Alejate de mi hermano.

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Buenos días!!! Un día más de actualización, amé esta historia como tienen idea y no puedo dejar de leerla jajajaja

En fin gracias a los que leen, comentan y votan por lo que escribo, valen mil millones.


Capítulo 2.
 

Y así pasaron 50 años, Sesshomaru iba una vez a la semana para ver si su hermano al fin aceptaba irse con él a casa, pero cada semana le decía que no, siempre le decía que prefería morir ahí clavado que volver a ser menospreciado.

Kikyo seguía cuidándolo por orden de Sesshomaru, la chica le había explicado al hibrido que en efecto al inicio lo cuido por ordenes del príncipe perro, pero al final le había agarrado cariño, lastimosamente su lado demoniaco había creado en ella desconfianza así que ahora no pensaba soltarlo a menos que su hermano se lo llevara a su respectivos dominios.

Un día Inuyasha se enteró que la sacerdotisa había muerto por culpa de mantener la perla de Naraku lejos de los demonios que querían su poder, el hibrido dolido lloró su perdida por un día completo. Su hermano al ver que la única que podía proteger a su hermano había muerto tuvo que designar a su fiel lacayo Jaken a que lo cuidara día y noche, para que él pudiera continuar con el cuidado de su jauría.

 



Pasaron varios años después de la muerte de Kikyo cuando en el bosque apareció una chica, mientras iba caminando tratando de averiguar donde estaba fue encontrada por un par de demonios de bajo nivel, así que empezó a correr, pero en lo que buscaba donde esconderse se encontró con el árbol sagrado que mantenía a Inuyasha cautivo.

-       Oye niña – la chica con ropas estudiantiles volteo a ver al chico clavado en el árbol e Inuyasha la vio con sorpresa, ¿qué acaso Kikyo no había muerto? – tu desgraciada fingiste tu muerte para dejar de cuidarme – preguntó molesto, ya que ahora una rana verde lo alimentaba a diario con cosas asquerosas.

-       ¿Te conozco? – el hibrido pensó que la sacerdotisa había perdido la memoria y sería su oportunidad de poder engañarla.

 
Así que le pidió que lo ayudara a bajar del árbol y la chica le quito la flecha que lo mantenía cautivo, una vez libre Inuyasha recuperó todos sus poderes y sonrió victorioso, si podía salir corriendo de ahí sin que la rana lo notara podría huir de su hermano para siempre.

 
-       Oye espera, ¿a dónde vas? – el hibrido le dijo que se callara, si lo llegaba a descubrir en su huida su hermano iría por él y lo encerraría en un castillo.

-       Cállate mujer escandalosa, que no ves que puedes atraer la atención de seres desagradables – pensar en su hermano le causaba mariposas en el estómago, por eso pensaba que era desagradable a su vista y no quería verlo.

-       Debes de ayudarme a que pueda llegar a mi casa, llegué aquí y una horda de asquerosas cosas me empezaron a perseguir y… - el hibrido rodo los ojos, al voltear a ver a la chica la barrió con la mirada y se puso a pensar en como era posible en que Kikyo no hubiera envejecido en esos 50 años.

-       Si hueles a Naraku por todos lados es obvio que te van a perseguir, mejor agarra tu arco y tus flechas si quieres defenderte o morirás – la chica lo volvió a frenar ya que no entendía nada, pero antes de que pudiera hablar otra horda de demonios se acercaron a tratar de quitarle el poder que se olía en ella.

 
Inuyasha se vio inmiscuido en ese problema y terminó peleando, mientras lo hacía la rana verde que lo había estado cuidando notó que se había escapado del árbol sagrado donde Kikyo lo había puesto, así que corrió con su amo para que pudiera ir por el Omega de inmediato.

Protegiendo a mi Omega. Inuyasha (Yaoi18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora