Quiero saber cómo estuvo tu día.
Tú, mi dulce melodía.Jake estaba pescando, y Sunghoon estaba a su lado, recostado sobre el pasto. Miraba las extensas nubes en el cielo, que se movían muy lentamente. El color tan claro que veía, le hacía creer que no llovería aquel día.
—¿Seguro que te sientes mejor? —inquirió sin mirarlo. Sunghoon dejó de mirar hacia arriba por un momento.
—Sí. ¿Por qué preguntas?
Se quedó callado, mirando su caña de pescar. El más alto se apoyó sobre sus codos, intentando observar la expresión que tenía el otro, ya que no pronunciaba ninguna palabra.
—Me quedé pensando si se trataba de algo más grave —dice, aún sin mirarlo —. Si tardaba un poco más, en llevarte a casa, tal vez... Podrías sufrir de insolación —quería sonar tranquilo, pero no lo estaba, y esto lo hacía sonreír tanto—. Estaba algo preocupado.
Oírlo decir eso, provocó que su ritmo cardíaco se acelerara, y a la vez lo hacía sonreír de esa forma tan estúpida.
—¿Sigues preocupado por mí? —preguntó a modo de burla, buscando su mirada.
Entorno los ojos. —Eres propenso a contraer cualquier enfermedad existente, no es mi culpa —decía eso, siendo que hace unos segundos dijo que se culparía a sí mismo si ocurría algo más. Provocó una carcajada en el alto—. Pero sí, me preocupaba que hayas dormido tanto.
Volvió a acostarse. —Tal vez estaba bajo un hechizo de un sueño eterno —se preguntó a sí mismo.
—¿Y un beso de Jiwon te despertó?
Jake volvió a arruinar esa bonita idea que se le ocurrió. Intentó darle una patada, pero se movió, y ahora estaba muy lejos.
—¿Por qué siempre tienes que meter a Jiwon en todo? ¿Te gusta? —claramente quería molestarlo, si respondía otra cosa, no sabría cómo reaccionar.
—A mí no, ¿Y a ti? —fue el único momento en el que lo miró directamente a la cara, y Sunghoon ni siquiera pudo responder. Se levantó para empujarlo con fuerza, mandándolo al suelo.
—Cállate —dijo sonando algo enojado. Volvió a sentarse.
—De acuerdo, ya paro —pero seguía riendo. Se acomodó sobre su lugar de nueva cuenta, y tomó su caña—. Pero hablando de ella, y su fiesta, que ahora será una fiesta de disfraces —asentía a cada una de sus palabras—, ella será la princesa y tú su príncipe. Suena bien, ¿No lo crees?
—No me emociona tener que usar un traje absurdo por una noche —dijo con desgano.
—Yo no puedo esperar por verte —dice con cierta diversión en sus palabras—. Ver que tendrás que actuar como si fueras parte de la realeza, claro que será divertido.
—Deja de atormentarme —se recostó en el pasto, comenzando a rodar, soltando quejidos llenos de dolor.
El rubio acomodó su caña de pescar en medio de unas piedras, luego se puso de pie.
—Tú deja de ser tan dramático. Levántate —lo ignoró, y siguió rodando, hasta que pronunció su nombre. Lo miraba desde abajo, sin muchos ánimos. Jake le extendió la mano, y la sujeto para ponerse de pie—. Piensa que sólo es como una de esas escenas en una película de Barbie, cuando todos van a un baile de la realeza, llevan trajes muy grandes, y lo hacen ver como si fuese más divertido de lo que es.
—Casi no veía las películas de Barbie, Seongmin prefería a las Bratz.
—Sabes de qué estoy hablando —no había soltado su mano, así que aprovechó para apretarla con fuerza, a Sunghoon comenzaba a dolerle por lo que intentó soltarse, pero no se lo permitió—. Así que, ustedes dos tendrán su momento para bailar.

ESTÁS LEYENDO
HOME | Jakehoon
RomanceSunghoon tiene que preparar un regalo para la chica que pronto se convertirá en su novia. ¿Le gustaba? No, ni un poquito, pero su familia la amaba, así que era suficiente para él. Quizás podría gustarle después, ¿Pero qué pasa si ya le gusta alguien...