ODIO SER OMEGA | KAISOO |

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El parque lucía tal como lo recordaba: Las personas amontonándose, los juegos gigantes que te dejaban sin aliento, luces iluminando en cada rincón del lugar, también varios puestos de comida y diferentes juegos.

Los payasos que hacían chistes malos y los magos que elaboraban trucos sacados de un manual para tontos.

También hay cosas que cambiaron como la incorporación de juegos que involucran tecnología y que me parecen geniales.

Sin embargo, hay algo que sigue igual y es el hermoso alfa a mi lado.

Chanyeol caminaba lado a lado junto a mí, sus ojos brillaban al observar la cantidad de atracciones y golosinas. Actuaba al igual que antes, cuando era un niñito delgado y pequeño.

Me hacía difícil creer que ya no lo era.

A pesar de haber crecido, que su altura sobrepase la mía y que sus rasgos se hayan vuelto más definidos, su forma de ser seguía siendo la misma: Tierna e inocente.

Y eso es lo que me ha enamorado desde un principio.

Mis manos sudan sin parar y mis pasos se debilitan, no he podido tragar nada debido a los nervios que siento.

Realmente iba a declararle mi amor a chnayeol.

Las horas pasaron y nos habíamos subido a la mayoría de atracciones, unas nos seguían causando terror y otras no tanto.

Cuando éramos niños siempre esperaba a que él se asustara para tomarle la mano, lamentablemente eso no sucedió ahora.

_ ¿Está todo bien? _chanyeol me pregunta al percatarse de mi actitud inquieta.

_Sí, sólo tengo frío _Me excuso.

Mentira, si estoy hecho una sopa humana.

Mis ojos se abren cuando chanyeol se despoja de su chaqueta y la coloca con encima de mis hombros.

Huele a café y jabón, típico de chanyeol.

Ese gesto dulce me hubiera parecido ridículo, sino fuera él.

Todo es diferente con chanyeol, es mi debilidad.

_ ¿Mejor? _Me sonríe.

Asiento embobado por su belleza.

Él continúa comiendo sus palomitas y yo ante su distracción reviso mi aliento.

Menta y limón, eso es.

Me lavé los dientes hasta dejarlos transparentes y usé enjuague bucal.

Hay probabilidades de que la noche finalice con un encuentro de esos labios con los míos así que no quiero arruinarlo.

_Luces muy guapo hoy _Lo halago, mi voz oyéndose baja.

Él vestía unos pantalones de cuero muy bonitos y una camisa con estampados, su cabello largo en una media cola que dejaba caer algunos mechones en su frente.

_Gracias, quiero un estilo nuevo _Me da una sonrisa tímida.

_Me gustan todos tus estilos _Murmuro, pero él no alcanza a oír.

Después de un tiempo decidimos subirnos al último juego, la rueda de la fortuna.

Es ahora o nunca, Do Kyungsoo. Ponte los pantalones y lucha por tu hombre.

Eres un chico seguro, valiente...

¡Oh, por Messi! ¡Qué alta es esta cosa!

Las personas son tan sólo unos puntitos allá abajo.

Tranquilo, relájate y muéstrate cool.

Ni siquiera pestañé viendo El Conjuro, no voy a lloriquear ahora.