9.❤️

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Los días siguientes pasaron muy rápido, pero su humor era cada vez mejor, en esos días había podido ver una faceta de Satoru qué creyó no podría, ya que él normalmente mantenía una postura seria, pero repentinamente su máscara de frivolidad había caído y dado paso a una actitud bastante alegre y lo que más lo emocionaba era que Satoru dio inicio a un trato más cercano con él, siendo así que ya hasta habian salido por tragos juntos, lo que por momentos lo incomodaba era la cercanía qué tenía con Miwa, en una de las ocasiones en las que salió con Satoru le confesó que había pasado una noche con ella, pero no sabía que ella era cercana a Kento, él al principio estaba bastante confundido ya qué en la agenda nunca vio el nombre de Miwa, pero esa duda también fue resuelta por el alfa ya qué le explicó que solo la había conocido por casualidad en el bar qué frecuentaba.

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Decidió salir de su habitación cuando el sol apenas empezaba a salir y bajo sin hacer ruido, deseaba ver el amanecer a la orilla del lago, se sentó en una de las silla qué se encontraban en el lugar, suspiró ante la vista y agradeció haber llevado su cámara para tener un hermoso recuerdo de ese viaje, se puso de pie para poder tener una mejor fotografía, de repente escucho a alguien camiar a su espalda y volteo para saber de quien se trataba, el alfa sonrió cuando vio su expresión de descontento, él había evitado estar cerca de Toji los últimos días ya qué en en una de las reuniones por accidente habían quedado encerrados en una de las oficinas y el alfa empezó a liberar sus feromonas las cuales lo único que le  causaron fue repulsión ya qué el olor a chocolate amargo era tan intenso qué llegaba a ser desagradable, el alfa se acercó un poco más y logró tomar uno de los mechones qué quedaron sueltos, pero él al sentir el contacto dio un paso atrás y Toji sonrió de manera maliciosa.

— Tranquilo pequeño, no voy a comerte — dijo de manera sugerente, pero para él fue algo tan desagradable.

— Soy Suguru no "pequeño" — musitó fastidiado y se dispuso a retirarse del lugar, pero el alfa lo tomó del brazo con fuerza, él trato de librarse del agarre, pero le fue imposible — ¡¿Que haces?! ¡Suéltame! — expreso molesto.

— Solo quiero tener un momento a solas contigo pequeño, aunque preferiría tenerte en mi cama y poder montarte sin clemencia, pero por ahora me conformare con un beso – expresó y  lo atrajo de un tirón, pero Suguru sin pensarlo mucho en un movimiento ágil logro morder con fuerza su muñeca derecha lo cual hizo qué el alfa lo soltara y aprovechó a correr de regreso a la casa, pero a pesar que corrió con mucha velocidad el alfa logro alcanzarlo y lo tiró al suelo y se colocó sobre el sugetando sus brazos a los lados de su rostro — Quise hacerlo por las buenas pero no me dejas opción — bufó molesto, pero su cuerpo fue alejado por una fuerte patada en el pecho qué lo hizo caer aun lado.

— ¡¿QUE MIERDA CREES QUE HACES?! — gritó colérico — ¡NO LE VUELVAS A PONER UNA MANO ENCIMA! — bufó el albino al ver la sonrisa de Toji después del golpe, luego giró y le ofreció una mano para que se levantara — ¿Te encuentras bien? — inquirió preocupado — Él se levantó con la ayuda del peliblanco y vio sus ojos los cuales tenían un azul aún más intenso, pero la risa de Toji llamó la atención de ambos y voltearon al lugar donde se encontraba.

— ¿Así que de eso se trata? — inquirió y en su rostro dejo ver una sonrisa cínica — Pero que cara tan dura tienes Satoru, no compartes absolutamente nada — rió y paso al lado de ellos y se dirigió al interior de la casa.

— ¿Que hacías tu con él afuera a estas horas? — inquirió.

— Yo me encontraba tomando algunas fotografías del amanecer, no sabía que él vendría y menos a estas horas — explicó con rapidez.

— ¿Fotografías? — la confusión en su voz era notoria.

— Sí, la fotografía es uno de mis pasatiempos favoritos, la mayoría de veces Riko es mi modelo — explicó emocionado.

— ¿Riko es tu novia? — preguntó tratando de no parecer muy interesado.

Rió ante la pregunta y vio al peliblanco fruncir el ceño — Riko no es mi novia, ella es mi mejor amiga — informó aun con atisbos de risa.

— Oh, tu mejor amiga — repitió y el pelinegro asintió — Eso está muy bien — musitó nervioso — ¿Tus manos?¿Se encuentran bien? — preguntó con rapidez, él sonrió ante el cambio de tema tan repentino y asintió en respuesta.

Agradeció qué Satoru se quedara con él hasta que Toji se fue, decidieron dejar pasar el incidente, pero él le prometió a Satoru qué si sucedía algo así nuevamente se lo haría saber de inmediato, después de pasar toda la mañana a la orilla del lago decidieron entrar para poder empacar ya que al día siguiente regresarían a Los Angeles; no había forma de desvanecer la sonrisa en su rostro y con esa misma sonrisa revisaba las fotografías qué había tomado y busco rápidamente en las que se encontraba Satoru y suspiró al ver la hermosa sonrisa del peliblanco.

La tarde llegó rápidamente y en la casa solo habían quedado él y Satoru ya qué ellos demás habían salido a una reunión importante y Kento dijo que posiblemente regresarían pasada la media noche, el clima hermoso de la mañana había quedado opacado por la fuerte lluvia qué había empezado por la tarde, él bajó por un vaso de agua a la cocina, pero al regresar un fuerte destello lo hizo estremecer ante la presipitacion de lo que venía, un fuerte estruendo se escuchó cuando cayó el rayo y en ese momento la casa quedo completamente a oscuras, terminó de subir las escaleras y se dirigió a su habitación, pero cuando pasó frente a la puerta de la habitación de Satoru, el aroma a sándalo y limón hizo su cuerpo estremecer y se atrevió a asomarse ya qué la puerta se encontraba medio abierta, pero no tuvo tiempo de reaccionar porque fue jalado hacia el interior de la habitación y sus piernas sedieron ante la intensidad de sus feromonas.

— ¿Satoru... — Su pregunta fue pausada por un beso qué exigía todo de él.

Lier  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora