Al fin tranquilidad.

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Buenos días!!!! empezando con la actualización de mis historias, debo de confesar que amé esta historia como no tienen una idea, me pasaron tantas cosas graciosas cuando la escribía que de verdad le agarre mucho cariño jejejeje

Quiero agradecerles a tod@s l@s que apoyaron mi trabajo, como saben sigo produciendo ideas y trató de publicar lo más rápido que puedo, pero se acercan fechas que me tienen algo ocupada, así que aun no estoy segura si voy a publicar algo nuevo, pero esperen muchas noticias mías pronto.

En fin como ya es costumbre en mi, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.


Capítulo 9

 
Sesshomaru había empezado a pelear contra Naraku, todos los miembros de la manada veían con miedo dicha pelea, ya que desde lejos se podía observar que ambos demonios se estaban dando hasta por debajo de la lengua, ambos tenían heridas que se empezaban a ver bastante serias y la sangre que brotaba de las mismas era alarmante, la velocidad de regeneración de ninguno de los dos era lo suficientemente efectiva para poder evitar que se empezaran a desangrar por la intensa batalla que estaban teniendo en esos momentos.

Naraku no pensó que vencer a ese maldito demonio le tomaría tanto tiempo, cuando había peleado contra Inu no Taisho había sido lo mismo, el maldito perro le había dado pelea como ningún otro demonio en el mundo entero y a pesar de que él era considerado el más fuerte no había importado, ese maldito perro había logrado arrebatarle su perla y sellar su poder, pero pensando que su hijo no sería lo suficientemente fuerte pensó que lo vencería rápido, pero a ese paso la historia se iba a repetir, iba a perder contra un asqueroso perro.

 
-       *Te maldigo Inu no Taisho, a ti y a toda tu descendencia* – eran el pensamiento que cruzaba por la mente de Naraku al ver que no podía vencer al príncipe perro, pero no se podía rendir, si ese día se retiraba los demás demonios que le temían sabrían que Sesshomaru era más poderoso y no tendría más apoyo, tendría que vivir humillado, prefería morir intentando matar a ese maldito antes de rendirse.

-       Muérete de una maldita vez – Sesshomaru le clavó los colmillos en su clavícula muy cerca de la yugular, si Naraku no se hubiera movido rápido habría muerto por dicha herida.

-       Tu y todos los de tu clase son unos malditos demonios inferiores llenos de pulgas, ¿cómo unos simples perros pueden dar tanta lata? – aprovechando que  Sesshomaru lo sostenía del brazo con sus colmillos sacó sus garras y apuntó al corazón del príncipe sería el único golpe que tendría que dar para matarlo, pero el impacto no pudo llegar a Sesshomaru, ya que Inuyasha desde atrás había logrado partir el brazo de Naraku con colmillo de acero, Sesshomaru vio con miedo que su luna estaba ahí desprotegida, Naraku empezó a quejarse con alaridos muy fuertes por la herida, Inuyasha había sentido los temblores desde donde estaba escondido y temeroso de que a su Alfa le pasara algo decidió salir, tomó su poderosa espada y fue a donde sentía el olor de su pareja, conforme se acercaba olía más a sangre que a las hormonas de su pareja, así que asustado corrió lo más rápido que su vientre se lo permitía, vio que Naraku iba a dar un golpe de gracia y sin pensarlo mucho lanzó la espada en el aire para cortar el brazo del demonio.

-       ¡Sesshomaru debes atacarlo ahora! – el Omega llamó a su espada y volvió a su mano, su hermano aprovecho ese momento para poder atacar de nuevo a Naraku y lo sostuvo con sus dientes por su boca causando una herida mortal en el estómago que obligó al demonio a escupir sangre a borbotones, esos malditos perros iban a matarlo, así que desesperado trató de huir, cuando trató huir la mitad de su cuerpo se quedó dentro de la boca del enorme perro, para Naraku no era nada, podía regenerarse consumiendo más demonios, así que empezó a arrastrarse lo más rápido que podía, pero Inuyasha no lo dejó y lo clavó en el piso para evitar que huyera, el demonio volteó para dañarlo lo más posible, pero fue imposible, Sesshomaru había atravesado su pecho y ahora sostenía con su mano su perla, lo vio a los ojos y entonces fue como revivir el horrible pasado, era como ver a Inu no Taisho de nuevo sobre él el día que lo selló en la zona oscura, pero al sacarle su perla Sesshomaru no la rompió en pedazos para evitar que juntara su poder, sino que usó su propia energía demoniaca y la destruyó por completo, esa simple acción que había durado segundos en la vida real había pasado frente a los ojos de Naraku como una película lenta, tan lenta que solo por eso no murió de inmediato, vio como su cuerpo se desintegraba poco a poco en el aire, como su alma se partía en pedazos y sería enviada al círculo de la reencarnación, vio a Inuyasha abrazar a su pareja para evitar que callera al piso por todas las heridas que tenía.

Protegiendo a mi Omega. Inuyasha (Yaoi18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora