Issei , el joven maltratado que encontró fuerza en su sueño oculto, comenzó un viaje hacia lo desconocido. Atrás quedaron los días de sometimiento y desprecio. Con sus nuevos aliados y su corazón ardiente, se lanzó a la búsqueda de su destino, dispu...
Después de escapar de Kuoh y dejar atrás las acusaciones injustas que lo perseguían, Issei Hyoudou se encontró en una situación desesperada. Sin dinero, sin hogar y con el hambre apretando su estómago, vagó por los caminos desconocidos de la ciudad. Cada paso que daba parecía alejarlo aún más de su antigua vida, pero también lo acercaba a un futuro incierto.
La noche había caído, y las luces de la ciudad destellaban en la distancia. Issei se aferró a su mochila con las pocas pertenencias que había traído consigo. Su estómago gruñía de hambre y sus piernas comenzaban a fallarle. En un callejón oscuro, se sentó en un rincón, sintiendo la desesperación en lo más profundo de su ser.
Fue entonces cuando escuchó pasos lentos acercándose. Levantó la vista y encontró a un anciano de cabello blanco y ojos sabios que lo miraba con compasión.
Anciano Marvelous: (amablemente) "Pareces en apuros, joven. ¿Necesitas ayuda?"
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Issei levantó la vista, encontrando la mirada amable del anciano. Asintió, incapaz de ocultar su necesidad.
Issei: (con voz débil) "Sí, por favor... Tengo hambre."
Anciano Marvelous: (sonriendo) "Ven conmigo. Tengo algo caliente para ti en casa."
El anciano, conocido como Marvelous, llevó a Issei a su pequeña y acogedora casa. En la modesta cocina, preparó una sopa caliente y compartió historias de su vida mientras compartían la comida. Issei se sintió agradecido por la amabilidad del anciano, quien parecía entender la lucha interna que estaba experimentando.
Los días se convirtieron en semanas y semanas en meses. Issei vivió con Marvelous durante ese tiempo, ayudando en lo que podía a cambio de un techo sobre su cabeza y comida en su estómago. A medida que sus conversaciones continuaban, Issei compartió algunos de sus propios desafíos y secretos con Marvelous, incluida su búsqueda del Gingakei de mottomo kichōna shisan y su deseo de ser libre.
Un día, mientras disfrutaban de una tarde tranquila en el jardín trasero, una sombra oscura se cernió sobre ellos. Cuatro demonios, armados y llenos de malicia, aparecieron frente a Issei y Marvelous.
Demonio Líder: (riendo siniestramente) "¡Miren lo que tenemos aquí! Un humano y un anciano... ¿Creen que pueden escapar de nosotros?"
Anciano Marvelous se puso de pie con calma, sus ojos llenos de determinación.
Anciano Marvelous: (firme) "No voy a permitir que lastimen a este joven. Retrocedan."
Los demonios se rieron, confiados en su superioridad numérica y poder demoníaco. Pero lo que no sabían era que Marvelous no era un anciano común y corriente.
Con un gesto de su mano, Marvelous invocó una ráfaga de fuego de dragones que surgió de sus manos y se alzó hacia el cielo. Los demonios avanzaron con agresividad, pero antes de que pudieran atacar, Marvelous canalizó su energía mágica hacia el fuego de dragones, transformándolo en una gigantesca bestia llameante.
Anciano Marvelous: (con voz profunda) "¡Fuego de dragón, protégeme!"
La bestia de fuego rugió con fuerza y arremetió contra los demonios con una furia imparable. Lenguas de fuego ardiente envolvieron a los demonios, quemando su piel y arrasando sus defensas. Los aullidos agonizantes de los demonios llenaron el aire mientras luchaban por sobrevivir.
Issei observó asombrado el poder del anciano, su corazón lleno de gratitud y asombro. Marvelous se había convertido en un escudo impenetrable, una fuerza inquebrantable que defendía su vida y la de Issei.
Finalmente, las llamas se extinguieron y el silencio cayó sobre el jardín. Los demonios yacían derrotados, sus formas distorsionadas por el fuego.
Anciano Marvelous: (recuperando el aliento) "Estás a salvo, Issei."
Issei se acercó al anciano con gratitud y admiración en sus ojos.
Issei: (emocionado) "Eso fue increíble, Marvelous. ¿Qué eres?"
Anciano Marvelous: (sonriendo) "Hay muchas cosas en este mundo que no pueden ser explicadas fácilmente, Issei. Pero lo que importa es que estás a salvo."
