscado por la policía, al igual que su hijo Andrés, a Sofía la llevó Carlos y eso fue una sorpresa, porque él se había mantenido apartado de ella en todo momento, quedamos en reunirnos el fin de semana y se suspendieron los trabajos para el día siguiente. A pesar de todo el ajetreo, pasamos buscando a Samuel e hicimos una parada donde mi mamá quién al vernos se alegró y nos invitó a almorzar, estaba preparando pabellón y con gusto nos quedamos.

-Me parece terrible todo lo que me cuentan- Armen y mi mamá se habían dedicado a hablar y ponerse al día con todo lo sucedido, mientras yo servía el almuerzo.

-Sí mamá Raiza, todo ha sido un desastre en estos días, lo de Paola fue el colmo.

-Esa pobre niña, siempre ha sido tan valiente y atrevida y que me cuenten que estaba así, tan temerosa y asustada, seguro esos hombres le han hecho mucho daño.