Capítulo 05: Uno de tres

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Toby continuó clavando el palo sobre la seta. No se detuvo hasta hacerle numerosas incisiones que liberaban una savia pegajosa que olía fuertemente a néctar.

—¡Aguanta amigo, te sacaré de ahí! —espetó elevando el palo una última vez.

Ese último golpe definitivo provocó que la seta abriera la boca nuevamente, perdida ya toda la fuerza de sujeción de su lengua, hecho que facilitó al oso liberarse de ella y salir de su interior.

—¡Tierra! —gritó al salir del Troglotón y caerse al suelo pringado de jugo gástrico por todo su ropaje.

—Te advertí que no te acercaras  y no me hiciste caso. —El joven le regañó, pero al verle tirado y pringado se arrepintió—. Lo que quería decir es que tenemos que tener más cuidado.

—Y que lo digas. —Lancelot asintió agradecido. Entendía que había actuado de forma irresponsable.

Toby le dio unos minutos para que se repusiera y, mínimamente, se limpiase un poco.

—He encontrado la salida al bosque. Puede que eso te alegre tras tú... pequeño incidente.

—¡Casi me devora! —gimió furioso el oso—. ¡No ha sido un incidente, ha sido un ataque!

Toby no pudo evitar soltar una gran carcajada de risa que le ayudó a liberarse también de la agonía producida por el bosque. Habían sido capaces de superar otro contratiempo.

**********

Mientras tanto, en la torre más alta del castillo, Jareth y los goblins veían el avance de Toby de una de sus bolas de cristal. No querían perderse ni un solo instante de su andadura por el laberinto.

 No querían perderse ni un solo instante de su andadura por el laberinto

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—¡Recórcholis, casi se comen al oso! —rechistó un goblin.

—¡Hubiera molado que lo comiera! —rió Kol.

—¡¿Acaso no habéis entendido el propósito de su viaje?! —El rey alzó la voz enervado. Luego se levantó de su trono.

Todos los goblins se callaron asustados. Las risas y el jolgorio se esfumaron ante la mirada severa que Jareth les estaba echando.

—Me temo que no, mi señor... —susurró Kol en voz baja.

El rey se llevó las manos a la cabeza al estar rodeado de tanto incompetente, respiró hondo, se calmó y continuó.

—Toby no recuerda que es el príncipe de los goblins y debe realizar este viaje para aceptar su destino —explicó más calmado—. ¡Pero si algo malo llegara a pasarle podría huir de su destino y Sarah se marchitaría en el interior de este laberinto! —Terminó a gritos.

Los goblins, cabizbajos y avergonzados, se miraron los unos a los otros sin saber qué decir para resarcir su comportamiento.

—En ese caso... ¿Quiere usted que le ayudemos? —Kol no sabía cómo reaccionaría a su ofrecimiento, pero esperaba haber acertado.

Retorno A Dentro Del LaberintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora