14.🖤

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— Utahime no grites — pidió quitándole importancia — Esta hecho, Miwa y yo estamos saliendo — suspiró y tomó asiento en la silla frente a la pelinegra quien le dedicó una mirada de molestia.

— ¡Es que es sorprendente como llegas a ser tan idiota! — exclamó — ¿Cómo fue que  terminaste enredado con ella? — inquirió y tomó asiento en la silla de su escritorio.

— Fue por mi rut — confesó en medio de un suspiro.

— Oh Satoru! — murmuró — Pero que hayas pasado tu rut con ella no te obliga a ser su pareja — mencionó.

— Lo sé, pero la tomé por la fuerza y no puedo dejarla sola — dijo frotando su cabello con frustración — No quiero dañarla más, no puedo imaginar lo doloroso que fue para ella — murmuró.

— Satoru, lo entiendo y me sorprende el nivel de compromiso que tienes, pero hay algo que aun no comprendo — dijo pensativa y él la vio confundido — Tu normalmente no recuerdas nada de lo que pasa durante tu rut, por eso lo pasas siempre solo, ¿Por qué ahora estas convencido de que la tomaste por la fuerza? Tú ¿Recuerdas algo? — inquirió con seriedad.

— No lo recuerdo, pero esa mañana después de que ella salió de la habitación al cambiar las sábanas vi manchas de sangre — confesó y luego de un suspiró se levantó de su asiento — Utahime, no hay nada más que hacer, yo asumiré la responsabilidad y por favor respeta mi decisión — pidió antes de salir de la oficina.

Frotó su rostro con frustración, aún no creía lo que estaba pasando en su vida, caminó hacia su oficina y antes de llegar escucho una discusión entre Miwa y Suguru, al entender de que se trataba por alguna razón le molesto profundamente que ella tratara de esa manera a Suguru, así que sin pensarlo dos veces le llamo la atención a Miwa y decidió llevarla a su casa; bajaron hasta el área de estacionamiento y subieron al auto, pero antes de que pusiera en marcha el auto ella suspiró manera pesada.

—¿Ocurre algo? — inquirió.

— ¡No puedo creer que me trataras de esa manera en frente de ese beta! — exclamó con desprecio.

— Miwa, no quiero seguir con ese tema — habló serio.

— Pues aunque no quieras vamos a seguir, quiero que me des mi lugar como tu novia — lloriqueó.

— Ya te lo dije, las cosas en mi compañía no van a cambiar porque tu seas mi novia, si tú quieres respeto de parte de Suguru o de cualquier empleado tú tendrás que tratarlos con respeto — dijo con seriedad sin quitar la vista del frente — Así que no quiero seguir con este tema, por favor — pidió y puso en marcha el auto.

— Como quieras — murmuró y se cruzó de brazos evidentemente molesta y volteo el rostro para ver por la ventanilla.

Salieron de estacionamiento y al frente vio a Suguru siendo abrazado por una linda chica de cabello negro, su expresión parecía bastante relajada y eso lo cautivó ya que nunca lo había visto de esa manera, vio como juntos tomaban un taxi y solo hasta ahí él pudo volver a centrar su atención en conducir, no fue un camino largo, pero si fue bastante incomodo, ya que ninguno de los dos tuvo interés en iniciar ningúna conversación; llegaron a la casa y el subió a su habitación dejando a Miwa sola en el primer piso, se dio un baño para poder relajarse, aún su situación le parecía un mal chiste, después de varios minutos al fin salió y se vistió con ropa cómoda, seco su cabello se sentó a la orilla de la cama, tratando de despejar su mente, pero su atención fue directo a la puerta la cual al abrirse dejo ver a la omega de cabello azul quien solo llevaba puesto un albornoz al estar en el interior de la habitación camino hasta quedar de pie frente a él quien solo la seguía con la mirada, ella se deshizo del albornoz dejando ver su cuerpo completamente desnudo y de él se desprendia un olor fuerte a frambuesas, él suspiró y se movió y levantó la prenda del suelo y se la colocó de manera que cubriera su cuerpo nuevamente.

— Miwa por favor regresa a tu habitación, en este momento no estoy de humor y por favor no entres a mi habitación sin llamar antes a la puerta — indicó con seriedad.

La omega terminó de colocar correctamente la prenda y salió de la habitación sumamente molesta.

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Los días pasaron rápidamente, las fechas que a ellos más les gustaban pasaron tan rápido, pero él estaba feliz ya que las gemelas decidieron pasar esas fechas con ellos ya que su viaje a Italia se retrasó unos días; en la oficina todo transcurra con normalidad, pero él ya empezaba a sentir las consecuencias de llevar en secreto la marca del alfa, su cuerpo era esclavo de las emociones de Satoru, y él solo podía medicarse para controlar medianamente sus ciclos de calor los cuales estaban conectados al rut del Alfa y a diferencia de Satoru él no podía pasarlos con nadie. La tensión entre él y Miwa era evidente, pero por más que quisiera no podía desenmascar a la omega porque entonces también sería su fin; suspiró pesado el día había sido bastante agotador, su cuello dolía en el área donde se encontraba la marca, había notado hace algunos días que la marca tenía un color diferente se llegaba a notar púrpura y eso lo mantenía inquieto, habían pasado seis meses desde que la tenía, pero creía que ya el uso de inhibidores y supresores le empezaba a afectar.

— ¿Suguru? — habló Utahime frente a él llamando su atención.

— Perdón señorita Utahime, estaba distraído — dijo avergonzado.

— Tranquilo, eso suele pasar — sonrió — Entregale esto a Satoru por favor, es que Miwa esta ahí adentro y prefiero no entrar — expresó con una expresión de desagrado en el rostro — Gracias, eres muy lindo — exclamó y se encaminó a su oficina con rapidez.

Suspiró nuevamente, siempre era lo mismo cuando Miwa llegaba a la oficina, se levantó y tomó en sus manos el sobre que Utahime dejó sobre su escritorio, caminó hasta la puerta y tocó esperando la indicación de Satoru para poder entrar, al  escuchar la autorización entró con rapidez y caminó hasta el escritorio del peliblanco.

— La señorita Utahime dejó esto para usted — sonrió y entrego el sobre.

— Gracias Suguru — dijo también con una sonrisa.

— Esta bien señor Gojo — sonrió por última vez y se encaminó hasta la puerta para salir de la oficina.

A pesar de que no tenía el valor para confesarle la verdad a Satoru y que posiblemente por no decir lo sucedido causaría grandes consecuencias para su salud en el futuro, sentía que todo valía la pena si así era la unica forma de pertenecer cerca del Alfa.

Lier  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora