Wolfgang.

Capitulo 2

El aire comenzaba a sentirse más frío mientras más se acercaban al noroeste de la zona, cuando un tifón golpeó con fuerza causando escalofríos en el alfa, Hyunjin volteó de inmediato hacia Jeongin.

–Ponte eso encima que te vas a enfermar –señaló la sudadera gris que llevaba en su cintura desde que comenzaron a caminar.

Llevaban alrededor de dos horas caminando, su manada se situaba en el centro, era una de las razones por las que era una de las manadas más fuertes de Skzo. La zona favorecía de gran manera la forma en la que la manada crecía, tanto económica como en muchos aspectos. Por eso eran conscientes que más de uno buscaba destruirlos y lo de Tarkov solo había sido una jugada injusta.

Ellos sabían perfectamente quien era Tarkov, el hombre siempre había mostrado ser una amenaza con su actitud grosera y narcisista, él había intentado hacer negocios con ellos pero su padre le dijo que no y eso por supuesto no le gustó. Lo que no esperaban es que atacara después de tanto tiempo.

–Mhm pero no tengo frío –renegó el menor encogiéndose de hombros despreocupadamente. Minho solo los escuchaba sin realmente ponerles atención perdido en sus propios pensamientos.

–Oh no seas mentiroso, ni intentes hacerte el fuerte. Desde aquí veo tu piel de gallina, póntelo –ordenó deteniendo su paso para quitar el suéter de la cintura de su hermano y ponérselo sobre encima para que el Jeongin terminara de ponérselo solo.

–No, no quiero –se negó sin ponerse el suéter y dejándolo como Hyunjin lo había puesto.

–Bien, haz lo que quieras. Nada más no me busques cuando comencé a darte frío y te enfermes –se alejó el pelinegro molesto de su terquedad, acelerando sus pasos para alejarse un poco del menor.

Más tarde, a los pocos minutos, Jeongin sintió más frío por los fuertes vientos y terminó por ponerse el suéter, alcanzando a su hermano para pegarse a él. Hyunjin rodó los ojos pero lo dejó, preferiría protegerlo del frío que hacerlo enfermarse para darle una lección.

De repente un aroma desconocido pero ligero se aproximó a ellos, Minho y Hyunjin se pusieron en posición de ataque a la espera de que fuera otro grupo de pícaros. A lo largo del camino se habían casi encontrado con dos pero no habían tenido problemas, a excepción de una pelea de gruñidos que no llegó a nada.

Frente a ellos un hombre de estatura promedio y cuerpo corpulento, aproximadamente de la edad de Minho apareció frente a él. Por la ligereza de su aroma pudieron percibir que era beta y los dos hermanos bajaron la guardia un poco, pero sin dejar sus posiciones de ataque.

–¿Es alguno de ustedes, Hwang Minho? –preguntó mirando a los tres con ojos entrecerrados.

–Yo soy Minho –hablo dando un paso al frente.

–Mucho gusto, soy Changbin. Beta de la manada Stray, Chan mencionó que buscaban asilo y me indicó que los guiará hacia nuestro hogar –les notifico amable, mirando a cada uno mientras hablaba.

Hyunjin no dejaba su posición frente a Jeongin, quien en cuanto noto el aroma del extraño lo cubrió con su cuerpo. Miro a Minho a la espera de una indicación para saber si podían confiar. Su hermano parecía saber lo que estaban haciendo y confiaba ciegamente en su criterio pues no suele confiar en cualquiera. Él jamás los pondría en una situación de peligro.

Minho le dio una mirada a Hyunjin y el pelinegro asintió entendiéndose en silencio.