Razones

1.7K 179 292
                                    

Esta vez no fue la alarma lo que despertó a Spreen, si no el dolor de su piel irritada por la explosión del día anterior. No lo pensó mucho antes de arrojar su cobija lejos de el y arrancarse las vendas para evitar que estas siguieran rosando su piel irritada, esto término siendo contraproducente puesto que moverse de manera tan brusca solo empeoro las cosas. Inmediatamente busco en su inventario, para su sorpresa aún tenía las manzanas del día anterior, se comió una tan rápido como pudo dejando que hiciera efecto. Con algo de tiempo la irritación y la comezón por las quemaduras cicatrizándose comenzó a desvanecerse, Spreen se quedó quieto hasta ver su piel rosa volver a su color normal.

Esto se lo confirmaba, el daño de su día o intento anterior pasaba con él en su siguiente intento, de haber sabido esto habría añadido algún tipo de invencibilidad a su deseo, esto solo hacía las cosas mucho más inconvenientes para él. Spreen no pudo evitar preguntarse cómo es que reaparecer funcionaria con los límites de su situación, pero honestamente tampoco tenía muchas ganas de averiguarlo, hasta donde él sabía si llegaba a morir tal vez lo haría de forma permanente por lo que ahora debería de tener más cuidado, no podía seguir actuando tan impulsivamente como lo hizo ayer, pudo haber muerto ayer y su deseo habría sido en vano. Como ya se estaba volviendo costumbre el híbrido tomo su teléfono, la fecha era la misma que las ultimas veces, pero esta vez era la una de la mañana, es decir que tiene más tiempo para actuar.

Pelusa salto a su regazo al detectar un sentimiento de estrés en su dueño, Spreen le dio un par de caricias con una sonrisa. El híbrido vio como su gata abrió la boca para maullar, el problema es que Spreen no pudo escuchar nada. “¿Pelusa?” El híbrido movió sus orejas inquieto al no poder escuchar su propia voz, estaba consciente de que sus orejas se lastimaron el día anterior, pero pensó que la manzana habría sanado eso al igual que sus quemaduras … ¿realmente se lastimo tanto como para que la manzana no tuviera efecto? Spreen se levantó yendo hacía su puerta de metal, golpeándola un par de veces nuevamente no escucho casi nada, repitió esa acción hasta que casi escucho algo, era como si tuviera una barrera o algo tapando sus oídos. Podía escuchar, pero era demasiado difícil hacerlo, todo se sentía muy lejos, esto era un gran problema.

Spreen no dudaba de sus habilidades, si alguien podía arreglárselas con una desventaja así era él, su instinto animal por otro lado estaba extremadamente nervioso por no poder escuchar nada, un animal depende de sus sentidos. Mayormente oído, vista y olfato, el híbrido acababa de perder uno de los tres sentidos más importantes con los que cuenta, eso sin contar que solo tenía la mitad de su vista tras la guerra con Reborn. Spreen respiro profundo pensando en que hacer, la magia normal es decir pociones y manzanas no lo estaban ayudando, el daño por alguna razón se mantiene gracias a su deseo, la única manera de arreglar un problema ocasionado por magia era probablemente con más magia. Sus opciones mágicas eran el Profeta o Juan, es más que obvio con quien tiene que ir a pedir ayuda.

Sin tener muchas más opciones Spreen arreglo sus elytras antes de usarlas para llegar al santuario del hechicero, podía ir caminando, pero considerando que era de noche y no podía escuchar a ningún mob acercarse esto era mucho más seguro además que lo hacía sentir más tranquilo. Al final volar con elytras se volvió una pesadilla, constantemente sentía mareos y todo le daba vueltas, estuvo bastante cerca de detenerse más de una vez para vomitar por la severidad del mareo, aun así se aguanto hasta llegar al santuario, sentándose en el suelo por un buen rato para dejar que ese sentimiento pasara. Una vez se sintio mejor tenía que despertar a Juan, claro podía gritar, aunque no sabía cuál era el volumen de su voz o si Juan lo iba a escuchar, podía usar los fuegos artificiales que le quedaban para hacer ruido, aunque realmente ya no le quedaban tantos … el santuario realmente no estaba cerrado, probablemente pueda entrar y simplemente despertar a Juan sacudiéndolo, además, esa opción es la que haría menos ruido para llamar la atención de cualquier mob cercano. Spreen se adentró en el santuario sin muchos problemas, una parte de él estando alerta más que nada porque la última vez que entro termino explotando, cosa que no debería pasar ahora pero bueno hay instintos que él no puede controlar del todo.

Imposible • SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora