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Jongin me trató como un príncipe. Me condujo hasta su cama y al sentarse junto a mí, me dijo que me tomara el tiempo que necesitará y si quería cambiar de opinión estaba bien.

Pero yo no quería tiempo, yo quería hacerlo antes de volver al uso de la razón y arrepentirme, quería hacerlo rápido para no pensar en otra cosa.

Así que, con eso en mente, volví a besarlo sin delicadeza, con las ganas acumuladas y jongin me dejó caer en la cama.

_ ¿Estás seguro? _Me había preguntado mirándome a los ojos buscando algún indicio de duda.

Me apoyé con los codos en la cama y levanté mi cabeza para mirarlo mejor.

_Sí, quiero hacerlo _Le aseguré con firmeza.

Jongin no tardó en besarme otra vez, pero al contrario de mis besos, los suyos eran suaves, se podía sentir la dulzura que emanaba de ellos.

Me estaba impacientando, deseaba sentirlo ya.

No obstante, jongin se tomó cada segundo para besar cada parte de mi cuerpo y acariciarme como si fuera una porcelana fácil de romper.

_Me encantas, Do Kyungsoo.

Mis ojos se rompen, siento algo ahogarme en el pecho.

_Tú también me encantas, Kim _Le sonrío.

De a poco nos deshacemos de la ropa de Kim empezando con su camiseta y siguiendo con sus pantalones. Cuando menos me lo espero, él ya se encuentra en ropa interior frente a mí y vaya que lo apreciaba.

Me sentía como un pintor al apreciar una obra maestra.

Era mi turno de desnudarme, pero de pronto un sentimiento de vergüenza me invadió.

Mordí mi labio y vacilé al jugar con el borde mi camiseta.

_ ¿Podrías apagar la luz? _Me oí más avergonzado de lo que quería.

Jongin lo entendió y oprimió un botón en su teléfono que apagó las luces de su habitación dejándonos completamente a oscuras salvó por la luz de la luna que entraba por su ventana.

Jongin me ayudó a desvestirme con paciencia y lentitud pues sentía a todo mi ser temblar de los pies a la cabeza. Luego me dejó caer en las sábanas y repartió besos desde mi cuello a mi pecho, chupando mis pezones y los lados de mi ombligo en el camino.

_Tu piel es muy suave _jongin río y conecto mi mirada con la suya_ Gracias.

_ ¿Por qué?

_Por dejar que sea yo _jongin acarició la punta de mi nariz con la suya.

No pude evitar sonreír y tomar su rostro entre mis manos e inhalé su aroma a chocolate, el cual, aunque al principio me causaba vómito, ahora se había convertido en mi propio afrodisíaco.

Me... gustaba mucho el chocolate.

Jongin abrió uno de los cajones de dónde sacó algo parecido a crema que resultó ser lubricante y dos condones.

Muchacho preparado vale por dos.

Jongin continúo excitándome para que no pensara en sus dedos invadiendo mi entrada, me besaba el cuello y con la otra mano brindaba caricias a mí ya más que endurecida entrepierna.

Cuando el tercer dedo llegó, ya era un desastre de gemidos y jadeos, sudor bajaba por mi frente y un calor envolvía mi cuerpo, pero me gustaba.

_Jongin, otro _Le pedí refiriéndome a su cuarto dedo.

jongin negó con su cabeza.

_Suficiente preparación, cariño _Se arrodilló frente a mí y bajó su ropa interior.

ODIO SER OMEGA | KAISOO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora