Protegiendo a mi Omega. Inuyasha (Yaoi18+)

Cambios.

Buenos días!!!!

Ya ando actualizando mis fanfics!!!! así que espero que disfruten estos nuevos giros en la trama jejejeje

Espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 5.

Sesshomaru estaba dormido esperando a que su Omega se recuperara, mientras dormía leves rayos lunares entraron a través de la cascada y dieron de lleno en el cuerpo de Inuyasha logrando que poco a poco su cabello se volviera a pintar de un tono platinado, además de que su cuerpo empezaba a verse más suave a la vista, sus facciones se volvían más delicadas, al igual que sus manos, su cintura se volvía más delgada y sus caderas más anchas, en su vientre se formaba un tatuaje que lo distinguía como Omega y le anunciaba al mundo que podía concebir, todos los perros Omega tenían ese tatuaje y sus músculos desaparecían para que tuviera una figura más estilizada y delicada.

Al despertar Sesshomaru tomó a su Omega y sintió que era más pequeño de lo que recordaba, así que abrió los ojos rápidamente y empezó a analizarlo con la mirada y notó que su forma adulta era más demoniaca que antes, ahora parecía un demonio perro al 100%, no tuvo tiempo de analizar más a su pareja cuando Inuyasha despertó y empezó a buscarlo con la mirada, al ver a su hermano ahí a su lado sonrió adormilado y se pegó más a su pecho.

 
-       Siento que me hubiera aplastado una manada de renos – dijo al sentir un poco el dolor en su cuerpo por los recientes acontecimientos.

-       En cuanto comas te vas a poder recuperar – dejó a su hermano sobre la cama y empezó a acercarle comida para que pudiera reponer toda la fuerza que había perdido en esa semana.

Así el mayor empezó a cuidar de manera dedicada a su luna, Inuyasha se levantó después de haber podido comer, ya que desde que había despertado su estómago clamaba por comida, después de ese momento notó los cambios en su cuerpo, se observó y no se reconoció, era como un demonio completamente diferente, así que salió de la cueva para poderse ver reflejado en el agua de rio que nacía de esa cascada.

 
-       Al parecer el que pasaras tu celo y tu mayoría de edad juntos hizo que tu forma… se volviera más delicada – decía Sesshomaru, él había visto entrenar a su hermano para ser más fuerte y ahora parecía que todo eso se había ido al drenaje con su transformación – el tatuaje en tu vientre le anuncia a toda la manada que puedes procrear hijos, es algo muy normal en los Omegas de nuestro clan – Inuyasha se seguía observando y notando las diferencias – y quería explicarte que a partir de este momento serás mi luna – el menor lo volteó a ver extrañado – cuando un Omega se vuelve la pareja del Alfa de la manada se le conoce como luna – el menor lo vio sorprendido y sin entender que significaba – todos te llamaran así a partir de este momento, así que acostúmbrate – Inuyasha entonces recordó a sus amigos.

-       ¿Dónde están los otros? – preguntó preocupado y Sesshomaru frunció la frente, de ser posible quería que su luna dejara de buscar a Naraku, pero su hermano era tan necio que seguramente insistiría en acompañarlos.

-       Siguen en el mismo lugar en donde los dejaste la última vez, Jaken se encargó de informarles que habías empezado tu cambio a forma adulta – el menor lo vio con pánico – no les dijo que pasó entre nosotros, pero lo sospecharán cuando vean tu marca – le señaló el cuello, al verla Inuyasha sintió que le palpitaba la piel en esa zona y también notó que había un hilo rojo que lo unía con su hermano, trató de tocarlo, pero era como si fuera intangible – es la marca de que ambos estamos juntos, yo sentiré todas tus emociones como si fueran mías, tus heridas también las sentiré en mi cuerpo y a ti te pasará lo mismo, nuestro vínculo será más poderoso conforme pase el tiempo para así podernos proteger – el menor quedó impactado y no se imaginó que algo así de increíble pasara cuando te juntabas con tu pareja – es hora de ir a casa – le extendió la mano y el menor la tomó, pero no lo dejó avanzar.

-       Déjame ayudar a vencer a Naraku… lo prometí, será lo último que te pida e iré contigo a cualquier lado – el Alfa lo vio una vez más con molestia, pero aun así aceptó.

 

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Al llegar con los humanos vieron a su amigo sorprendido por los notables cambios que había sufrido, al ver la marca en la nuca Miroku supo que su amigo era un Omega y ya tenía a su pareja, así que al voltear a ver al hermano de su amigo supo quien era, desde que Inuyasha y Koga habían desaparecido se quedaron preocupados y decidieron quedarse ahí a esperar a que alguno de los dos volviera, pero en cambio llegó Jaken para informar que al cumplir los 300 años Inuyasha había empezado su cambio a su forma adulta y por el momento estaba en un lugar a salvo siendo protegido por Sesshomaru, así que solo debían esperar a que terminara su trasformación para volverlo a ver.
 

-       Inuyasha… te ves… bien – Kagome fue la primera en hablar y decir algo, pero sintió la presión de la mirada de su hermano, así que no supo si lo que había dicho era buena idea.

-       Es verdad, ahora pareces un demonio en toda ley, nadie notaría que eres un hibrido – Sango tampoco midió sus palabras y Sesshomaru parecía más molesto.

-       Yo creo que te veías mejor antes, ahora seguramente me quitaras la atención de todas las señoritas – Miroku supo que con esos rasgos andróginos que ahora poseía, las mujeres lo seguirían más al ser tan “hermoso”.

-       Humanos – habló Sesshomaru logrando que a todos les recorriera un escalofrío – por petición de mi luna aceptaré ayudarlos con Naraku, los acompañaremos en su viaje y nos aseguraremos de que ese demonio no se vuelva a levantar – dijo con voz grave haciendo que todos se sintieran incómodos – así que vamos a hacerlo rápido – los amigos de Inuyasha obedecieron al mayor y decidieron no provocarlo, de por si se notaba que tenía un pésimo carácter, no querían que después de vencer a Naraku tuvieran al líder del clan perro detrás de ellos.

 

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Lejos de ahí.

-       Me vengare de ese maldito bastardo – decía Koga aun en cama por las heridas que le había dejado Sesshomaru en su pelea por el Omega – no solo interrumpió el mejor momento sino que marcó a mi presa – las mujeres que lo cuidaban lo veían con miedo, ya que sus feromonas estaba muy alteradas y demostraban su enojo, si no hubieran cuidado de él desde el inicio, ya las hubiera matado por la toxicidad de su aroma – cuando menos se dé cuenta le quitaré a su Omega y haré que viva en carne propia el dolor que me hizo sentir.

 
Koga había sobrevivido gracias a que había empezado a aullar y los lobos que siempre lo seguían habían logrado dar con él, así que rápidamente lo habían atendido para evitar que se desangrara, al olfatear el aroma supieron que se había peleado con otro Alfa por aparearse con un Omega, pero su líder había perdido, no era raro se había enfrentado a Sesshomaru, que desde la muerte de Inu no Taisho y de que sellaran a Naraku se había convertido en el demonio más poderoso de todo el mundo, no había ningún otro demonio que se le pareciera y si a eso le sumabas su gran clan y el tamaño de sus dominios se podía decir que nadie tendría el valor de enfrentarlo. Su líder había tenido suerte de salir con vida después de enfrentar a un demonio de ese calibre, pero ahora buscaba venganza y esa venganza les preocupaba a todos, si Sesshomaru se lo proponía podría destruir su clan.

 
-       Señor… no olvide pensar en su gente… una guerra con los perros no es algo que podamos ganar – decía uno de los betas de la manada.

-       No, pero al llevarnos a su luna y deshacernos de ella, le haremos un gran daño… lo suficiente para que no pueda pelear y su clan no sea un obstáculo para nosotros – si la luna desaparecía el Alfa se debilitaba por culpa del vínculo que ahora compartían, así que Koga iba a destruir dicho vínculo y el momento oportuno para hacerlo era cuando estuvieran ocupados destruyendo a Naraku, justo en ese momento se encargaría de destruirlo.

Continuara….