A bit of your love ৎ୭ JimSu

16. Promesas

El inicio para la fiesta de la cosecha había llegado. El festival de Chuseok, se celebraría como era tradicionalmente, durante cinco días, para honrar los antepasados y agradecer la cosecha. Yoongi le había pedido a los empleados de la casa que se encargaron de ordenar todo por la mañana, antes de tomar su día libre e ir a celebrar con sus familias.

En aquel momento, se encontraba en la cocina supervisando que todo estuviera perfecto para la cena.

― El Songpyeon ya está listo - Anunció la mujer beta, quién se encargaba de la cocina en ese momento.

― Es lo último que faltaba, lo demás lo haré yo en la tarde. Muchas gracias - Respondió amablemente y se levantó de su asiento detrás de una de las barras de la cocina, para después asomarse al jardín e inspeccionar el trabajo del jardinero.

― Yoongi-ssi - Dijo el hombre delgado y pequeño, de unos 50 años de edad, que se acercó a Yoongi con una sonrisa en la cara.

― ¿Todo bien, Donghyun-nim?

― El jardín está listo, tal cual como usted me lo pidió - Respondió.

― Oh, muchas gracias. - Sonrió. - La paga de la semana ya está en su cuenta bancaria, pueda irse a casa.

― Muchas gracias a usted, feliz Chuseok - Respondió con una reverencia.

― Espero que disfrute el Chuseok. - Dijo haciendo una reverencia también. Y luego entró de vuelta a la casa.

Todo estaba casi listo, era la primera vez que organizaba algo en su nueva casa, así que se sentía muy ancioso de que todo estuviera bien, y sobretodo, de que Jimin pudiera disfrutarlo también.

En cuanto estuvo en el segundo piso, exhaló lentamente, tratando de relajarse un poco para luego continuar con los preparativos.

― ¿Te sientes mal? - Preguntó de pronto el alfa, quién iba saliendo de una de las habitaciones.

― Uh, pensé que estabas en la oficina - Respondió un poco sobresaltado.

― Ya estoy libre - dijo haciendo ademán de ir por las escaleras.

― Jimin - el omega le detuvo antes de irse. - Organicé una cena por Chuseok, esta noche aquí en casa.

― Está bien, Yoongi. Puedes hacer u organizar lo que gustes, esta es tu casa.

― Hay algo más... - Sonrió y Jimin no pudo evitar sonreír por inercia.

― ¿Qué será?

― Me gustaría usar Hanbok, y creo no tenemos... - Dijo.

― No, no tenemos - El alfa suspiró - me temo que tendremos que ir a alquilar o comprar algunos. Si es que se logran encontrar, debiste decirme antes. - Dijo y le tendió la mano.

― Lo había olvidado, estuve un poco distraído.

― Se me adormece la mano, Yoongi. - Insistió tendiendo su mano de nuevo.

― ¡Ooh! ¡Ya voy! - El omega se aproximó más y tomó la del alfa. - No estoy acostumbrado - Murmuró y sintió como los dedos de Jimin se cruzaban entre los suyos mientras salían de la habitación.

― ¿Hará falto algo más?

― Creo que sí. - Dijo y se detuvo, obligando al otro a hacerlo también.

― ¿Qué cosa? - Preguntó observando al otro. Pero Yoongi fue un poco más rápido y atrajo al alfa para plantarle un beso en la mejilla.

― Faltaba - Susurró. 

― ¿Sólo uno? - Dijo en coquetería y Yoongi no evitó sonreír para después sentir los labios de su esposo contra su redonda mejilla.

La tensión entre ambos había bajado lo suficiente como para incluso juguetear entre sí, o compartir uno que otro mimo sin siquiera planearlo.