Retorno A Dentro Del Laberinto

Epílogo

Rey de los Goblins. Ejercer el cargo resultó ser la tarea más sencilla para Toby. Quizás Sarah hubiese querido librarse de él en origen, pero en el fondo sentía que estaba destinado a ocupar ese papel. El ahora adulto no imaginaba una vida diferente, ni añoraba la que había tenido... Quería a sus padres, mucho, pero ellos jamás les habían entendido. No entendieron que sus hijos anhelaban una fantasía imposible para el común de los mortales, pero tan real que podría inspirar incluso una película de culto.

—Dentro del laberinto. ¿No suena bien? —rio el rey, de rostro envejecido.

Sus iguales, que no súbditos, rieron también al escucharle. Mucho había cambiado el castillo desde que él ocupase el trono: el orden imperaba, la suciedad había desaparecido y cualquier habitante del reino era bienvenido a él. La dinámica había cambiado, pero no por ende el concepto mágico del laberinto.

De vez en cuando recibían visitas, afortunados cuyos caminos se cruzaban con cierto libro rojizo que representaba una invitación especial para aquellos capaces de vislumbrar la oportunidad entre sus páginas... Algunos, debido a su ímpetu, lograban alcanzar su objetivo y así hallar la oportunidad de regresar ilesos, mientras que otros se quedaban atrapados allí para siempre o perecían en el intento; un ciclo que llevaba repitiéndose generación tras generación sin final, mas nunca lo tendría.

—Jareth y Sarah estarían muy orgulloso de ti. —Lancelot hizo una breve reverencia a su amigo.

El leal oso había permanecido a su lado durante todos estos años. Convertido en su mejor amigo, consejero del rey, mantenía viva la promesa que una vez hiciera.

—Lo sé.

Su hermana regresó al mundo humano, donde terminó casándose con Jareth. Ambos se adaptaron a una vida menos ostentosa, dueños de una tienda de antigüedades, y tuvieron tres hijos a los que Toby amaba con locura... No los conocía en persona, dudaba si algún día podría hacerlo, pero cada vez que los veía en una de sus esferas no podía evitar emocionarse.

Al fin Sarah había encontrado la felicidad que tanto deseaba.

—¡Escuchad! 

Un grito reconocible irrumpió la idílica calma. El panzón de Kol despertó de su siesta al pegar un brinco de sonora caída. Poco en él había cambiado, más que sus ropajes, sustituidos ahora por unos más elegantes.

—¿Qué debemos escuchar? —preguntó Pétalo.

—¡Callad! —ordenó el rey y agudizó el oído.

La sala del trono quedó en completo silencio. Los Fireys sostenían sus cabezas en las manos, los goblins intercambiaban miradas bobas con las gallinas, mientras que el resto esperaba con una alegre sonrisa dibujada en su rostros oír algo... Todos rebosaban una palpable ilusión.

—Ojalá... Ojalá... —Una voz femenina se abrió paso e inundó la silenciosa sala con su presencia—. Ojalá vinieran los goblins y se te llevarán... Ahora mismo.

Un tremebundo jolgorio se armó al escuchar las palabras idóneas de una joven muchacha que, en algún lugar del mundo, había descubierto por accidente su existencia. ¡Una nueva aventura daba comienzo!

—Hagamos realidad sus deseos —celebró Toby.

Este Epílogo, escrito el 15/09/2023, está dedicado a GillianRainMcFadden. 

Gracias a todos por leer esta historia. ^^