11. Bienvenida al Otoño

925 84 34
                                    

El verano había pasado y las temperaturas comenzaron a bajar lentamente. Las hojas comenzaron a cambiar de color, se volvieron rojas y amarillas, desprendiéndose y flotando en el aire como bailarinas hasta derramarse en el suelo.

El aire era fresco y ligero, con una brisa suave que agitaba las hojas otoñales. Las luces de la ciudad se encendían poco a poco, y las gente comenzaba a abarrotar los cafés y las tiendas de Seúl. En algunos edificios, las ventanas se iluminaban con un resplandor cálido, como si fueran pequeñas estrellas en la ciudad.

Las farolas emitían una luz suave, y el reflejo en los riachuelos del río Han les daba un aspecto de láminas de oro. Un cielo azul oscuro comenzaba a cubrir la ciudad, y la primera estrella asomaba a través de una nube.

El otoño se sentía como una danza lenta y serena, una transición gradual y bella.

Se podía sentir el cambio de la temporada, la llegada del invierno y la despedida del verano. Se sentía una mezcla de nostalgia, tristeza, expectación y renovación, pero también de tranquilidad.

Yoongi aún se encontraba en su taller, aislado del ruido y las distracciones de la ciudad. El espacio estaba decorado con tela de burlap, unos cuadros que Yoongi había pintado, y sus herramientas de pintura y dibujo. Una luz natural se filtraba a través de las ventanas, y la luz artificial, amable, creaba un ambiente acogedor.

El omega dejó la brocha en su lugar, se quedó inmóvil, y contempló su obra. La pintura estaba llena de movimiento y energía, pero también de calma y tranquilidad. Lo colores usados eran una mezcla de tonos como naranja, rojo, amarillo y verde. Tenía formas abstractas, como rizos, rayas, y espacios abiertos.

Sonrió satisfecho, y un poco cansado, había invertido horas enteras concentrado en aquel lienzo, y finalmente había concluido su trabajo.

Limpió sus manos con un pañuelo que conservaba sobre el escritorio más cercano, y se dispuso a ordenar todas las herramientas que había utilizado. Limpió y lavó brochas, como rutina, luego de acabar de dejar todo limpio y ubicado, salió de aquel espacio que se había vuelto su lugar favorito en casa.

"Ah, ¿qué haré mañana?" - Pensó yendo por el pasillo hasta su dormitorio.

― Yoongi. - El mencionado se detuvo se inmediato, justo después de oír la baja y tranquila voz de Jimin a pocos pasos detrás de él.

― Uh, hola - dijo volviéndose sobre sus talones, y halló al alfa viniendo hasta él.

― ¿Pasaste todo el día ahí? - Preguntó inspeccionando el aspecto del contrario.

― Casi medio día - confesó, mirando su ropa con algunas salpicaduras de pintura.

― Umh, bien. - Asintió – Arréglate, tenemos una cena con algunos socios. - Agregó antes de seguir su andar hasta su habitación y desaparecer de la vista del omega.

Yoongi mordió su labio inferior antes de debatir. No quería discutir, pero ya estaba exhausto de tener que asistir a esas aburridas reuniones llenas de alfas estúpidos que solo conversaban temas poco interesantes para él, y que además, tenían como parejas omegas o betas demasiado tontos o superficiales.

Quedarse en casa, en pijama y enrollado en la cama era mil veces mejor.

Pero no podía negarse, era su "deber" como un buen omega acompañar a su esposo a donde sea que hubiera alguna reunión social que ameritaba su presencia. En el fondo, no odiaba a Jimin por eso, de hecho, sabía que él también detestaba aquellas reuniones.

Ni modo, no había escapatoria. Fue a su propia habitación y buscó entre su closet algo bonito y elegante que usar. Ordenó todo sobre la cama y fue al baño.

A bit of your love ৎ୭ JimSuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora