Lier (Terminada)

2. 🖤

Saber que trabajaría para el peliblanco el cuál nunca pudo olvidar desde esa vez en Parc du Champ de Mars cuando por distraído se separó de sus padres y no lograba encontrarlos, Satoru se acercó a él para ayudarlo, en su memoria aún resonaban las palabras que el peliblanco le dijo en un perfecto francés: "Ne pleure pas, je prendai soin de toi" (No llores, te cuidaré). Sonrió llamando la atención de su mejor amiga, Riko; una Omega pelinegra, ella se acercó para saber cuál era el motivo de la alegría de su amigo ya que para ella habían sido contadas las veces que lo vio sonreír genuinamente.

— ¿Que es lo que te tiene tan feliz? — inquirió en cuanto tomó asiento al lado del pelinegro.

— ¡Voy a verlo! A partir de mañana seré su asistente! — exclamó emocionado.

La pelinegra levantó una ceja a modo de pregunta, la información la había dejado confundida.

— A Satoru, mañana lo veré — respondió a la pregunta no articulada.

— Oh wow, esto si es una gran sorpresa, pero ¿En qué momento paso todo esto? — preguntó confundida — Creí que era tu mejor amiga, pero no me habías dicho nada — exclamó en un tono dolido.

— Eres mi mejor amiga, es por eso que sabes todo sobre mí, pero esto fué repentino hasta para mí — respondió en tono cariñoso acariciando el cabello de la pelinegra.

— Pero aún no logro entender como es que serás su asistente — murmuró alejando la mano del pelinegro, odiaba que tocara su cabello.

— ¿Recuerdas a Utahime? — inquirió y la vió asentir en respuesta — Pues gracias a ella conseguí el empleo — exclamó con una sonrisa.

— Ok! Pues te deseo mucha suerte —Sonrió al ver la alegria de su amigo.

— Gracias Riko, oye! Tú crees que aún me recuerde — murmuró con el ceño fruncido.

— Obviamente no! — exclamó divertida — Solo tú recuerdas cosas que pasaron hace veinte años — dijo levantándose del sillón y tomando rumbo a su habitación.

Negó divertido, sabía que era probable que Satoru no lo recordaba, pero eso no le molestaba ya que él solo deseaba volver a verlo. La tarde transcurrió con normalidad, terminó algunas cosas que le hacían falta y trato de memorizar algunas cosas de la agenda de Satoru, lo incomodó un poco el saber que el peliblanco tenía varios encuentros con omegas distintos varios días a la semana, pero sabía perfectamente que debía deshacerse de esa clase de sentimientos ya que él solo sería asistente de Gojo; al llegar la noche cenó algo rápido y decidió ir a su habitación ya que por el momento Riko no se encontraba, el cansancio del día lo venció así que quedó profundamente dormido, su cuerpo se estremeció al ser sorprendido por el despertador, trato de apagarlo, pero  rápidamente recordó que debía presentarse a trabajar así que se levantó a toda prisa y se dirigió a darse una ducha, mientras el agua recorría su cuerpo una sonrisa iluminó su rostro al recordar que vería a Satoru, terminó su ducha y se arregló trato de verse lo mejor que pudo, claro sin exagerar, al salir de su habitación vio a Riko quien preparaba el desayuno para los dos, al verlo sonrió.

— Buenos días Riko — saludó alegremente.

— Buenos días Suguru — respondió imitando el bien humor de su amigo.

Riko sirvió el desayuno para ambos y tomaron asiento, hablaron de cosas triviales y que Riko no quería poner nervioso a su amigo en su primer día de trabajo; al terminar ambos salieron del apartamento con rumbo a su trabajo. Suguru al llegar al edificio mostró su identificación a la persona que se encontraba en recepción, después de revisar la identificación y hacer unas llamadas la chica le indicó hacía dónde debía ir para llegar a la oficina del presidente.
Al llegar a su puesto de trabajo quedó maravillado por la hermosa vista que tenía desde su escritorio, toda la ciudad de Los Ángeles se veía desde ahí, salió de sus pensamientos cuando escucho las puertas del elevador abrirse, cuando escuchó los pasos bastante cerca tomó valor y luego volteó para saludar.

El peliblanco lo saludo formal, luego entró a la oficina con prisa solo le pidió traer un café, la actitud de Satoru lo desconcertó, pero decidió ir por el café, bajo a toda prisa y cruzo la calle ya que ahí se encontraba la cafetería favorita del peliblanco; pidió su café favorito y cuando lo tubo en sus manos regresó a toda prisa; tocó la puerta y al recibir autorización entró, un leve olor a sándalo y limón lo golpeó al encaminarse a escritorio, su vista se dirigió al peliblanco quien se encontraba de pie frente al enorme ventanal, dándole la espalda completamente; al dejar el café carraspeó para llamar la atención del pelinegro.

— Acá está su café señor Gojo — informó manteniendo su pise formal.

— Muchas gracias, puedes retirarte — ordenó sin siquiera dirigirle la mirada.

El pelinegro salió de la oficina un poco confundido, pero tenía un día bastante complicado así que por mas que quisiera no podía distraerse en nimiedades. Después de trabajar mucho durante el día al fin era su hora de salida, pero antes de irse debía mostrar a Gojo la lista de omegas que tenía para esa noche, nuevamente tocó la puerta de la oficina, al escuchar la aprobación entró, está vez Satoru se encontraba sentado en la silla de su escritorio y tenía un vaso con whisky en su mano, decidió no darle importancia ya que en todas las cosas que leyó decía que normalmente él bebía cuando se encontraba bastante estresado con el trabajo, pero que no bebía demaciado así que eso lo tranquilizó, le mostró l alista de omegas, en cuanto Satoru se  decidió por uno él dejo la oficina ya que el olor del sándalo y el limón eran bastante intensos, al salir llamó para coordinar la cita, cuando todo quedó listo salió del edificio ya que debía esperar a Riko quien había dicho que lo invitaría a cenar, claro al final él pagaría por todo, suspiró y esperó a su amiga. Luego de unos minutos vio el auto de Satoru salir del edificio y colarse entre el tráfico de la tarde, seguramente iba a su cita.

Hola...
Acá dejo el segundo capítulo, trataré de actualizar más seguido. Agradezco el apoyo que resta recibiendo LIER, espero que les guste
Con cariño: MJ ❤️