Este es mi destino DxD

capitulo 18 mi primer aliado

Opening

Italia se extendía ante Issei, revelando sus maravillas y secretos. Sin embargo, su atención se centró en un gran cráter que se alzaba ante él. Aquel cráter era una cicatriz en la tierra, una huella indeleble de los ataques perpetrados por la Khaos Brigade, un grupo que representaba una amenaza constante para el mundo sobrenatural y el humano.

Mientras se acercaba al cráter, Issei escuchó un ruido familiar: el sonido de la batalla. No estaba solo en aquel lugar desolado. Rubén, estaba en medio de una encarnizada pelea contra una gran cantidad de estos seres corruptos.

Sin dudarlo, Issei intervino, lanzándose a la batalla al lado de Rubén. Juntos, formaron un dúo formidable que pronto comenzó a derrotar a los ángeles caídos que los rodeaban. La coordinación entre ellos era sorprendente, como si hubieran peleado juntos durante años.

Una vez que la última amenaza había sido eliminada, Issei miró a Rubén con curiosidad.

Issei: (interesado) "¿Por qué escapabas de esos ángeles caídos, Rubén?"

Rubén suspiró, revelando la carga que llevaba consigo.

Rubén: (serio) "Este lugar, cerca del Vaticano, es donde la Khaos Brigade lleva a cabo sus experimentos y utiliza armas poderosas. También usan a miembros de la iglesia como conejillos de indias. Lo mismo hicieron conmigo."

Rubén sostenía una espada maldita llamada Enma, cuyo poder había sido sometido a oscuros rituales. La espada tenía el potencial de infligir un gran daño, pero también estaba relacionada con su condena.

Issei: (comprensivo) "Entiendo, Rubén. No es un lugar seguro."

Rubén le explicó a Issei que tenía un collar que lo mantenía atado a Italia. Si se alejaba demasiado, el collar le daría una descarga eléctrica letal.

Issei tomó el collar con determinación, decidido a ayudar a su nuevo amigo. Intentó quitarlo, pero Rubén lo detuvo.

Rubén: (serio) "No, Issei. Si lo haces, ambos moriremos."

Issei finalmente logró quitar el collar, pero solo recibieron una descarga eléctrica leve. Rubén sonrió, impresionado por la valentía de Issei.

Issei: (resuelto) "¿Te gustaría unirte a mí, Rubén? Estoy en busca del tesoro más grande del mundo, y quiero que me acompañes en esta búsqueda."

Rubén se sorprendió por la oferta, pero pronto sonrió, aceptando.

Rubén: (agradecido) "Ganaste, Issei. Mi sueño es tener todas las espadas posibles: demoníacas, angelicales, divinas y más. Aunque suene estúpido."

Issei: (amigable) "No suena estúpido en absoluto. Acompáñame en esta búsqueda, y te ayudaré a cumplir tu sueño."

Ambos se levantaron, sellando su amistad y su compromiso mutuo. A partir de ese momento, Issei y Rubén se embarcaron juntos en una nueva aventura llena de misterios, desafíos y la promesa de un tesoro inimaginable.