Issei , el joven maltratado que encontró fuerza en su sueño oculto, comenzó un viaje hacia lo desconocido. Atrás quedaron los días de sometimiento y desprecio. Con sus nuevos aliados y su corazón ardiente, se lanzó a la búsqueda de su destino, dispu...
Mientras Black, Hide y Nana despertaban en sus respectivas celdas, la misteriosa chica de ojos rosados, Nana, se presentó ante ellos. Hide, siempre el coqueto, le lanzó varios cumplidos, mientras Black mantenía su guardia alta y se preguntaba cómo habían llegado a ese lugar.
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Nana: "Es probable que el doctor Horton nos haya secuestrado."
Hide, con su usual entusiasmo, le preguntó quién era el doctor Horton.
Nana: "Es un demonio despiadado que finge ser una persona adorable, pero le encanta torturar y experimentar con sus víctimas. Hace poco, convirtió a un hombre con una espada extraña en una bestia sin mente."
Black encontró intrigante esa información, pero decidió enfocarse en encontrar una manera de escapar de ese lugar.
Hide, en su estilo apasionado, le preguntó a Nana por qué una princesa como ella estaba siendo encarcelada. Mientras Hide besaba su mano, Black lo detuvo en seco y le pidió a Nana la verdad detrás de su situación.
Nana, aparentemente reticente, guardó silencio.
Mientras tanto, Issei y Kabuto habían logrado escapar de su celda gracias al mapa proporcionado por Scarlett. La niebla que rodeaba el lugar afectaba más a Issei, por lo que Kabuto lo cargaba mientras seguían el mapa en busca de sus armas y las espadas de Black.
Cuando llegaron a una puerta, un hombre con cabeza de perro, Dogc, les bloqueó el paso y los amenazó con su espada. Kabuto notó que el hombre sostenía su espada al revés y lo señaló.
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Dogc corrigió su postura, pero Issei, debido al efecto debilitante de la niebla, confundió a Dogc con un perrito amigable y comenzó a acariciarlo.
Kabuto, frustrado, trató de detener a Issei, pero se sorprendió al ver que Dogc respondía con cariño a las caricias de Issei. En ese momento, alguien llamó a Dogc, quien metió a Issei y Kabuto en la habitación donde estaban guardadas sus armas.
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El hombre que llamó a Dogc era el propio doctor Horton, quien continuaba su búsqueda de Issei y Kabuto. Dogc, con pesar, le informó que no había visto a los prisioneros.
Horton lo regañó, lo llamó "inútil" y se preguntó por qué lo había creado. Dogc se sintió triste por las palabras de su creador.
Horton siguió su búsqueda, y Dogc quedó solo. Issei, sintiendo empatía por el hombre-bestia, salió de la habitación y comenzó a acariciarlo.
Issei: "Yo también sé lo horrible que se siente que te hablen así."
Issei compartió una parte de su propio pasado, recordando los abusos que sufrió por parte de sus padres y hermanos adoptivos.
Issei: "Tarde o temprano, debes tener el valor de dejar esos lazos tóxicos."
Dogc :"cuándo sería ese momento".
Issei: "Si lo deseas, puede ser en este momento. Ven y acompáñanos a buscar a nuestros amigos. Estoy seguro de que te sentirás bien con ellos."
Las palabras de Issei conmovieron a Dogc, y con una sonrisa, aceptó unirse a su búsqueda.
