Flores amarillas.

Rubén x John

Rubén no solía usar redes sociales.

O, al menos, no lo suficiente para entender que coño era todo lo que sus familiares montaban en sus estados sobre flores amarillas.

¡Hasta su madre lo montaba! Si, Rubén no entendía porqué montaba su familia aquellos videos de flores amarillas.

No le prestó mucha atención igual, incluso lo olvidó por un tiempo hasta que llegaron los juegos con las selecciones, y los entrenamientos en su país de igual manera.

Así que, una vez pasado todo, y que Rubén se pusiera al día con sus padres y hermano, y avisarle a su linda y lesionada pareja sobre que llegó bien luego de casi 50 mensajes del pobre y asustado rubio-no-rubio, Rubén decidió pasar un rato por sus redes, y ahí salió el vídeo sobre flores amarillas, y su cuñada lo había compartido.

Y ahora que tenía, otra vez, la duda, y a la mujer cerca, decidió ir a preguntarle.

- É algo que foi feito para uma série, um detalhe bacana! [Es algo que se hizo por una serie, ¡un detalle bonito!]. -

Le respondió, sonriendo con su sobrino en brazos.

No lo entendió, realmente, por lo que quiso investigar un poco más en internet. ¿Consiguió algo? No realmente, quedó con más dudas que respuestas sobre su significado.

Aunque no tuvo mucho tiempo para pensarlo, entre los entrenamientos, partidos, las llamadas a su hogar en Manchester porque extrañaba a John a morir y ser un turista en su propia ciudad para mandarle fotos de todo a John.

Si, Rubén no tuvo mucho tiempo.

Pero si tuvo tiempo antes del durante el vuelo de vuelta a Manchester, y planeó hacer algo, porque, al final del día, aunque no lo entendía, cómo dijo su cuñada, era un detalle bonito, y el amarillo siempre le recordaría a John.

Así que buscó flores, y su significado, porque no quería guiarse por lo que pudiera significar, sino qué el también quería darle algo con significado para él.

Margaritas amarillas, fue lo que escogió, una promesa de fidelidad y lealtad al rubio-no-rubio escondida entre las flores, que planeaba comprar llegando a Manchester.

Y así lo hizo, durante su vuelo, perfeccionó su plan, bastante simple y fácil de seguir, además era a prueba de bobos, porque los planes con John sólo podían ir a la perfección o irse muy al carajo.

Y esa pareció ser la dirección cuándo, esperando a Bernardo, que se había ofrecido a darle un ride¹ -ya que llegó unos días antes que él-, parecía que ninguna florería cercana al departamento de John estaba abierta.

¿El destino no quería que le diera las flores o que? Y él ni siquiera creía en el destino... No del todo.

Aún así, la suerte pareció ponerse de su lado, porque, justamente cuándo se montó en el auto, una floristería, que sabía que tenía las flores que quería, abrió.

Tuvo tiempo de llegar y pedir, Bernardo lo esperó en el auto, a veces no le agradecía lo suficiente a Bernardo por su ayuda con casi todo,

Se montó con las flores y siguieron, Silva sólo le hizo un par de bromas con las lindas flores, Rubén sólo se rio con las mejillas calientes.

Si, eran unas lindas flores para un lindo británico.

Bernardo lo ayudó a bajar sus maletas, y se despidió del más joven con un abrazo. Si, debería agradecerle más seguido las veces que Bernardo le ayudó, pero no lo haría pronto.

- I arrived, babe!. -

Gritó el portugués al entrar, y oyó un "In the bedroom" de parte de John, sonrió.

Fue al cuarto, con las flores en una mano y escondidas en su espalda, y un regalito de Portugal en la otra, regalo que sabía le gustaría a John, porque explícitamente se lo dijo una vez.

- Rubs! Oh my fucking God, missed you so much. -

Y el abrazo llego, tanto extrañaba aquel precioso contacto, el británico se aferro como podía a el desde la cama.

Desventajas de tener una lesión, el que no pudiera tirarse a sus brazos como solía hacerlo.

- What's that? -

Y la pregunta llego. Rubén sonrió hasta que su rostro se lo permitió, y saco las flores de su espalda. Los ojos de John se iluminaron en emoción al ver el ramo.

- For the cutest guy i've ever met, querido. -

Y las lagrimas cayeron, el británico emocionado al ver tal detalle por parte de su novio.

Si, bonito detalle, y bonita tarde pasaron también.

Tal vez -que en realidad era un "muy posiblemente"- Rubén haría de una costumbre el regalarle flores a su novio.